Cyrano

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Me encontraba en la oficina de Anker, en cuanto colgué el teléfono bajé a buscar a Anker, había muchas personas y todas me observaban pero no me atreví a mirar a ninguno, no estaba lista para conocer a más persona, localicé a Anker y le dije que necesitaba hablar con el.
-¿Qué sucede Laia? Creí que estabas dormida, es muy tarde...-dijo Anker.
-Acabo de hablar con mi padre adoptivo, me dijo que alguna vez vio hablar a Ajax con un hombre mayor... Cyrano.. ¿Te suena?- dije con los ojos muy abiertos.
Anker soltó un suspiro y observó de nuevo a su pared de fotos, no veía a ninguna en particular.
-Cyrano era el padre de Ajax, él no estaba de acuerdo que viviera con nosotros... Quería que regresara a su hogar, pero Ajax era terco cuando tomaba sus desiciones... Cuando desapreció Ajax, Cyrano nos culpó- explicó triste Anker.
Nos quedamos callados unos minutos.
-Cyrano, es mi abuelo, ¿Vive aquí en Chicago?- pregunté.
Anker me miró y negó con la cabeza.
-No lo sé, la noche en que desapareció Ajax fue la única y última vez que vimos a Cyrano.-me respondió Anker.
Ajax es una maldita incógnita.
-Laia... Sé que es difícil, pero ten paciencia... Encontrar a alguien no es sencillo y más a Ajax- dijo Anker.
-No estoy segura si es buena idea que me ayudan a buscarlo, todos ustedes deben estar muy ocupados y yo simplemente soy una chica que busca a su padre, no soy nadie- dije cansada.
-Te equivocas- dijo Anker- Ajax era alguien muy especial para nosotros, que llegaras aquí fue un regalo... Tal vez sea el destino..-dijo sonriendo.
Me levanté y observé la foto de Lisa y Ajax.
-Te pareces a él- dijo de pronto Anker.
Ajax tenía el cabello negro y ojos azules, facciones marcadas y una bonita sonrisa.
Tenía sus ojos y el cabello de mi madre.
-Solo los ojos- contesté aún observando su fotografía.
-Ajax jamás te hubiera dejado si no tuviera alguna razón, lo conozco y sé que él te amaba con todas sus fuerzas.. Así como amaba a Lisa..- dijo Anker mirando la fotografía a mi lado.
-Ojalá tengas razón, pero mientras no lo encontremos no sabremos si en realidad me amaba..- dije en un susurro.
-Lo descubriremos- dijo Anker en una promesa.

Habían pasado dos semanas desde que llegue con Anker.. Había conocido a algunos de ellos.. Conocí a Acacia, Aretha y a un pequeño de 10 años llamado Basha, había conocido a otros cuantos pero no recordaba sus nombres, al parecer todos teníamos nombres raros.
Era Lunes y decidí salir al centro de Chicago, aún no teníamos nada para encontrar a Ajax y comenzaba a desesperarme, hablaba diario con mis padres y Olivia no paraba de llamarme, aún no contestaba sus llamadas.
Me gustaba venir al centro.. Observar a las personas, ver sus vidas encerradas en una burbuja, aunque no me gustaba chocar con ellas, porque siempre veía sus muertes, accidentes.. Asesinados.. Muertos por vejez.. Era difícil saber que no podría hacer nada por ellos.
Decidí ir al parque donde me llevo Lander cuando lo conocí, caminaba por un sendero lleno de bancas donde había personas que disfrutaban de su tarde comiendo un helado o platicando su día con otros.
Me llamó la atención un chico, estaba sentado de espaldas y dibujaba algo.. A una persona o tal vez un paisaje, era difícil ver desde aquí, así que me acerqué para observar su obra..
No era un paisaje lo que dibujaba, era una persona.. Y esa persona era yo.
El chico estaba pintando un retrato de mi..

El precio de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora