(Salmo 91:2).
Jehová, el Creador y Soberano del universo, puede ser nuestro refugio. ¡Qué gran bendición! Él es mucho más poderoso que cualquier persona o cosa que nos amenace. Y aunque se nos lastime, Jehová puede reparar todo el daño que recibamos. ¿Cómo haremos de Jehová nuestro refugio?. Confiando en él. Además, la Biblia nos hace esta invitación: Así es, tenemos que permanecer en el amor de Dios y seguir muy unidos a nuestro Padre celestial. Si así lo hacemos, podemos estar seguros de que él será nuestro refugio.
Pero, ¿cómo conseguiremos tener una relación tan afectuosa con el Creador?. Jehová nos ha demostrado su amor de diversas maneras. Veamos cuáles son, pues repasarlas nos ayudará a permanecer en el amor de Dios. Piense en algunas enseñanzas bíblicas que ha aprendido en este libro. Por ejemplo, para que disfrutemos de la vida, el Creador nos ha dado un extraordinario hogar, la Tierra, donde hay abundancia de alimento, agua, recursos naturales, animales fascinantes y paisajes hermosos. También sabemos que Dios es el Autor de la Biblia, en la cual nos dice cómo se llama y qué cualidades tiene. Las Escrituras explican que él envió a su querido Hijo a la Tierra y que permitió que sufriera y muriera por nosotros.
(Juan 3:16)
De este modo nos hizo un regalo muy generoso, gracias al cual tenemos la esperanza de un magnífico futuro.
Este futuro también depende de algo más que Dios ha hecho. Jehová ha establecido un gobierno celestial, el Reino mesiánico. Este Reino pronto acabará con todos nuestros sufrimientos y convertirá la Tierra en un paraíso. ¡Qué maravilla! ¡Por fin seremos felices y viviremos para siempre en paz!.
(Salmo 37:29.)
Y ahora, mientras esperamos ese día, los consejos de Dios nos ayudan a vivir del mejor modo posible. Jehová también nos ha dado otro regalo: la oración, la cual nos permite comunicarnos libremente con él. Estas son tan solo unas cuantas pruebas del amor que Dios siente por usted y por el resto de la humanidad.
Ahora, usted debe hacerse una pregunta importante: "¿Cómo responderé yo al amor de Jehová?". Probablemente, muchas personas contesten: "Amando a Jehová". ¿Piensa usted así? Jesús dijo que el mayor mandamiento es este: "Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente".
(Mateo 22:37)
Sin duda, usted tiene muchas razones para amar a Jehová. Ahora bien, para amar a Dios con todo el corazón, alma y mente, ¿basta con tenerle afecto?
La Biblia muestra que amar a Dios significa mucho más que sentir afecto por él. De hecho, aunque ese sentimiento es muy importante, es tan solo el comienzo del verdadero amor a Dios. Para entenderlo mejor, veamos la siguiente comparación: si usted quisiera una manzana, ¿se conformaría con que le dieran una semilla de esa fruta? Claro que no. Es cierto que la semilla es esencial para que crezca un manzano, pero lo que usted quiere es el fruto. Lo mismo ocurre con el afecto que sentimos por Jehová: al igual que la semilla, tiene que desarrollarse y dar fruto. La Biblia enseña: "Esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus mandamientos no son gravosos", es decir, no son una carga.
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