¿Por qué a mi?

Capitulo 1

La cabeza me daba vueltas, por un momento olvide todo lo que sucedía a mí alrededor. Sentía que en cualquier momento iba a vomitar. Y, si, Vomite.

- Eres un cerdo!- escuche un grito

- Qué asco, defiéndete, así no es divertido- escuche otra voz

- Pelea, pelea, pelea- se escuchaba a coros.

Recordé todo de golpe, estaba en medio de una pelea, si es que, a dos chicos, grandes y brabucones golpearan a un solo muchacho se lo llamase pelea.

Observe a mi alrededor, estaba un poco borroso por el golpe que había recibido en el ojo izquierdo. Había un circulo formado a nuestro alrededor, todos con el uniforme del apestoso colegio. Odiaba venir al colegio. Y no era porque no rendía bien académicamente. No, mis notas eran buenas, el problema era que no tenía amigos, y era el centro de burlas y acoso. Solo hay una palabra para esto: Bullyng.

Otro golpe en el hombro derecho, este me dolió demasiado, y caí al piso, al lado del vomito que acababa de expulsar, el cual era producto de un golpe en el estómago que había recibido con anterioridad.

- Levántate estúpido Carlos- dijo uno de mis agresores con burla.

Solo quería ir a casa, no había hecho nada para estar en una pelea.

Hoy se supone que sería un día normal y monótono. Todo lo malo empezó a partir de recreo, estaba leyendo un comic, y Julio se acercó y me lo quito, lo tiro al piso, lo pisoteo y luego lo arrojo al cesto de la basura. No entendía, y sigo sin comprender el ¿Por qué lo hace? Yo no le hice nada. Julio y Daniel se burlaron de la expresión que hice, y como no, estaba horrorizado. Me levante y saque mi comic de avengers del cesto de la basura. ¿Qué le pasa a Julio, no veía que eran los Avengers?

- ¿Me estas retando imbécil?- Me grito Julio cuando volví a mi asiento.

Yo no respondí, tenía miedo de que me golpeara. Agache la cabeza y decidí ignorarlo, así se cansaría de molestarme y me dejaría. Oh si, soy genio.

- Jajá! El ñoño me está retando- agache más la cabeza. Vamos Carlos ignóralo.- Pues, bien! A la salida, te espero.- Y sin más se marchó.

Me volví hacia mi comic, y me dispuse a volverlo a leer. A la salida, te espero. Me petrifique. ¿Pero qué mierda acaba de pasar?

Estuve el resto de la clase mirando el odioso reloj que no dejaba de dar vuelta, anunciando que faltaba poco para que fuera salida.

Guarde todas mis cosas antes de tiempo, preparado para salir corriendo como la gallina precavida y alérgica a los golpes que era. Tenía un plan perfecto para escapar. Todo estaba fríamente calculado en mi mente.

Primero: Me siento a lado de la ventana, así que tiraría mi mochila por allí, la cual caería a unos arbustos.

Segundo: pediría permiso para ir al baño minutos antes de que tocara la campana de salida.

Tercero: Al entrar al baño saldría por la ventana, y caería sobre unos arbustos.

Cuarto: Agarraría mi mochila y saldría ileso con dirección a mi casa.

El plan perfecto. Y lo hubiese sido de no haber sido que luego de tirar mi mochila, y pedirle permiso para ir al baño, el me negó la salida. Luego de rogarle como veinte veces accedió; pero ya había perdido tiempo y en unos minutos tocaría salida. Corrí hacia los baños, y al tratar de salir por la ventana me di cuenta de algo: No alcanzaba llegar a esta. Aun no era lo suficientemente alto como para alcanzarla, ni siquiera saltando. Luego de intentar saltando y ver si podía trepar la pared como el hombre araña y fallar, cayendo de trasero, en el intento, lo escuche. El timbre sonó.