Sería lindo decir que Julieth se despertó por los rayos de sol que entraban por la ventana, pero no fue así.
-¡Cállate, no tienes ningún jodido derecho de venir aquí!- Aquellos eran los gritos matutinos que debían despertar a Juli, gritos por los cuales prefería pararse, tomar un baño y ser de lo más puntual en su escuela, si así podría salir de esa casa, ella estaría feliz por ello. Así que sin nada que esperar la soñolienta se paro de su cama y fue directo al baño para tomarse su merecida ducha, después de tomar todas sus cosas y vestirse salió de su cuarto con toda la tranquilidad del mundo, aquellos gritos se habían dejado de escuchar. Al llegar al piso inferior se dio cuenta que las cosas de su madre no estaban, ella ya se había ido. Juli tomó las llaves de la casa y salió a caminar hacia su amado instituto. Camino a su infierno personal un auto se paró a su lado pero ella no presto atención y siguió caminando hasta que desde este se escucho un grito.
-¡Julieth!- Al escucharlo esta se paró y volteo un poco su cabeza, era aquel chico que vio en su casa, Ryan. El pasaba por ahí para ir a su trabajo, que a pesar de que él parecía de la misma edad que Juli era unos cuantos años mayor. Él era entrenador de boxeo e iba a un nuevo instituto donde solicitaron su asistencia aunque él tenía su propia gimnasio regalo de su adinerado padrastro. -¿Te llevo?- Pregunto este algo extrañado, no era del tipo de persona que ayudaba a los demás, ni siquiera de los que saludaban incluso algunas personas lo consideraban irrespetuoso y egocentrico. El no se sentía mal por esas opiniones, ya que eran ciertas pero Julieth de cierta forma le parecía muy vulnerable.
-No es necesario, gracias- Contesto esta antes de darse la vuelta y continuar caminando. Ryan pensaba en irse, era lo más normal en estos casos pero aun así avanzo un poco al lado de la chica y se volvió a parar.
-Si es necesario- Prosiguió Ryan con su insistencia, Julieth al ver que este no se daba por vencido, asintió y se subió al auto.
-Gracias- Dijo Julieth en un susurro mientras veía hacia al frente ya que no podría sostenerle ni por un segundo la mirada a aquel chico.
-Bien ¿A dónde te llevo?- Preguntó Ryan algo nervioso ¿Desde cuándo él estaba nervioso? Pero rápidamente disimulo y regreso aquella seriedad que tanto lo caracterizaba mientras miraba a la chica que ni siquiera lo miraba.
-Instituto Greenway, si no es mucha molestia- Ryan asintió y volteo hacia la carretera para manejar hacia aquel instituto, que por casualidad era al mismo que iría a trabajar. Ryan se sorprendió al no escuchar ninguna pregunta o indicio de platica de parte de la chica así que intentó conversar un poco.
-Yo también voy hacia ese instituto- Dijo Ryan, Julieth asintió pero siguió con la mirada hacia al frente- Me contrataron para un trabajo- Julieth volvió a asentir, lo que exaspero a Ryan ¿Qué ella no hablaba? Al llegar al instituto y estacionar el auto, Julieth tomó su mochila de la parte trasera y rápidamente volteo hacia Ryan que se vio sorprendido por qué está por lo menos lo volteara a ver.
-Muchas Gracias- Susurro antes de bajar la vista y salir del coche. Ryan se quedó viendo aquella pequeña figura, la chica era tan diferente a lo que el conocía en una persona. Ella era dulce, tímida e inocente que para el gusto de Ryan era estresante. Ryan notó que un chico se acercaba a Julieth demasiado y eso hizo que apretara algo los puños, el chico la empujó y parecía que se burlaban de ella. Ryan bajo rápidamente y camino hacia Julieth que se limitaba a bajar la cabeza frente a una chica y un chico.
-Oh ¿Vas a llorar Juli? Pero aparte de nerda y fea saliste chillona- Dijo la chica con burla pero al voltear a ver a Ryan cambió su cara a una coqueta.- Hola lindo ¿Quién eres tú?- Pregunto está acercándose a Ryan. Ryan no contesto solo paso a su lado tomo del brazo a Julieth y camino fuera de ahí hasta un callejón donde tomó a la chica y la abrazo. Los sozollos de Julieth no tardaron en salir.
-Pero ¿Qué diablos me pasa?- Pensó Ryan al abrazar con mucha más fuerza a Julieth, esta simplemente se dejo querer.
Después de un rato se separaron, Ryan camino hacia su carro mientras Julieth se quedaba con confusión y se limitaba a rodar los ojos con tristeza, aquellos gestos no los hacía con tanta frecuencia pero eran muy apreciados por Mark. Julieth se dio la vuelta y empezó a caminar hacia la entrada del instituto.
-Solo faltaban dos días para largarse de este infierno- Pensó Julieth mientras entraba a su infierno personal.
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Dedicado a: Issy_Magcult
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En su juego
Romance"Sin sentimientos de por medio es la única regla" "Te enseñare a pelear, pero después te alejaras de mi" Julieth Rosas, una chica cuya inocencia es su mayor debilidad. Molestada en la instituto por ser la lista, inocente, tímida y antisocial chica...