Goles perfectos

Tenía siete años, caminaba por el parque junto a mi abuelo mientras veía a aquel niño jugar con su balón solo y triste, todas las tardes pasaba por ahí y veía como metía goles perfectos, hasta que un día le dije a mi abuelo:
-Abuelito, ¿puedo ir a jugar con ese niño de aya?-
-Claro hija, solo ten cuidado con el balón, voy a estar aquí sentado-
-Si abuelito- Dije mientras me acercaba a la cancha de fútbol.
-Hola- Le dije mientras le sonreía, -¿Porque aquí tan solo?
-Oh hola, pues no tengo amigos la verdad...- Dijo un poco desanimado.
-Oh pues si quieres puedes ser mi amigo- Le sonreí -Me llamo Hanna ¿y tú?-
-Pues yo me llamo Luis- Dijo sonriéndome.
-Vale, pues, ¿puedo jugar contigo?. Te he visto jugar y es que en verdad lo haces muy bien-
-Oh claro, sabes llevo practicando mucho tiempo si quieres puedes practicar conmigo todos los días- Dijo amigable.
-Pues vale, te aseguro que aquí estaré-
-Hanna ya es hora de irnos a casa- Me gritó el abuelo desde lejos.
-Si, ya voy!- Grite. -Bueno ya has escuchado, me tengo que ir, como quiera, mañana aquí estaré a las cinco ¿Vale?
-Vale, adiós- Me sonrío.
-Adiós- Dije mientras me iba con mi abuelo.
Después de ese día fuimos a entrenar los dos juntos, y así pasaron los años hasta que alcanzamos los doce. Después de eso ya nada fue igual. Se empezó a juntar con otras personas, a mí me olvidaba , solo me buscaba cuando no tenía con quién jugar. Me sentí muy sola después de eso, ya que mi mejor amiga se había mudado a Estados Unidos.

Ojalá te aya gustado un montón!!! O bueno eso espero...
Gracias por leer.