JERINGAS

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- ...Con jeringas?.- exclamo como asustada.

- Si, creo que es una de las partes mas fuertes de toda esta historia...

- Bueno nunca experimente algo con jeringas, bueno si solo mis remedios pero nada más.

- Mi hermano lo necesitaba así que transcurriendo los días, mis padres se dieron cuenta de que el ya no comería, pero no queríamos que lo alimentaran por sonda (con las mangueras en la nariz) y empezaron los días mas difíciles de todo ese año, aveces la gente puede creer que tiene el control de todo y bueno... Todo ira normal, pero no es así, mis padres creyeron que seria fácil alimentarlo con jeringa pero no.

- Esta historia es algo... Complicada, me llegan a dar escalofríos cuando la cuentas... Todo esto lo haz vivido con tu familia?.- exclamo preguntando.

- Si... Antes no podía ni decir una palabra porque inmediatamente explotaba en llanto.

- Déjame decirte que eres una niña sumamente fuerte.

- Algún día conocerá a mi mamá y se dará cuenta que ella si es la persona mas fuerte.

- Debes saber Conny... Que las mamás damos la vida por nuestros hijos.

- No todas lamentablemente, conozco algunas que darían lo que fuera por botarlos, por el simple hecho de no querer esforzarse. Pero bueno... Recuerdo el día que me toco a mi ayudarla, ya que mi papá no estaba.

- Y lo lograste?.

- Lamentablemente no, al comienzo si, mi mamá tenia la jeringa lista... Fuimos hasta su pieza y ahí estaba mi hermoso hermano... El aun no tenia idea de lo que haríamos y eso era lo peor. Mi mamá lo acostó en la cama y se subió arriba de el inmovilizándole las piernas para que no se corriera y se tragara todo, me pidió que le sostuviera los brazos y ese fue mi aporte. Le sujete los brazos y mi mamá llevo la jeringa hasta su boca... Yo me acuerdo que el... El... No paraba de llorar.-solloce-. Escupía lo que mi mamá le daba, y era tanto lo que el lloraba que solté sus brazos y corrí a mi pieza a llorar. Estaba enojada, molesta, pero no pensaba que lo que ellos hacían, lo que mi mamá hacia era para ayudarlo, que fue lo que me hizo fuerte, con eso descubrí que debía dejar las lagrimas atrás y comenzar a tener un cambio de emociones.

- Y eras tan pequeña... Es horrible lo que me cuentas. Te escucho y me dan unas ganas inmensas de llorar.

- Pero no lo haga por favor, no quiero que esta historia haga que usted me vea con lastima, ni que también llore.

- Jamas te veré con lastima Constanza, si no como una luchadora, una valiente guerrera y si lloro es mi problema tu tranquila que algo que debes saber es... Que hace muy bien llorar.

- CLARA!, ya debemos irnos ya es muy tarde.- exclamó el chico.

- Solo espérame unos minutos mas Diego, voy enseguida.- exclamo riendo.

- ¿Quien es el?.- reí de mi curiosidad.

- Es mi nieto, Diego. Tiene 15 años por si quieres que le hable de ti.- reímos juntas.

- No gracias.- reí de nuevo-. Solo mándele mis saludos, nos vemos mañana...

- Claro pequeña, nos vemos mañana...

Even So I Love YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora