24 de mayo de 2014

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Querido Diario:

Otro concierto más que añadir a la larga lista, que parece no alcanzar el final. A pesar de haber actuado en escenarios de muchos países alrededor de todo el mundo siempre me embarga una emoción especial cuando estoy en casa, en Inglaterra.

La sensación de que todo esto pudiera desvanecerse de un momento a otro sigue ahí, porque soy incapaz de acostumbrarme al hecho de que haya chicas que lloren cuando me ven porque me consideran su ídolo o porque al parecer soy una estrella del rock inalcanzable, que vive rodeado de excentricidades y extravagancias. Todo es tan surrealista, abrumador y a la vez tan absurdo, que son muchas las veces en las que me siento fuera de lugar. Ojalá pudiese disfrutar de la música sin que la fama se inmiscuyese por medio, destrozando la sensación de satisfacción y orgullo que siento, tanto yo como mi familia, cada vez que me subo a un escenario para cantar delante de miles de personas.

Ver que la gente disfruta de nuestra música es lo mejor que me ha pasado; ser famoso, en cambio, es lo peor.

A veces mis pensamientos rayan el borde la paranoia, pero no sé cómo detenerlos; he llegado a pensar que me estoy volviendo loco. No soporto que ellas me toquen. Simplemente no lo soporto.

No quiero recordar, pero hay veces en que no puedo evitarlo.

Siempre creí que había cumplido el sueño de mi vida cuando tuve la suerte de ser reconocido como cantante y músico aunque, sin duda, lo que estoy viviendo ahora mismo supera todo aquello que una vez imaginé. Sin embargo, el otro día recordé que, antes de embarcarme en toda esta locura, había ideado un posible futuro, uno en el que los flashes de las cámaras y los periodistas no estaban presentes. Pensé en que si no formase parte de uno de los grupos más famosos del mundo, probablemente estaría cursando mi segundo año de Medicina. ¡Imagínate! ¡Yo, estudiante universitario!

Si me detengo a pensarlo, no voy a vivir nunca esa etapa que todo el mundo ansía vivir. Es curioso, querido Diario: los universitarios quieren ser como yo y yo tan solo quiero ser como ellos. Nunca pensé que pudiese constatar el dicho de "quieres aquello que no tienes" y, aunque suene raro, quiero la normalidad de vuelta en mi vida, pero nadie parece ser capaz de dármela. Sé que mi familia está ahí, al igual que Clare, pero no sé por qué siento la incesante necesidad de que alguien que no me conozca en persona se detenga a charlar conmigo y se dé cuenta de que no soy una egocéntrica estrella del rock, ni un mujeriego insensible, ni un niño rico que fuma marihuana y va a clubs vips de alterne; quiero que me vea a mí, a Harry, al chico que llora con El Rey León y al que le gustan los abrazos esos que casi te dejan sin respiración.

Pero, ¿qué hago? Por muchos eventos benéficos a los que asista, por muchas donaciones que haga, o por mucho que trate mostrarme tal y como soy, jamás lograrán verme como tal; es como si la imagen que te da la fama se pegase a tu piel como la lapa lo hace la roca.

Y no había nada que odiase más que aquel ser que decía ser yo pero que no era otra cosa que la imagen que la fama se había encargado de crear para ocupar mi lugar. Odiaba a aquel chico mujeriego, egoísta, egocéntrico y estúpido que la fama había generado cual monstruo.

No me gusta tener tiempo libre. No me gusta tener tiempo libre porque últimamente solo me dedico a pensar. Y no quiero pensar. Hay cosas, hay un día, hay una situación en la que no quiero pensar, pero siempre acabo volviendo a ella. Sé que guardar mi mente bajo llave no me hace bien, pero ahora mismo me considero incapaz de traducir mis pensamientos en palabras, así que me temo que seguiré cargando con aquello que mi vergüenza y mi dignidad se niegan a dejar ir.

Anthony tiene novia. Es una chica muy simpática y guapa que estoy seguro ve a mi amigo tal y como es, es decir, no creo que salga con él por el hecho de que está estudiando filología o porque tenga mucho dinero; según él, se conocieron en la biblioteca y desde entonces se han hecho prácticamente inseparables. Supongo que estoy condenado a que no me pase algo así.

Sé que muchas de mis fans dicen quererme, pero eso es completamente ridículo. A mí me encanta Beyoncé; puedo fantasear con ella todo lo que quiera, pero nada de eso es amor. El fanatismo no es otra cosa que una gran cantidad de histeria y emoción mezclada con un ápice de locura. Adoro a mis fans y siempre les agradeceré todo su apoyo, pero me encantaría que pudiesen verme como el chico que verdaderamente soy.

No hago nada más que mirar a mi alrededor y preguntarme si algún día podré tener a alguien a mi lado que me mire del mismo modo en que mi madre mira a mi padre. No sé por qué todo lo que oigo en mi cabeza es un "no" rotundo como respuesta a esa pregunta casi retórica.

Lamento no traerte muy buenos pensamientos hoy, querido Diario, pero me siento solo en esta casa de Londres tan grande, a pesar de que mi hermana Gemma haya venido por unos días para hacerme compañía. Aunque, tal vez, no sé muy bien por qué, me gustaría dejarte algo por escrito, algo que me ha ocurrido hoy y que ha sido cuanto menos, extraño.

Se trata de una chica.

Bueno, en realidad es una tontería, pero he sentido curiosidad cuando la he visto, y más aún cuando la he visto con los ojos abiertos y sus mejillas sonrojadas. ¿He olvidado decir que se desmayó al verme?

Es una fan que ha llamado a la puerta de mi casa acompañada de una amiga, ¿puedes creerlo? Al parecer habían conocido a Gemma en el concierto de ayer o algo así.

Se llama Raquel.

Me gusta su nombre, pero si fuese mi amiga tendría que acortarlo de alguna forma, aunque no se me ocurre ninguna... ¡Ni siquiera sé por qué estoy pensando esto ahora mismo!

Es una fan muy rara, ¡no quería hablar conmigo! Bueno, creo que sí quería, pero era muy tímida. Muchísimo, en realidad. No soy capaz de imaginármela sin el sonrojo coloreando sus mejillas.

Ahora debe estar con su amiga y mi hermana comprando algo para la fiesta a la que vamos a ir esta noche; fue mi hermana la que tuvo la idea de decírselo a las dos chicas, y le estoy agradecido por ello. Quiero ver a Raquel otra vez; me da la sensación de que tras esa timidez puede esconderse una personalidad especial, porque lo especial casi siempre está oculto, solo hay que dedicarle el tiempo y la dedicación adecuados para descubrirlo. Puede que simplemente sea una tontería o que mi mente está divagando, pero me gustaría comprobarlo por mí mismo.

Hay algo acerca de ella que llama mi atención, aparte de los bonitos rizos que aniñan su expresión y las dos brillantes gemas aguamarinas que dan color a sus ojos, y, sin duda, estoy dispuesto a averiguar de qué se trata.

xx




#HaquelFeels #HarryTambiénGuardaSecretos #Omg

¡Holis! ¿Sorprendidas? ¡Ahora podremos descubrir un poco más sobre Harry! Estoy entusiasmada con ver lo que pensáis :) <3

Como habréis visto, esta obra es un complemento a "Mi sueño, mi vida", así que espero que os guste y que os permita conocer a Harry un poco mejor <3

No me voy a poner un horario para publicar esta historia, porque mi prioridad es seguir con "Mi sueño, mi vida" y dedicarle más tiempo, pero espero poder subir una entrada del diario cada semana :)

¡Un beso y gracias por leer!

Red Rose.


Querido Diario, Querida RaquelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora