CONTINUEMOS

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- Gracias de verdad... Pero ahora debo continuar... Menos lágrimas y más palabras.

- Como gustes pequeña.- exclamó observándome.

- Como dije ya sabía que no debía preguntarle a mamá, y comencé a averiguar sola, era sumamente difícil. Una niña de tan solo 11 años tratando de averiguar por que su hermano no era como los demás, pero a pesar de todo eso uno jamás debe rendirse o quizás esa es mi mentalidad, decidí un día comenzar a observar a mi hermano en cada paso, movimiento o sonido que el hacía... Y bueno por mi bajo conocimiento en ese tiempo yo hubiera dicho que solo era un niño malcriado, así como todos los que lo veían.

- ¿Te molestaba que lo nombraran como malcriado?.

- En verdad si, uno no puede juzgar a una persona sin saber como es en verdad, en mi parte casi me convierto en una persona estúpida, en una de esas personas que no tienen nada mejor que preocuparse de la vida de los demás, muchas personas creen que el ser diferente es ser "anormal" claro si es que así se le puede llamar, yo lo veo algo distinto, considero que las personas "diferentes" son las que marcan la diferencia... Las que pueden hacer una historia mucho mas bonita y comprometedora.

- Creo lo mismo pero debo admitir que sin ningún motivo aveces me rió de gente "diferente".

- Todos alguna vez, yo nunca llegue a pensar que mi hermano tenía algo mucho mas complicado que un simple efecto de vacuna, como dije llegue a creer que era malcriado, habían momentos que me daba vergüenza estar con el, me preguntaba a mi misma por que vergüenza si era mi hermano y necesitaba saber entonces que era lo que le pasaba, no podía quedarme pensando por que no hablaba, por que no comía o por que no tenía un sueño normal... No podía quedarme pensando en por que la vacuna reaccionó así en el, no podía vivir de vergüenza si era obvio, era mi hermano... mi hermanito, mi mamá lloraba y yo no sabía como ayudarla, entonces... Era mejor preguntar.

- ¿Y entonces le preguntaste?.- exclamo la abuela.

- No, no era el momento, mi hermano había dejado de comer, lo que fue algo terrible para todos por que cada vez estaba mas flaco, todos los días solo 1 o 2 leches y listo, eso comenzaba a afectarnos a todos... Más era la desesperación la que comenzaba a notarse, pasaban los días y benjamín no comía absolutamente nada, mis padres decidieron llevarlo al doctor, nadie se esperaba nada bueno, el peso de mi hermano estaba bajo a lo que correspondía para su estatura y edad, y todos exactamente como debíamos estar... Preocupados.

- Continua...

- La decisión estaba en mis padres, el doctor les informó que si Benjamín no lograba comer otra vez le pondrían mangueras por la nariz para lograr alimentarlo un poco... Y fue cuando me extraño lo que mamá mencionó, era o el camino de las mangueras o simplemente alimentarlo nosotros... Pero con jeringas.

Even So I Love YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora