Abrí los ojos molesta por el terrible olor que salía del pasillo. Miré el reloj; 04:56 am, es extraño, pues la última vez que había mirado el reloj (cerca de las 3 de la mañana) ese olor no estaba. Me levanté y revisé cada esquina de la habitación sin encontrar qué era el responsable de esto.
Salté asustada al oír un ruido por el pasillo. No es que me entusiasmara la idea de salir, aún así la curiosidad siempre fue uno de mis mayores defectos por lo que no pude evitarlo.
Miré a ambos lados del pasillo, todo vacío. Al fondo de éste vi una sombra, por lo que la seguí, suponiendo que sería el generador de aquel ruido.
Aquella persona se movía rápido y prácticamente tuve que seguirla corriendo para intentar alcanzarla aunque se me hacía imposible. Me llevó a lo largo de varios pasillos hasta que oí como se metía por una puerta por la que nunca había entrado antes.
Era una especie de piscina interior abandonada. Aquel lugar estaba totalmente vacío y me pregunté qué demonios estaba haciendo aquí, ¿Persiguiendo una sombra? ¿En serio?
– ¿No puedes dormir, eh?.
Una voz a mi espalda me sobresaltó tanto que pensé que se me saldría el corazón por la boca.
– Jimin, me asustaste.
– Como siempre entonces.
– ¿Fuiste tú el del ruído?
Él solo se encogió de hombros.– Es un hotel muy viejo, probablemente fueran las tuberías.
– ¿Y ese olor a podre?.– Nada más decirlo me di cuenta de que aquí era mucho más fuerte, por lo que me llevé las manos a la nariz.– Dios, es terrible.
– ¿Sabes que el olor a podre indica que la muerte?
– ¿Crees en fantasmas, acaso?.– Me reí un poco y él negó con la cabeza y puso una sonrisa de lado.
– No del todo. Pero sí en los cadáveres.– Su sonrisa se ensanchó e hizo un gesto con la cabeza para que mirara hacía atrás. Yo me giré confundida y luego no pude evitar soltar un sonoro chillido. Donde antes estaba la piscina vacía ahora se encontraba llena de cadáveres apilados, ensangrentados y completamente dañados. Después de gritar di un paso para atrás, asustada e intentando huir. No pude moverme mucho, pues el cuerpo de Jimin me lo impidió. Me giré para verle y seguía teniendo la misma expresión de siempre, como si nada ocurriera.
Grité y grité una vez más pero parecía ser inútil.
– Jinhe.– La voz de Jimin resonó por mis oídos, haciendo que abriera los ojos y me encontrara con el techo de mi cuarto. Me incorporé y vi a Jimin sentado en la silla en frente a mi cama, fumando un cigarrillo y sin apartar la vista de mi.
– ¿¡Qué cojones haces aquí, Jimin!?.– Le tiré un cojín, pero no le alcanzó. Él rodó los ojos.
– No es como si fuera la primera vez que entro.
– Eso no significa que esté bien.– Le contesté. Miré el reloj de mi mesilla. 04:56 am. Justo como en mi sueño.
– ¿Por qué siempre tienes pesadillas?
– No siempre.– Me levanté y fui hasta el baño para refrescarme la cara, noté como él me seguía.– Solo desde que llegué aquí.
– A tu abuela le pasó lo mismo al principio.– Comentó mientras se apoyaba contra el marco de la puerta del baño. Dejé la toalla con la que me estaba secando la cara y lo miré enfadada.
– ¿Puedes dejar de comportarte como si estuvieras viviendo aquí desde el siglo pasado? Tienes 19 años, cuando mi abuela se mudó al hotel yo tenía 5 años por lo que tú tenías 7. ¿Te mudaste aquí con 7 años? ¿Sí? Por favor.
Él tiró el cigarrillo por el retrete y se acercó a mí intentando parecer intimidante. No me daba miedo alguno.
– ¿Si te digo que sí me crees?.– Yo negué con la cabeza y él soltó un suspiro y me miró un buen rato.
– ¿Sabes si en este hotel hay piscina interior?
– Eso no te importa.
– ¿Y si quiero llenarla para bañarme?
– Si quieres bañarte te dejo mi cuarto de baño, hay una bañera gigante donde cabemos los dos perfectamente.– Le pegué en el pecho.
– Eres gilipollas, hablo en serio.
– Yo también.
Salí del baño cansada de sus tonterías de siempre. Siempre decía tonterías y nunca respondía a mis preguntas. De todas maneras cuando las respondía solo me creaba más dudas.
Me acerqué hasta la puerta de la habitación y la abrí, indicando que se fuera. Él se acercó a la puerta para irse pero antes de que se la cerrara en las narices la paró con la mano.
– Aunque hubiera una piscina, créeme que no te gustaría verla.
Y esto es a lo que me refería con responderme creando más dudas. Imbécil.
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Hotel ☹ jimin
FanficTú destruyes, él destruye. Tú molestas, él molesta. La vida es justa, pero eso no significa que siempre acabe feliz. Libro 5 serie «Spooky Bangtan».