-No me agrada nada el hecho de que alguien que me aprecia mucho sufra tanto por mi causa.
Yo estaba llorando, aunque en realidad no sé si lo hice por motivo de tristeza al saber que ya se había marchado de este mundo o de felicidad al poder estar con él. De cualquier manera, no obtuvo ninguna respuesta de mi parte a lo que dijo, simplemente no pude hacerlo.
Se hincó para alcanzar un tamaño similar al de mi estatura. Seguido de aquello, sostuvo mi rostro con su mano izquierda y secó mis lágrimas con la derecha, sobre la cual puse la mía.
Al fin abrí mis ojos y me encontré con ese hermoso rostro al que ya me había acostumbrado a sólo visualizar en fotografías y videos; esos lindos ojos azules que hacían que me fuera realmente difícil dejar de observarlos. Aún no podía creer que nos encontraramos frente a frente. Era simplemente imposible.
Me tranquilicé un poco. Su mirada se posó en mis cristalinos ojos, llegando a lo más profundo de mi alma. Mientras, yo le devolvía la mirada e intentaba mantener el orden dentro de mi ser.
-Promise me you'll never feel afraid -sus palabras me parecieron conmovedoras en demasía.
-Sleep thight, I'm not afraid -alcancé a sollozar.
De repente me brindó un abrazo. Uno de los que a veces se dan cuando más los necesitas. Mi rostro apenas llegaba a la altura de su pecho, cuyo lugar recibió a cambio dos marcas húmedas a causa de mis lágrimas, aunque parecía ser que a él no le molestó tal cosa. Era un abrazo perfecto: fuerte y suave a la vez, tan tierno y protector a la par.
Un rato pasó y mi llanto comenzó a cesar. -Bien, ahora que ya estás mejor es hora de volver. Anda, ve con aquellos que te aman -me dijo mientras aún me sostenía con sus tatuados brazos.
-Pero... no puedo. No quiero. No quiero dejarte. No quiero dejarte nunca -confusa dije.
Al escuchar aquello, soltó una breve risa linda característica de alguien que se encontrase en plena niñez. -Pero yo aún puedo esperar, pequeña -me hizo saber pacientemente a través de sus palabras.
Quedé sin algo para decir nuevamente, convenciéndome así de dejarle e irme. Me solté de sus brazos con lentitud para poder mirar sus ojos de cielo por última vez y tener un eterno recuerdo de ellos.
-¿Podré volver a estar contigo una vez más? -rompí el silencio.
-Eso te lo prometo -agregó mostrándome su hipnotizante sonrisa a la cual yo correspondí.
Le abracé de nuevo -sabía que sería la última vez- y seguidamente cerré mis ojos para dejarme llevar al sentir su tibio cuerpo.
Finalmente desperté, esta vez el llanto era real.
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Another Fiction Tale. (The Rev - One Shot)
FanficUn pequeño relato en memoria de un brillante baterista que ha pasado a la historia, James Owen Sullivan.