Consejos

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Sara recobró la compostura.
-Lo siento muchísimo- dijo Sara mientras se enjugaba sus lágrimas- era mi padre, es un desgraciado.
-¿Quieres contarme qué ocurrió?- pregunté con cariño.
Sara me observó fijamente y negó con la cabeza.
-Tomemos un café- dijo mientras servía en dos tazas.
Nos sentamos en la mesa de su pequeño comedor. Ninguno de los dos dijo algo en un buen rato.
-Dijiste algo sobre verme- dijo de repente Sara tímida.
-Lo hice- respondí sonriendo- te he visto Sara, y es demasiado tarde para esconderte.
Sara alzó la mirada y se encontró con la mía.
Ella sonrió.
-Tu sí que eres un raro, Joseph- dijo Sara soltando una carcajada- pero me gustas- dijo con una sonrisa.
-No esperes que me vaya en un buen rato- respondí sonriendo.
-Bueno, espero que te vayas a eso de las 10- dijo en una media sonrisa.
-No me refería a eso- dije mientras daba un trago a mi café.
Sara se puso tensa.
-Supongo que no puedo hacer nada al respecto- dijo resignada.
-Nop- contesté satisfactoriamente.
-Así que simplemente decides quedarte en mi vida, ¿Qué si no te quiero en ella?- preguntó Sara sonriendo.
-Por favor Sara, tómate el tiempo de conocerme- contesté mirándola a los ojos.
-Lo mismo digo- respondió esta vez seria.
-Créeme es lo que más quiero- replique en una sonrisa. Ella me devolvió la sonrisa.

Eran 11:30 cuando regresé a mi casa, había interrogado a Sara y ella a mí.
Su color favorito era el naranja, su banda favorita era the verve, su maestra favorita del kinder se llamaba Rose, una viejecita que amaba a Sara y le daba dulces a escondidas de los demás niños, espero que no haya terminado siendo pedofila, le dije cuando me contó sobre Rose, Sara rió y me soltó un golpe en el brazo, también averigüé que odiaba los días lluviosos porque cuando era pequeña creía que el cielo lloraba.
Yo le había contado que no tenía un color favorito ya que creía que no debería discriminar a los demás colores y porque si hacemos combinaciones obtenemos otros colores así que todos los colores eran mis favoritos, Sara simplemente me observaba detenidamente y cuando volteaba a verle me sonreía.
Era una de las mejores noches de mi vida.

-Así que saliste con Sara- dijo Paul mientras cocinábamos, hoy el día en el restaurante no estaba tan ajetreado, no era un día pesado así que podíamos charlar con tranquilidad.
-Así es- respondí mientras agregaba chocolate a un postre.
-¿Quién lo diría? El solitario Joe ahora sale, hace días creías que la diversión y salir con chicas era igual al anticristo- dijo Paul sonriendo.
-Cambié de opinión- respondí serio.
-¿Por qué Sara?- me preguntó Paul después de que regresó de entregar su platillo.
-Sinceramente no lo sé, quiero decir mi madre siempre había creído las estupideces sobre el amor verdadero a primera vista, jamás le había creído hasta que conocí a Sara- respondí sincero.
-Joe, eres mi mejor amigo y de verdad no quiero que salgas lastimado- me dijo Paul después de que regresé de entregar mi platillo.
-¿Por qué lo dices?- pregunté confundido.
-Simplemente ten cuidado ¿si?- dijo Paul antes de dar media vuelta y comenzar a hacer otro platillo.
¿Acaso tendría que tener cuidado con Sara?

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⏰ Última actualización: Dec 22, 2015 ⏰

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