Carta para Naori Nagatsume, mi mamá.
"Hola mamá, te escribo esta carta para contarte todo aquello que no he podido decirte en persona, estoy viviendo duros momentos aquí, pero espero que al fin y al cabo valga la pena poder acabar los estudiasen la ciudad de Berlin. Echo mucho de menos vuestra presencia y estar unidos como familia. Hace frió, como pocas veces he experimentado en mi vida, aquí no para de nevar, esta habitación dónde te escribo esta carta llena de fotos, de ti y padre y de la infancia, me da fuerzas para seguir luchando por aquel sueño que siempre tuve de niña, y es convertirme en una gran científica como mi madre, a laquea tanto quiero y admiración le tengo. Con lagrimas en los ojos ésta carta me sirve como salida a la realidad y quiero sincerarme contigo, de madre a hija y de mujer a mujer, no puedo seguir mintiéndome a mi misma. Aquí en Berlín no he sido bien acogida,muchas de las personas que me ven por la calle me repudian mirándome y tratándome de forma injuriosa trasmitiendo un mensaje de hostilidad al ver mis rasgos asiáticos, han pasado 34 años de la Segunda Guerra Mundial, pero aquí el recuerdo de los actuales ciudadanos alemanes es el terror que condujo nuestras formas y costumbres bélicas, que no solo llevo la muerte de miles personas, sino todo aquello que paso acto seguido de terminar la guerra, la intolerancia, y el odio jamás desaparecerá.
Nunca pensé que reconocería esta desdicha, de las cuales no sois culpables, pero la hostilidad que siento cada día por la gente queme rodea es de las cosas más insignificantes que realmente me ocurre, es muy caro vivir y estudiar aquí mamá, ustedes me envían dinero de cual agradezco, se que los tiempos que corren no son los óptimos, pero he tenido que llegar a otras formas para financiármelos estudios para estar aquí.
He intentado trabajar de muchas cosas estos dos años que llevó aquí,en un principio acabé en un supermercado de reponedora, cierto era que no era de los peores trabajos que una persona podía tener, perore pagaban muy poco, y apenas podía llegar a fin de mes, lo intenté también de camarera en un bar, pero las condiciones laborales y todo el tiempo que tenía que trabajar me impedía estudiar, sumándole que tampoco era un trabajo bien pagado.
Una de esas tardes como camarera conocí a un señor mayor, que tendría al rededor de 72 años, con el que tuve una conversación de las que como mujer y persona tuve que denigrarme a asumir y aceptar su petición porque no llegaba a fin de mes, apenas podía comer y no tengo dinero ni para poder pagar la calefacción de esta fría habitación. Quedé con ese hombre en un motel, me dijo que repagaría una gran suma de dinero por hacer de chica de compañía, y durante esa larga hora sentí ganas de llorar y mismamente morir.
Sentía sus manos tocándome, eran frías, me sentía como un objeto vendido,no era nadie, no era más que una muñeca de trapo, madre, no era esa mujer que educaste, no era esa mujer que formaste, era escoria.
Me pago y se fue, me sentía sucia, tenía que lavarme, y perdí el norte, cuando llegue a casa me lave la piel con amoniaco, provocando me quemaduras en la piel, estuve mal, pero eso ya ha pasado mamá,tendré que acostumbrarme a vivir de esta forma, a vender mi cuerpo,a ser nadie, para poder ser alguien.
Cuando vuelva a Japón me notarás un poco más delgada, pero sigo teniendo esa mirada, esos ojos, eso que en mi lograste guardar, me da mucha rabia no poder volver tiempo atrás y estar más tiempo con Padre,que desde su muerte, aún no podido asimilar su ida, ya son cinco años desde que se fue, pero nunca nos ha dejado, cada vez que tengo un día malo, pienso en él y en ti, y en todos esos momentos que he vivido.
Te quiero mucho mamá.
Con amor, tu hija Ikaru."
La carta jamás fue enviada.
Mi hermano siempre me decía, Lilith, ten siempre un paraguas a mano, en Europa nunca sabes cuando puede llover y cuando sale el sol, tenía razón, hoy era un día lluvioso, Berlín era un sitio precioso, me trataban con mucha amabilidad, y cierto es que, pese estar en la zona de ocupación de mis paisanos Estadounidenses, la gente maneja bien el inglés y eso me ayuda bastante. Era mi primer día de carrera,era la única norteamericana que estaba en la clase, como soy muy despistada me perdí en el edificio buscando mi clase, y llegaba con ligero retraso, era la clase 213, que si hubiese pensado un poco en ese momento, las clases que empiezan por 2 es el piso y 13 la clase,pero no era un buen momento para hacer de Sherlock Holmes, toque la puerta y entre, pedí disculpas por el retraso, y tuve que pensar donde sentarme, vi un sitio libre al fondo de la clase, donde se sentaba una chica asiática, que en ese momento no podía decir si era japonesa o coreana, le dije que si podía sentarme a su lado, y ella de forma fría cedió a concederme el sitio. El profesor comenzó a pasar lista, me apellido es poco común en Norteamerica, Lawliet, después de nombrarme a mí, nombró a mi compañera, pude confirmar su procedencia, ella se llamaba Ikaru Nagatsume, algo que me fascinaría muchísimo por que siempre tuve un cierto aprecio irrefutable a la cultura japonesa, ya que, uno de mis ídolos en el campo de la ciencia era el Doctor Gendo Yamata. Ella era tímida,había leído sobre la cultura japonesa y cierto era que no eran muy sociables, me aventuré en conversar con ella después de clase y así lograr entablar una conversación.
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DARK SKIES AND HEAVY RAIN
Science FictionTokio 1983, La posibilidad de conseguir la evolución del ser humano puede ser una realidad, pero, muchos son sus detractores. Dolor, drama, psicológico y la filosofía muestran un sólo camino, la evolución.