- ¡Despierta! ¡Que ya se van al hospital! - exclamó con preocupación.
- Ya... Plasta - dijo por lo bajo.
- ¡Calla y levántate! - le ordenó fríamente.
- Ya estoy en ello, ¿es que no me ves? - dijo sarcásticamente.
- ¡Mira! ¡Ahí van! ¡Vamos! - exclamó con entusiasmo.
- Vale... - dijo cansada.
- Mira Mike, allí está el hospital, wow, qué tenebroso...
- Emm... ya... ¿me recuerdas por qué tenemos que estar aquí? - dijo sarcásticamente.
- Luego dices que soy yo el despistado, ¿por qué va a ser? El trabajo.
- ¿No sabes lo que es el sarcasmo? En fin... déjalo.
- ¿Y... como entramos? Las puertas están cerradas.
- Adivínalo tú, ya que eres tan listo. - le dijo maliciosamente - Mira hay una ventana ahí... y está abierta... - prosiguió con retranca.
- ¿Pues a qué esperamos?- dijo Evan entusiasmado
- A que encontremos algo con lo que romper el cristal, por qué ahora que me fijo, no está abierta sino cerrada. - dijo Mike rectificando.
- ¡Ya se! Mira, allí hay una cuerda y una piedra bastante grande, podemos utilizarlo como un demoledor. - dijo Evan con toda la epicidad posible.
- No hace falta, la ventana está a ras del suelo. - dijo escéptico.
- Ah, pues cogemos la piedra y la lanzamos. - comentó resentido.
- Esa era mi idea... - dijo resoplando.
- ¡Mira Miyu! Han cogido una roca para romper los cristales, ¡que listos!
- Que tontos dirás... Yendo por el otro lado estaba una puerta mal cerrada...
- ¡Pero ellos no lo sabían! No viven aquí...
- ¿Y que? Si hubieran buscado un poco más...
- ¡Tampoco es tan visible y fijo que están muertos de miedo!
- Miedo van a tener más tarde...
- No seas mala... Y no los asustes ¿vale? Mira, dejemos de discutir y los seguimos que se están yendo. - dijo Kaiko preocupada.
- Wow, que grande es el hospital... - dijo Mike asombrado.
- Oye, no te quedes mirando al aire y ayuda, ¡Que esto pesa! - dijo Evan agotado.
- Va, va, espere que le ayudo señorito "ya cojo yo la roca"- dijo Mike con tono burlón.
- Si es que Evan es un blandengue con orejas de elefante... Mike es tan generoso...- murmuró Kaiko diciendo lo último casi para sus adentros.
- Hombre lo de que es un blandengue si... pero... ¡Oye, deja de decir que tiene orejas de elefante!
- Vale va... ¿Entonces dejo de decirte la verdad no?
Miyu pasó de responder y siguió caminando.
- Mike... tengo miedo...- dijo Evan asustado.
- Evan mejor solo cállate.- dijo Mike ocultando su temor.
- Están asustados, con que levante una silla y la deje caer delante de sus narices... ya les da un infarto...- dijo Miyu como si estuviera pensando en voz alta.
- ¡Miyu! no seas así- resopló- a mi me dan pena... hasta Evan me da pena...
- No te me enamores de Evan ... primero Mike y ahora Evan...
- ¡Ehhh, a mi no me gusta Evan, eso será a ti!
- No has negado que te guste Mike - dijo Miyu satisfecha.
- ¡Rayos y centellas! - dijo Kaiko fingiendo su preocupación
- Hermanita eso pasó de moda como hace 100 años - dijo Miyu con tono burlón.
- Mike saca algunas fotos con tu móvil, yo voy a dar una vuelta
- No me dejes solo...- dijo Mike imitando la voz de un niño pequeño y haciendo pucheros.
N/A: Perdón por el retraso (-_^), espero que os guste el capítulo, y creo, espero y presiento que mañana subiré el tercero. Gracias a tod@s l@s que votais y leéis esta historia. Chao chao ( ˘ ³˘)♥
ESTÁS LEYENDO
Las sombras de Evan
JugendliteraturUn chico llamado Evan, tiene la sensación de que le observan a cada momento, pero cuándo se voltea no ve nadie. Piensa que es su imaginación y decide no contárselo a nadie, hasta que su mejor amigo Mike le confiesa que siente que le observan y junto...