16 <<Charlie>>

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Nunca voy a olvidar ese día. 

El día de mi cumpleaños 16. 

¿Qué amiga estaría con completos desconocidos sufriendo de una timidez total?

¿Qué amiga iría en contra de todos sus principios y en contra de su madre por una fiesta?

¿Qué amiga se fumarían un porro por su amiga?  


Sé que todo fue mi culpa. Lo sé. Pero eso no cambia el hecho de que esa noche haya sido una de las mejores de nuestras vidas.

***

Sabía que iba a ser difícil. En contra de si mismas. Pero, quizás no seria imposible.

Aquí voy

-Chicas, el viernes, ya saben, mi cumpleaños... y hay una fiesta... y es mi cumple... y saben lo que me gustan las fiestas... y... ¿porfi?

Sus miradas ya me lo decían todo. 

-Es solo una noche, un rato, una vez al año... ¿tanto les cuesta?

-No se si me van a dejar- dijeron al unisono.

Ya me lo imaginaba.

-Podrían decir que se quedaran a dormir en mi casa...

-No lo se, Charlie. A mi no me gustan estas cosas- dijo Shey. Paz y Luna asintieron. 

Y en resumidas cuentas, con mi gran encanto y poder logre convencerlas. 

Así que el viernes ahí estábamos. Ante una altas puertas. Las chicas se habían arreglado... a su manera, claro.

Sería nuestra primera vez en un club. Ya sé escuchaba la música.

Basta de nervios. Empujamos las cuatro a la vez las grandes puertas y allí estábamos.

La música era ensordecedora dentro. 

-No nos separemos. Escucharon bien, no?- Gritó Luna.

Todas asentimos. No podíamos escucharnos. 

Llegaron las doce de la noche y era oficialmente mi cumpleaños. Y también oficialmente había perdido a tres amigas dentro de este lugar.

Ni Paz, ni Luna, ni Sheyla.

¿Dónde quedo lo de no separarnos?

En un momento estábamos bailando y de repente no las encontré  más.

Yo las traje, debo ir a buscarlas. O por lo menos saber si están bien. 

Abrí el Whatsapp y les mande mensajes a todas. 

Ninguna contesto.

Pendejas.

El lugar era demasiado grande y la masa de personas engullía a todos allí.

Intente gritar pero era imposible con la música tan alta.

Comencé a buscar por los costados. Había espacios delimitados por unos sillones. Mientras avanzaba  revisaba cada uno. Había de todo aquí.

Y de repente reconocí una cabeza pelirroja en medio de un grupo. Codee a las personas de alrededor hasta estar parada enfrente del grupo. Y allí estaba Luna, con una cara de terror absoluto, un vaso en su mano, y una chica y un chico agarrados a su cintura besándose. 

Girls in ProblemsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora