La carretera estaba algo alocada o por lo menos eso creía yo, el Toyota de Blake estaba ligeramente frío a pesar de la calefacción. El invierno era notable y mas con el vestido que Holly me había prestado, era fino y ajustado, me sentía como si no tuviese nada encima. Pero lo ignore, al igual que mi mareo causado por el vodka. Al parecer ella era sinónimo de problemas.
La radio estaba encendida y la música sonaba apenas audible pero podía notar la voz de una mujer, siempre me había gustado pero nunca pude identificarla, la canción era similar a un sedante para mi en este momento, una melancólica paz llego a mi. Cerre los ojos y me concentre en ella dejando en segundo lugar lo que ocurría a mi alrededor.
The dark covers me and
I cannot run now
My blood running cold
I stand before him.
Cuando la canción finalizo continué con mis ojos cerrados esperando algún comentario sarcástico de Blake acerca de lo cansada o demacrada que lucia, pero el no hizo ninguno, solo observaba la carretera fijamente, probablemente sumergido en sus pensamientos ¿que pensaría? Desee preguntarle pero mi timidez gano. El alcohol no sirvió nada.
El tiempo pasaba y no lo notaba demasiado bien, abrí mis ojos por completo esperando ver la ciudad pero el panorama era exactamente lo contrario. Desierto. No veía edificios ni semáforos. Solo arboles, ni siquiera alguna luz artificial. Me alarme y me volví para observar a Blake, que seguía igual que cuando iniciamos el viaje. Aunque no se que esperaba ver distinto ¿una cara macabra o burlona? No note nada raro, no tenia expresión en su rostro.
-¿Blake?- Sus ojos parecieron cobrar vida al igual que su sonrisa, leve pero notable a la vez, como la música que oíamos.
-¿Que?- Su voz ronca lleno el ambiente, al fin.
-¿Va todo bien?- No quería acusarlo de tomar mal el camino ni nada parecido así que esa pregunta era lo mejor que se me ocurrió.
-¿El que exactamente?- Poso sus ojos en mi mientras elevaba las cejas.
-El camino que estamos tomando- Sus ojos volvieron a la carretera y suspiro.
-Si, todo esta bien. Solo cinco kilómetros y llegaremos a un motel, quizás ellos estén...
-¿Un motel?- Trate de que mi voz saliera tranquila, pero imaginarme a Holly y a Seth allí me incomodaba un poco. Mi mejor amiga. Con ese bastardo.
-Oh ¿Que esperabas?- Trataba de no sonreir pero notaba que deseaba reirse.
-No lo se, no pensé nada en especial- Me encogí de hombros restandole importancia al asunto aunque no fuera así.
-Yo se lo que pensabas- Su voz tenia algo de burla.
-¿El que?- Me hubiese gustado contestar sin demostrarle que me alteraba fácilmente con sus comentarios, pero nunca creía poder.
-Un campo de flores y ellos en el medio recostados abrazados- Parecía mas lindo que el lugar hacia donde nos dirigíamos.
-No es cierto-Dije rápidamente. Su risa inundo el interior del auto.
-Y mirando estrellas- Dijo divertido- Las estrellas no tendrían que faltar ¿Verdad?- Negué con la cabeza haciendo una mueca, y dirigí mi mirada hacia otro lado. Observe como nos aproximábamos a un lugar en el medio de la nada. Era pequeño y no parecía ser de buena calidad, una estrella o dos. Sus paredes estaban gastadas y la puerta del frente era de vidrio, al cual le faltaba lustre. El estacionamiento improvisado estaba a su derecha, se encontraba casi repleto de autos, camiones y muchas motocicletas. Entre todos los vehículos descoloridos o chocados, se destacaba el BMW de Seth. Confirmando que se hallaban allí. Solo me imaginaba a Seth enojado y me ponía mas nerviosa de lo que ya me había puesto. Baje del auto casi volando luego de que Blake -con mucha paciencia- lo estacione.
La puerta del motel estaba mas sucia de cerca, cuando estaba a punto de abrir la puerta, sentí un ligero peso en mis hombros. La campera de Blake.
-Tápate un poco o te confundirán con una prostituta- Simplemente adorable. Le gruñí en respuesta y sin cerrarme la campera por delante abrí la puerta "olvidandome" de sostenérsela a mi sarcástico compañero.
Dentro del establecimiento, hombres y mujeres mayormente adultos y casi ancianos, me observaron ingresar y luego a Blake, a las mujeres se les pareció iluminar el rosto. Por supuesto, el era bellisimo. Los hombres mantenían sus ojos en mi, instantáneamente camine hacia el mostrador para preguntar por mi mejor amiga. Un hombre de aspecto desalineado apareció por una puerta de atrás y me miro con cansancio. Supe que Blake llego a mi lado porque el hombre miro por mi hombro hacia atrás de mi, con algo curiosidad.
-Esto no es una guardería, otros niños como ustedes vinieron aquí hace un rato. Definitivamente la juventud se ha pervertido pero ¿que se le va a hacer?- El hombre tomo algo por debajo del mostrador y me la extendió en mi cara. Unas llaves- Tengan, diviertan...-Lo interrumpí con rapidez.
-Señor, escuche, no vinimos aquí a nada de eso- Sus ojos curiosos parecieron sorprenderse- No es mi novio y...- Ahora me interrumpió el a mi, mas bien su carcajada.
-Pequeña, no solo vienen novios aquí ¿lo sabes?- Si, no era idiota, solo no lograba expresarme bien a veces. Blake también se rió y voltee a verlo con una mirada asesina. Mis mejillas explotarían.
-Por supuesto que lo se- Mi voz sonó ligeramente iracunda- No andamos buscando ninguna habitación, así que guarde esas asquerosas llaves por favor, solo quería saber donde se hospeda esa pareja de niños que usted recién nombro ¿Logra entenderlo?-Blake puso sus manos en mis hombros para calmarme y me alejo un poco del mostrador, la gente nos observaba, quizás haya gritado un poco. El hombre me miro mal.
-Lo que ella quiere decir es que, si usted es tan amable, nos podría decir el numero de la habitación en la que esta esa pareja- Su voz sonaba como la de un angel, siendo que conmigo era todo lo contrario -Necesitamos decirles algo de sumo interés, se lo agradeceríamos mucho- El hombre suspiro y le contesto, mirándome de reojo con resentimiento.
-La habitación es la 90- Mientras, lo observe fijamente con esfuerzo, no me agrado.
-De acuerdo- Dije a mi misma, me volvi sin agradecerle al hombre y sin observar a Blake para luego, dirigirme hacia el pasillo izquierdo pasando frente la sala principal en la que estaban todos contemplándome ¿Observarian asi a cada persona que pasaba?
Muchas puertas con números aparecieron en mi vista, todas eran de color verde gastado, los números eran dorados. El piso estaba -sorprendentemente- lustrado, algo bueno tenia que tener.
La puerta 90 apareció del lado derecho del estrecho pasillo, y me apresure a comprobar si estaba abierta. Lo estaba. Pero antes de entrar una pálida mano tomo mi muñeca.
-¿Que crees que haces?- Blake suspiro exasperado, sin soltarme.
-¿Conoces la palabra respeto?- Lo mire con rareza. Noto mi expresión de confusión- ¿Intimidad, quizá? ¿No te suenan conocidas?- Me reí con fuerza en su cara.
-Las conozco ¿Tu conoces la palabra intolerable? Espero que si, porque ninguna te podría describir mejor. Ahora muévete- Lo corrí con mi brazo y abrí finalmente la puerta.
Una sorpresa realmente desagradable ante mis ojos.
ESTÁS LEYENDO
Sinister
FantasyLa soledad había vuelto a mi vida, me sentí viva y segura solo por instantes, no sabia que alguien podría controlarme de la manera en la que el lo hizo, aun cuando no estaba junto a mi parecía tomar control de todo mi ser. Lo necesitaba tanto. Si...