Encuentro un lugar dentro de mi que ya no puede ocupar nada más, y aunque trato de hacerlo es una acción imposible, una proeza inalcanzable. Ya no tengo camino que transitar, pues la esperanza y los motivos de vivir se han desvanecido, siendo características inherentes de un futuro prospero, no existe razon para que este se realice.
Dos fríos rios bajan por mis mejillas, llevando consigo todo mi dolor, tratando de limpiar con su cauce todo lo malo que hay en mi. Cierro mis ojos, pero sólo veo las sonrisas de todos aquellos de lo que fui objeto de grilla y entretenimiento. Recuerdo cada oración, cada palabra que ebozaron, cada sílaba que dirigieron hacia mi ser y que sin dilación alguna quebrantaron mi existir.
Muerdo mis labios hasta sentir ese sabor metálico, pequeñas gotas de sangre se vuelven uno con mi saliva, y a pesar del dolor que causan no dejo de hacerlo, es a lo único que estoy familiarizada, a este sentimiento.
¿Por qué no se dan cuenta que soy como ellos?, al menos lo era, yo solía sonreír, disfrutar de momentos felices. Cada segundo que mi corazón late solo bombea un agudo sentido de decepción de vivir, esto no es como pensé que sería, la soledad, la tristeza y la inequívoca falta de comprensión han mutilado mi espíritu y destrozado mi esperanza, yo sólo quiero ser normal, me duele ser la basura que dicen que soy.
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Memorias De Un Suicida
Short StoryVersos cortos de la antesala de la muerte para una joven cansada de vivir.