~Narra La Chica De Las Notas~
Doce en punto y ni una cosa ha cambiado. La mancha de humedad sigue estando en el techo y la habitación sigue estando vacía.
Mi celular vibra en la mesa y estiro el brazo para alcanzarlo, y en la pantalla de este se lee el nombre de Adam, avisándome que está llamando.
-Hey.- Mi voz sale en un susurro, como es habitual.
-¡Feliz navidad princesa!
-Feliz navidad Adam...
Tomo con mi otra mano una servilleta y comienzo a arrugarla.
-Anímate princesa, invita a tus amigos a casa, recuerda que ese hombre hoy no viene.
Iba a responder cuando el timbre suena. Sin avisar cuelgo el teléfono y me dirijo hacia la entrada, y al abrir la puerta me llevo la sorpresa de mi vida.
Era él.
Sentí mis piernas temblar y una electricidad recorre mi espalda, formando una débil sonrisa en mi rostro. Abre sus brazos con una enorme sonrisa y eso me da señal para darle un gran abrazo.
-Feliz navidad linda.- suelta en medio del abrazo sorprendiéndome con un beso en la coronilla.
-Feliz navidad a ti, pizzitas.
El ríe ante mi apodo y se separa de mí. Saca de su bolsillo una cajita y me la entrega.
-No debiste...
-Yo puedo hacer lo que quiero, porque soy mayor de edad, no como tú linda.
Se lanza al sofá y me guiña un ojo. POR DIOS, ¿acaso me quiere volver loca?, porque hacer eso con el ojo debería ser ilegal.
- Solo me llevas tres años.- Le saco la lengua burlona.- Además, en un año seré una mujer libre, y me largare de aquí.
Me siento junto y su brazo me rodea casi inconsciente, haciendo que mi corazón de un salto en mi pecho.
-¿Por qué?
Es obvio que él no sabe lo de mi familia, y tampoco quiero que lo sepa, así que cambio de tema.
-¿Y cómo va todo con Melissa?
Y las palabras se escapan de mi boca sin que pueda detenerlas.
-Termine con ella hace una semana.- suelta una risita.- Si hubieras ido a la pizzería en estos días lo hubieras sabido...
Sé que está mal, pero una pizca de felicidad me envuelve. Ahora me siento mal.
-¿Que paso?, se veían muy felices juntos...
Suelta un suspiro y desvía la mirada.- Hablaba mal de algunas personas y...
-¿Esa soy yo, no?
-Hey, abre el regalo...
Eso confirma mis sospechas, pero sé que no quiere hablar de eso, y lo respeto, así que le saco la tapa a la cajita y me encuentro con un collar con un dije en forma de porción pizza. Detrás de él hay una fecha grabada.
-Es del día en que te traje pizza por primera vez...
-Es... Hermoso...
Se acerca a mí y me saca el collar para darme vuelta en mi sitio y correrme el cabello hacia un lado, para enganchar la hebilla de este y sus manos caen en mi espalda.
Rápidamente me doy la vuelta.
-Yo no te compre nada, lo lamento no sabi...
Y en lo que menos me espero, sus labios se pegan a los míos en un tierno beso. Siento sus manos en mi cintura y llevo las mías a sus mejillas.
Y todo se esfumo, y los fuegos artificiales se tele transportaron a mi estómago. Y por fin tengo la oportunidad de sentirlo, y es lo más hermoso que me paso, porque este momento no se compara con nada en mi vida. Supongo que besar a alguien así como tu amor platónico sería maravilloso para cualquiera. Sonríe en la mitad del beso, y yo también lo hago, no porque mi vida sea la mejor de todas, o por tener a la mejor amiga del mundo, lo hago porque estaba ahí, en el beso, ahora, y eso es lo más importante a mí.
Se separa dejando un pequeño espacio entre los dos.
-Ese es el único regalo que necesito.
-Pues, feliz navidad.
Y de nuevo me pierdo entre sus labios...
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El Repartidor De Pizzas.
Nouvelles«Y es que, chico de las pizzas, déjame decirte que tú me encantas, aun más que la pizza que siempre traes a mi puerta» Fecha de inicio de la novela: 19/09/15 Fecha de finalización de la novela: 02/03/16 update 2018: escribí esta historia hace tres a...