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"Fuiste tú quien me cautivo."
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Al ver a la chica caer sobre el pasto, Zayed reaccionó y se encamino hacia ella.

Estaba bajo el sol, sobre el pasto. Su castaño cabello esparcido por el pasto y una pequeña parte de su rostro. Sus ojos estaban cerrados y respiraba con tranquilidad.

Justo al quedar en frente de ella, le pico un cachete y la chica Respingo un poco al tacto, haciéndole ver que solo estaba durmiendo un poco y de ahí aprovechó y la pudo ver mas detalladamente.

Unas facciones como de muñeca de porcelana, unos labios algo delgados que se veían delicados y unas pestañas muy largas.

Sin duda alguna, un rostro digno de ser fotografiado.

No pudo presenciar por mucho tiempo su rostro ya que comenzó a balbucear algo mientras que con sus delgados brazos se abrazaba y de un momento a otro comenzaba a temblar.

El chico no sabia que hacer ante la situación.

¿Y si le estaba dando un ataque o algo por estilo? ¿Convulsiones? ¿Ataque de asma? ¿Ataque cardiaco?

El joven estaba petrificado ante la chica, más un estruendoso estornudo de parte de la muchacha lo hizo despejarse de esos malos pensamientos.

-S-Salud... -Dijo el chico muy inseguro de si y sin esperar una respuesta a cambio.

-Tengo frío... -Musito en un hilo de voz casi inaudible, para después abrir sus ojos lentamente. -¿Quien eres? -Preguntó al ver al azabache enfrente de ella. -Me estas tapando el sol. Por favor, muevete.

Más Zayed no pudo decir nada. Mucho menos moverse.

Se había quedado hipnotizado al contemplar los ojos de la chica. Su color violeta... No era normal, para él era imposible que un color de ojos así existieran. Tan caóticos, extraños pero sobre todo, únicos.

-¿Estas bien? -Pregunto la chica a escasos centímetros del azabache.

Este al ver su cercanía, retrocedió exaltado con un leve pero notable tono carmín en sus mejillas.

-¡S-Sí! -Respondió algo confundido. -E-Esa pregunta la debería decir yo...¿Te encuentras bien?

-¿Porque me debería de encontrar mal? -Cuestiono con toda inocencia emanando de ella.

-Pues...Saliste de un lado del árbol, caminando como si fueras a desfallecer en cualquier momento y al llegar aquí solo te dejaste caer.... -Explico un tanto incomodo.

-Es que tengo frío... -Agacho levemente su cabeza sintiendo un poco de vergüenza. -En el árbol solo hay sombra por lo que vine a la luz del sol para subir mi temperatura corporal, por lo que al estar expuesta al calor del sol...no resistí más y caí dormida. -La joven le dedicó una tímida sonrisa que hizo que el rubor de Zayed volviera.

-Bueno... -No supo que mas agregar.

Él estaba apunto de irse, sabía que salir fuera de su habitación era mala idea. Él solo venia a este hospital a pasar lo poco que quedaba de su joven vida de 17 años.

Sin embargo, una suave mano lo agarro del brazo. Al voltear para ver que mas se le ofrecía ha aquella chica, pudo ver como sus ojos estaban un iluminados.

-¿Como te llamas? -Formulo la chica. -Yo me llamo...Zoraida... Zoraida D'Altrui. Mi nombre es de origen Árabe, significa "elocuente" y mi apellido es italiano de con parte de mi padre, realmente nunca eh buscado que significa "D'Altrui" pero...supongo que eso no importa ahora. -Soltó la chica.

LAST † PRAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora