Capitulo 35

74 4 0
                                    

 "Juntas"

Cuando Dulce despertó ya era de mañana de nuevo ¿Había dormido tanto? Esa idea la espanto. Se levantó apresurada a ver la hora. Era tarde, por lo que decidió que tampoco iría a trabajar aquel día. Se sentía mucho mejor.

-¿Rosana?-llamó recordando que su mamá estaba ahí. Nadie respondió, Presidente Miau llegó a ella maullando mientras agitaba su peluda cola.- ¿Y mi mamá Presidente?

Busco en todo el departamento pero no encontró ni rastro de ella... Esto la enfureció ¿Cómo había sido tan tonta como para pensar que Rosana se quedaría hasta que despertara? Se ducho enojada y se cambió de mal humor por haber sido tan inocentemente estúpida. Alimento al gato y tomo las llaves del BMW para dirigirse al hospital a ver a Manuel. Cuando llegó Manuel ya se estaba yendo en silla de ruedas.

-¡Dulce! Hola hija, hoy me dieron de alta ¿Pasa algo malo?-pregunto él al ver la cara de limón con toronja en ayunas que traía Dulce.

-Rosana-contesto ella malhumorada. Dora la miro apenada.

-¿Te fue a ver?-pregunto Manuel entendiendo el mal humor de su hija.

-Sí

-Dulce ¿quieres venir a comer con nosotros a la casa?-pregunto Taylor interrumpiendo. Ella lo miro y sonrió.
-Shy, Dulshe ven-apoyo Ángel con su carita como su nombre.

-Está bien.

-¡Yeei!-gritaron los dos niños contentos.

-Llamare a un taxi-anuncio Dora tomando su celular.

-No, vamos en mi coche-dijo Dulce caminando hacia el BMW, los niños al verlo soltaron un grito de admiración. Manuel la miro con ojos apagados y Dulce le sonrió. Manuel se subió al coche con algo de dificultad, aún estaba débil. Dora se encargó de meter la silla de ruedas a la cajuela.

-Mamá ¿Puedo ir adelante con Dulce?-pregunto Taylor a Dora cuando todos estaban subiendo.

-No mi amor, aún eres muy pequeño-contesto Dora acariciando la cabeza de su hijo con ternura. Taylor la miro triste y luego le dirigió una mirada suplicante a Dulce.

-Por favor-le pidió en voz baja, Dulce le sonrió.

-Está bien Dora, que se suba adelante iré despacio.

Dicho esto el niño subió rápidamente mientras empezaba a tocar todo lo referente a la radio.

-¡Amo tú carro!-admiro Taylor cuando ya estaban saliendo del estacionamiento.

-Gracias-le dijo Dulce, Dora se encargó de darle la dirección de la casa. Taylor encendió la radio y así se fueron escuchando música.

-Da vuelta en esta esquina-dijo Dora después de un rato, llegaron a una casa algo pequeño pero bonita, el jardín tenía pasto y había varios juguetes regados. Cuando Dora abrió la puerta un gran Golden Retriever salió a saludarlos contento meneando la cola de cepillo.

-¡Brandy!-saludo Taylor al perro. Ángel bajo corriendo del carro a saludar al perro también. Manuel los miraba desde lejos sonriendo.

-Siempre quisiste tener un hijo-recordó Dulce acercándose a él.

-Sí, pero tuve a mi princesa y fui igual de feliz cuando te tomé en mis brazos y no eras más grande que un pan.-contesto Manuel con aire soñador. Dulce sintió que él mal humor se evaporaba de su pecho. Comieron tacos, hacía mucho que Dulce no comía tacos y se alegró de hacerlo. Brandy se acercó pidiendo comida.

-No, Brandy-regaño Dora haciendo que él perro se encogiera.

-Es muy bonito-dijo Dulce mirando al perro mientras se tiraba en la alfombra triste.

-Sí, tiene cachorros-le contó Taylor-Tenemos a Asha, es su novia y está afuera en el patio con los cachorros.

-Qué bonito, siempre quise un perro pero papá nunca me lo compró-dijo Dulce mirando a su padre con aire acusador.

-¿Quieres uno de los cachorros? Estamos buscando un hogar para ellos. Son dos hembras y tres machos-comentó Manuel intentado reparar que nunca le había dado un perro.

-Me encantaría, pero tengo a Presidente Miau y no se sí le gustara...

-¿Presidente Miau?-pregunto Dora riendo.
-Mi gato

-¿Tienes un gato que se llama Presidente Miau?-le pregunto Dora incrédula, Manuel rio.
-Siempre le gustaron los nombres raros-dijo él, todos en la mesa riendo.

-Papá, vamos a jugar- le pidió Taylor tomando un balón de básquet ball, Manuel se veía cansado y pálido pero se paró de buena gana a jugar con sus hijos. Cuando las dejaron solas Dora la miro apenada.

-Lo siento, pensé que tendrías que hablar con tu madre de nuevo-se disculpó ella, Dulce la miro intentando enojarse, pero no pudo.

-Arg ya no importa...

-Mi esposo era alcohólico, a Taylor y a mí nos trataba muy mal y lo termine dejando sólo con Taylor yo la verdad no sabía qué hacer y abandoné a mi pequeño por unos meses pero cuando volví por él, estaba mal, mi esposo lo maltrataba y muchas veces no le daba de comer.- los ojos de Dora se empañaron por las lágrimas acumuladas- es por eso que tiene problemas para confiar en las personas.

-¿Por qué me dices todo esto?- preguntó Dulce pasándole una servilleta. Dora la miro agradecida y se sonó la nariz.

-Porque Manuel me contó la historia de cómo los dejó Rosana. Sé que debiste sufrir bastante y más porque Rosana nunca volvió pero tienes que entender que estaba asustada, ninguna madre en su sano juicio dejaría a su hijo con un loco alcohólico pero hay veces que no tienen remedio.

-Sí lo hay, sólo que no lo buscan. Rosana se fue y me dejó con Manuel valiéndole un pepino el destino de su hija ¿y ahora quieres regresar a pedir disculpas? Se puede ir por un tubo.

-¿No te alegraste de verla?-pregunto Dora sonándose la nariz

-Puede ser, pero me levanto y se larga. Parecía como si hubiera sido un sueño y de repente... me desperté.-dijo Dulce con tristeza, Dora se levantó y le dio un fuerte abrazo, Dulce no se había dado cuenta de cuanto necesitaba uno hasta que Dora se lo dio y rompió a llorar ¡Rosana era su madre y le valía una cachucha lo que sentía ella! Pensó mientras lloraba, Dora le acaricio la cabeza.-Siempre me importo ¿Cómo no me iba a importar? Era mi mamá.

-A veces fingimos tanto... Tranquila, shh



Vendida - Justin Bieber [adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora