Charlie nos había dicho que quería ir a una fiesta para su cumpleaños y a mi no me gustaban las fiestas,pero por mi amiga voy igual.
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Estaba buscando que ponerme y no encontraba nada que me gustara, hasta que encontré algo que me gustó e iba con mi estilo (multimedia)
Llamé a Paz.
Llamada
-Hola Paz, ya estoy lista, vos ya estas?
-Sí, sí, ya estoy lista.
-Vení rápido que se nos hace tarde- Paz me vendría a buscar para la fiesta.
-Bueno, sí, ya voy.
-Chau. Apúrate.
Colgué la llamada.
Mientras esperaba a Paz, estaba revisando mis redes sociales.
Y han pasado ochenta y cuatro años y al fin apareció Paz.
-¿Por qué tardaste tanto?- le reclamó.
-Hola, ¿no?- me respondió Paz.
-Holaaaa. Bueno, dale, vamos.
...
Nos habíamos perdido todas. No sabia donde estaban. Había mucha gente alrededor y no las podía distinguir entre la multitud.
Había bebido mucho. Hasta al punto de que estaba muy borracha.
Empecé a bailar sola ya que las chicas habían desaparecido. Entonces se me acercó un chico y así empezamos a bailar lo más común. Era muy alto,un metro noventa, rubio y con unos ojos medio verdes medio marrones. Me susurró que se llamaba Rubén y no dijo nada más.
Al rato, me llevó con sus amigos. Nos sentamos juntos y me dieron algo para beber. Más alcohol para mi cuerpo. Tomamos, tomamos. Y de repente me empezó a besar y no sé por qué le seguí el juego. Después se acercó una chica, y me rodeo la cintura igual que Rubén hacia. Estaba muy tomada como para que me importara.
-Soy Tamara- me susurró la chica en mi oreja y luego la lamió.
-¿Qué?-dije girando hacia ella.
Y ahí nomas me beso con lengua y todo. Prefería los de Rubén.
Y luego Tamara se separó de mi y atacó la boca de Rubén. Yo quede ahí colgada sin saber que hacer. ¿Debería lamerles la oreja?
Y entonces alguien me agarró por el brazo y me sacó de en medio de los dos rubios.
Charlie.
-Te odio- le susurré. Me había sacado del trío. Ni siquiera había podido pedirle el número a Rubén.
Una hora más tarde, cuando estábamos por irnos volví a encontrarme a Rubén.
-Hey- dijo sonriéndome- me das tu número de teléfono.
-Claro.
Intercambiamos nuestros números.
Le di un beso y me fui rápidamente tras las chicas, porque ya estaban saliendo.
...
Al día siguiente, me levanté con una resaca terrible. Lo primero fue tomarme algo para calmar el dolor. Y ya pasado el dolor, fui a desayunar. Chocolatada con galletitas.
No recordaba nada de anoche, hasta que comenzaron a llegarme pequeños fragmentos.
Nunca les iba a contar que me había besado con una chica. Nunca. Solo un pequeño secreto.
De repente sonó mi móvil. Era un mensaje de Rubén. Sonreí al recordarlo.
El mensaje decía;
"Te gusto lo de anoche?"