Huyendo.

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-Me gustas.- Dijo Lucas mientras me tomaba ambas manos y entrelazaba nuestros dedos. Sentí mil y un mariposas volando dentro de mi estómago al escuchar esas palabras salir de su boca. -Siempre ha sido así, desde aquella primera vez que te vi no te he podido sacar de mi mente, día y noche pienso en ti. Estoy harto de que las cosas se interpongan entre nosotros y que estupideces nos impidan estar juntos, pero ya no lo voy a permitir. Riley, ¿quieres ser mi novia?

<<Pero, ¿Que demonios? ¿Porque me acaba de llamar así?>>

Todo comenzó a dar vueltas a mi alrededor, y en un segundo todas las mariposas desaparecieron y lo único que podía sentir en mi estómago era como si algo lo estuviera estrujando con todas sus fuerzas. Tenía náuseas. Podía escuchar a Lucas haciendo un intento de llamar mi atención pero lo único que oía era el nombre de "Riley" una y otra vez.

<<¿Riley, estas bien?>>
<<¿Riley, que ocurre?>>

Solté sus manos y retrocedi unos pocos pasos solo para chocar con el tocador de la habitación de Riley, ¿O mi habitación? En verdad estaba confundida, así que di la vuelta y lo que mas temía se poso ante mi. Yo estaba aquí, eran mis ojos, mi mente y mis sentimientos, pero el espejo reflejaba la silueta de Riley. De pronto todos comenzaron a formar multitud en la habitación, Lucas, Farkle, Cory, Topanga, Auggie, incluso Charlie, todos repitiendo el mismo nombre, "Riley." 

-¡No! No soy Riley, soy Maya, por favor escuchenme.- Les seguía repitiendo pero nadie parecía entender. -No soy Riley, no lo soy...- entonces desperté.

~

-... Soy Maya.- dije entre murmuros con los ojos aún cerrados y medio dormida.

-Y yo soy tu madre y llevo mas de 20 minutos gritandote desde la cocina.- Me reclamó la voz algo lejana de mi mamá. -Maya que despiertes, Riley esta al teléfono.- Abrí los ojos de golpe. -Es como la quinta vez que llama.

-Tengo que ir al baño.- Comencé a decirle apresurada mientras saltaba de la cama y me dirigía hacia la salida de mi habitación. -¿Le puedes decir que la llamo en un momento?- Ni siquiera le di oportunidad de que me respondiera cuando la interrumpí. -¡GRACIAS!- Le grité justo antes de cerrar la puerta del baño.

Que pesadilla.

Estaba algo confundida así que decidí darme una ducha para aclarar mi mente. Abrí la llave de la regadera y deje que el agua cayera sobre mi cuerpo y se llevara mi sudor junto con mis preocupaciones, pero no sirvió de mucho ya que además de escuchar las gotas caer también escuchaba el teléfono sonar en repetidas ocaciones a través de la puerta. Sabía que si salía del baño mi madre estaría afuera esperándome con el teléfono en mano para así obligarme a contestar pero en verdad no quería hacerlo, no podía.
Debí haber estado ahí adentro por lo menos una hora hasta que escuché un grito de mi mamá avisandome que se iría al trabajo, seguido de un portazo, así que por fin me decidí en salir.

Me vestí rápido ya que hacía mucho frío y me dirigí a la cocina para desayunar un tazón de cereal. El teléfono volvió a sonar.

<<Que sorpresa.>>

Diría que me armé de valor para contestar pero mas bien fue mi estrés el que me obligo a descolgar ya que estaba segura que si ese maldito teléfono sonaba una vez mas lo arrojaria por la ventana. Y alguien terminaría castigada.

-Residencia Hart, ¿Con quien hablo?- Dije de la manera mas educada posible que mi enojo me permitía disimular.

-Maya, soy Lucas.- Mi corazón se detuvo. -Te he dejado un par de mensajes pero al ver que no respondías decidí llamar y ver si esta todo bien... Así que, ¿Esta todo bien?

-Uh.. Si.- Reí con un poco de timidez pero al instante retome mi actitud "Maya." -Todo bien, ¿Que tal tu Guarda bosques?

-Uh bien, bien, mejor de lo que esperaba realmente.- Dijo con ese tono tan dulce que me encanta, podía escuchar su sonrisa atravez del teléfono. -Sabes, estaba pensando en que tal vez podríamos ir al centro comercial y no se, te puedo invitar un café si gustas, claro si es que no tienes planes.

-En verdad me encantaría acompañarte Guarda Bosques, pero por desgracia ya tenía planes con la televisión.- Comenze a decirle en tono sarcástico pero no pude evitar que se me escapara la risa. -Solo bromeo, claro que acepto que me invites un café. ¿A que hora nos vemos?

-¿Te parecería extraño si te digo que estoy afuera de tu edificio?

-Un poco... Pero que importa. Déjame ir por mi abrigo y salgo en un momento.

-Deacuerdo, estaré esperándote.- Termino y colgó.

<<Que suerte que decidí bañarme, con este frío no planeaba hacerlo hasta dentro de dos días.>>

Me puse el abrigo y tome mi celular para enviarle un mensaje a mi mamá y avisarle que saldría, pero antes de hacerlo 36 notificaciones llamaron mi atención.

<<7 llamadas perdidas.>>
<<5 mensajes de voz.>>
<<24 mensajes de texto.>>

Todos de Riley. Los elimine al instante.

<<¿Cuando dejaras de huir?>> Me pregunto mi subconsciente.

<<Honetamente, no lo se.>> Respondí en voz baja para finalmente dirigirme hacia la puerta de salida.

No me dejes ir - A Lucaya Love story -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora