Lo que quedaba del viernes se había pasado volando y cuando quise ver estaba despertando en un día sábado bastante nublado para mi gusto. Me levante de la cama un tanto triste, que digo "un tanto", estaba muy triste porque yo no quería dejar Londeres.
Después de ducharme y vestirme con mi ropa preferida en el mundo (mis vaqueros ajustados y rasgados en las rodillas de un color negro, con una blusa blanca y mis Vans rojas y negras) decidí ir a la casa de Andy para contarle lo sucedido, despedirme de ella y de mi querido lugar.
- Mamá iré a casa de Andy para despedirme de ella -dije avisando a mi madre mientras bajaba las escaleras para irme.
- Esta bien cariño, ve. Puedes quedarte con ella a pasar la tarde si quieres -dijo esta saliendo de la cocina - yo me encargare de hacer tus maletas ¿si? -añadió.
- Esta bien, gracias supongo -dije fría, estaba enojada con ella, me estaba arrancando mi vida por una simple broma de mierda.
Me encamine hacia la puerta para marcharme.- Sky. -me llamo antes de que pudiera llegar a la puerta para ir con Andy.
- ¿Que sucede ahora mamá? -dije cortante.
- Se que no quieres ir, pero es por tu propio bien. También quería disculparme por como me porte ayer, pero es que estaba enojada, no paras de meterte en problemas Sky.
Puse en blanco los ojos y me fui dando un portazo. "Es por tu propio bien" las palabras de mi madre resonaron en mi mente, no entiendo el concepto que ella lleva referido a mi bien. Si quisiera mi bien, me dejaría quedarme aquí y no me enviaría obligada a un lugar al que yo no quiero ir.
El camino hasta la casa de Andy se me izo corto, y al llegar ella me abrió la puerta con una de sus típicas y hermosas sonrisas, solo pude abrasarla muy fuerte en cuanto la vi, como la extrañaría, extrañaría cada uno de sus gestos, sus bromas, estar tiempo con ella platicando de cualquier cosa, la extrañaría toda en si.
- Oye, ¿que pasa? ¿tan malo fue el castigo? -pregunto esta aun sosteniéndome entre sus flacuchos brazos.
- Fue y es terrible Andy, en teoría el peor de todos los castigos que me han dado -respondí rompiendo nuestro abrazo y entrando a la casa para tumbarme en el sofá.
- Y ahora que fue Sky, ¿te han quitado el celular? -dijo esta tumbándose a mi lado.
Negué con la cabeza, ojala me hubieran quitado el celular.
Después de contarle a Andy todo, consolarla porque se largo a llorar, prometer de que seguiríamos siendo amigas a pesar de la distancia y que la llamaría siempre que pudiera, decidimos salir a paras nuestro ultimo día juntas, a pesar de que el tiempo en Londres hoy fuera bastante nublado, nada nos lo impediría.
Después de un gran día con Andy y volver a prometerle que la llamaría y bla bla bla... Decidí volver a mi casa, cuando llegue subí a mi habitación que estaba casi brillando de tan limpia que estaba y con mis maletas todas ya prontas a un lado de esta.
- ¡¡¡Sky la comida!!! -grito mi madre desde la planta baja de la casa.
- ¡Ya voy madre! -respondí yo encaminándome a la cocina.
Al llegar me encontré con mi comida preferida, al pareces a mi madre se le ocurrió hacer todo lo que me gusta justa hoy, mi ultimo día en Londres.
Me senté en la mesa tomando una porción de pastel de carne que mi madre me había servido, ella se sentó frente a mi quedando cara a cara.
- El vuelo saldrá mañana a la 8 am, llegaras al internado, te instalaras en tu habitación y el lunes comenzaras con las nuevas clases ¿si? -dijo rompiendo el silencio que se había formado entre ambas.
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Boarding School
Teen FictionSky, una adolescente de diecisiete años, rebelde como ella misma, decide devolver una broma que le han jugado. Pero ella no es consciente de las consecuencias que esta le provocara... Consecuencias que en su totalidad no son todas malas, consecuenci...