Uno

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Astrid

Estaba sentada en nuestra fuente esperando por Cooper, mi mejor amigo, se puede decir que desde el día en que nos conocimos somos inseparables, él es la personita en la que más confío en el mundo. El primer día, bueno el día del examen de admisión, cuando me invitó a salir de una forma tan tonta-linda pensé que seríamos algo más, desde el momento en que chocó conmigo dije "que guapo chico" y juro que es un niño mega guapo, tiene cabello claro, no es rubio, ojos de un color azul en lo que te puedes perder, déjame decirte que no me importaría naufragar en esos ojos; yo era de esas chicas que cuando leía un libro juvenil y describían al protagonista como guapo, fortachón pensaba que las autoras si tenían mucha imaginación, pero cuando lo conocí descubrí que ese tipo de muchachos si existían y él era un claro ejemplo. Cooper además de ser súper guapísimo con el que todas las chicas sueñan, es un niño de lo más tierno, es un romántico, al que no le importa ver películas "para chicas", con él puedo hablar hasta altas horas de la noche, siempre está ahí para mí y se lo agradezco millones.

Cuando hablo sobre él podría durar una eternidad, es mi mejor amigo, sí, pero desde que lo conocí siempre he querido ser algo más. Les juró cuando me invitó a salir pensé: "¡oh dios! Comenzaré universidad con novio" y nada de eso, creo que no le gusto de esa manera, de todos modos lo importante es que tengo a esa chulada de criatura en mi vida.

Hace como tres meses que comenzaron las clases en la universidad, los dos estudiamos derecho, ser abogada siempre ha sido mi sueño; de cualquier forma desde que me topé con Cooper nos conectamos de una forma que no puedo explicar, debes vivir esta situación tú mismo. Muchos podrán preguntarse: ¿cómo con solo un poco más tres meses se ha convertido en mi mejor amigo?, pero es de esas personas que no tardas en encariñarte y a mí el amor me nace muy fácil, además para este tipo de cariño y esta confianza el tiempo es únicamente relativo.

Como estaba diciendo antes de distraerme con mis pensamientos de Cooper, estoy esperando por él en nuestra fuente, aquí es donde siempre nos encontramos o venimos en nuestras horas libres, el horario que nos proporcionaron es de lo peor, tenemos una clase, después dos hora de nada y por último ya seguía nuestro día lleno de clases, pff, lo peor; aunque sea así de frustrante el horario es muy ligero cuando tienes a Cooper a tu lado. A lo lejos logré verlo, su forma de vestir era como todo él, medio formal-medio casual, pero siempre apropiado para toda ocasión; caminaba tranquilamente sin ninguna prisa y yo me vine como loca, tengo uno de esos defectos que le llaman "impuntualidad" y él es de las personas más puntuales del planeta, vine lo más rápido que pude (corriendo, sólo un problema, no soy nada, pero NADA atlética) para llegar a tiempo y él vine con esa tranquilidad, estúpido Cooper.

Cuando llega a mi lugar se asombra y comienza a reír al verme toda hiperventilada.

-Te dije que a las 11:30 para que llegaras a las 12:00- comienza a reír, -no esperaba que por una vez en toda tu vida llegaras a tiempo.

-Claro, que risa- comencé a quejarme, - ya dime para que querías que nos viéramos a la madrugada un sábado y lo peor en la escuela, ¿es qué no te cansas de venir todos los días?

-¡Qué dramática eres!, el dramático de los dos soy yo, así que cálmate.

-Si ya como sea, DIMEEE...- le grite como desesperada mientras jalaba su camisa recién planchada, no sé porque plancha su ropa cuando después de cinco segundos se va a volver a arrugar.

-Bueno ya, no me jales, maldita exagerada- dijo mientras reía. Sip, este es nuestra relación, mejores amigos ¿recuerdan?

En hincó, mostro una rosa blanca que traía escondida quien sabe dónde, pobre rosa, y comenzó a cantarme nada bien a decir la verdad (él era un desastre cantando), pero lo importante era la canción era "James Dean & Audrey Hepburn" de su banda favorita Sleeping With Sirens...

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⏰ Última actualización: Dec 19, 2015 ⏰

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