Finalmente me voy

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La pasantía con los Malfoy solo fue buena en la primera impresión, pero al segundo día fue una tortura, me sentía usada y despreciada por ellos.

Cada vez me preguntaba mas como es que ellos podían ser mis padres, yo era completamente diferente. No había ni una similitud.

Los años pasaron y las reglas eran simples. No hacer preguntas, no portarse mal y mantenerse todo el día en mi habitación. Solo salia de la casa a luego de almorzar, ya que iba a jugar un poco con Draco, el era la única persona que me ayudaba de verdad.

Una institutriz venia a enseñarme por las mañanas. Ella me enseñaba modales, matematicas, lengua y literatura, ciencias sociales y naturales. Nunca mencionó nada de arte o juegos de los que Draco siempre me hablaba.

Comencé a entender al pasar los años que mis padres tenían mucha preferencia con Draco. Lo dejaban salir, lo abrazaban y trataban mejor.

Mi habitación era hermosa, ya que no podía salir nunca la mantenía muy acomodada. Estaba llena de dibujos y fotos lindas que Draco me recortaba del periódico para mi.

Lo mas extraño de los Malfoy es que me escondían por algo en especial, yo se que pasaba algo en la casa cuando yo permanecia encerrada en mi cuarto, y no era normal.

Un día, cuando tenia diez años, mi padre me llevo fuera de mi habitación a una hora que no era habitual. Me tomo desapercibida y me llevo a una habitación oscura y fría. De repente, comencé a sentir un dolor insoportable en la cicatriz de mi muñeca, nunca había sentido tal tortura como esa. Me caí gimiendo y gritando de agonía.

-Es como lo había esperado. -escuche una voz familiar, la había escuchado en mis sueños, generalmente pesadillas. -Débil, pequeña, ilusa... Igual a su padre. ¡Mirame!- me grito la voz que era femenina. Me estaba acostumbrando al dolor, pero aun así no podía levantarme a ver nada, no tenia fuerzas. ¿Que energía tan fuerte me podía hacer debilitarme en dos segundos?

Alcancé a ver a la figura de la que venia la voz, era una persona totalmente tapada con una capa negra.

La cicatriz estaba sangrando y de mis ojos las lágrimas no paraban de brotar. Mi vista comenzó a ser borrosa, me estaba desmayando.

Lo ultimo que vi fue a mi padre al frente mio y otra persona entrando a la habitación.

Me desperté... Mis ojos tardaron para adaptarse a la luz, cuando me di cuanta de que estaba en los brazos de un hombre gigante, el tenia una barba enorme y despeinada y el pelo largo también despeinado. Llevaba vestido un saco marrón que parecía súper caliente.

-Señor, se comenzó a despertar. -su voz era muy grave, pero aun así era agradable. Me di cuanta de que el hombre estaba caminando, ya que me movía. Un hombre flaco y anciano, me miro con compasión acercándose al hombre gigante, el tenia una barba larga y gris, su vestimenta era una bata celeste con dibujos extraordinarios y un sombrero que le combinaba. El tenia unos lentes con forma de media luna.

El anciano se dio la vuelta sin importarle lo que le dijo el gigante.

-¡Me alegro de que ya este despierta y pueda conocer a su nuevo amigo!-dijo alegre. Yo estaba tan confundida y con tantas preguntas que no sabia por cual empezar.

Llegamos a una casa muy... normal. Era blanca y estaba en un vecindario que al ver el cartel supe que se llamaba Privet Drive.
El hombre me bajo al suelo cuidadosamente, yo tarde en adaptarme al suelo por lo que me mantenía agarrada a su manota.

El anciano toco la puerta de la casa y un hombre regordete y enojado salio a abrir.

-¿Quien... ?-no continuo la frase al ver al anciano. -Pero que vestimenta tan inapropiada. Si puede hacerme el favor de retirarse para no darle un mal ejemplo a los niños del vecindario seria maravilloso.

-Disculpe la molestia señor, pero necesito hablar con usted a solas un momento. -dijo el anciano, que se dio vuelta y me giño el ojo. Yo estaba tan confundida que no podía decir nada, solo mirar a todos desorientada.

-No me haga perder mi tiempo por favor. -dicho eso, el regordete iba a cerrar la puerta, pero el gigante detuvo la puerta con un manotazo. El regordete se asusto al caer en la cuenta de que el gigantón estaba allí. El anciano tomo del brazo al señor y lo llevo un poco lejos de la puerta y de mi.

El anciano le dijo al regordete algo tan despacio que no lo pude escuchar.

-De ninguna manera, esto no es un horfanato, ya fue demasiado aceptar al muchacho mal educado que tengo allí. -el hombre no parecía nada satisfecho. Pero lamentablemente no pude oír mas de lo que hablaban porque el gigante me mantuvo lejos de ellos.

-¿Que ocurre? -pregunte muy confusa.

-Lo entenderás en un momento pequeña. Vas a vivir con ese señor por unos años... Se que no entiendes porque, pero te aseguro que es lo mejor Isi .

¿Isi? ¿Como es que el sabia que me llamaba Isabel?

-¿Me conoces?¿Donde estamos?-mis preguntas salían y salían. El me tapo con delicadeza la boca y me pidió que me tranquilizara.

-Tranquila. Estas en un lugar seguro con los tíos de un chico que estoy casi segura de que será tu amigo. Tienen muchas similitudes en su historias y los dos son hijos de personas extraordinarias. -el comenzó a explicarme despacio- Por cierto, me llamo Hadrid.

Con eso concluyó, pero yo aun quería saber mas cosas.

-¿Quien es el anciano que esta ahi? -pregunte.

-El se llama Dumbledore- ese era un nombre raro.

Dumbledore volvió hacía nosotros y me tomo de la mano.

-Pequeña Isabel, te quedaras con este amable y buen señor hasta comenzar la escuela. -dijo mirándome fijamente. Me dio una sonrisa acogedora. Así me soltó, me hizo entrar y comenzó a irse.

Yo estaba en completo congelamiento. No podía hacer ni decir nada.

El señor cerro la puerta y me mira bastante enojado.

-Las reglas son simples pequeña, no molestar, solo pedirme comida y cuando estés mismo hambrienta, te quedas en tu cuarto hasta que yo te dejara salir y no molestes a mi familia. ¿Entendido? - yo lo único que puede hacer es asentir débilmente.

El me llevo a una sala y me hizo sentar en el sillón, estaba siendo un poco brusco conmigo .

-Esperame aquí un minuto, no te muevas o lo lamentaras niña. -dijo casi amenazando.

El hombre salio de la sala y me dejo confundida y sola. La sala era linda, tenia un chimenea, un sofá grande y dos pequeños y tenia una ventana por la que se veía la calle y las demás casas.

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Holiwis!!

Espero que les guste como sigue la historia y comenten que día de la semana que quieran que actualice .

Adiositoo!

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