El muggle que lo supo todo

Hora de trabajar

Eran las 8 am y me encontraba sentado en mi escritorio organizando los nuevos horarios de rondas para la búsqueda de Sirius Black.

Tomando una taza de té negro sin azúcar. Maldito trabajo de escritorio, es lo que menos me gusta realizar. Nunca he sido bueno organizando documentos.

Entre los documentos importantes había personas que afirmaban haber visto al sospechoso en los pueblos cercanos. No lo creo. Si yo fuera un asesino trataría de alejarme lo más posible de las ciudades, me iría al campo o algo así, un lugar poco concurrido y con acceso a alimentos...

Creo que eso sería lo mejor, aumentar la seguridad en los pueblos y mandar patrullas a los campos.

En fin, eso era todo lo que podía hacer, al menos por ahora. Solo actuare hasta conseguir una pista que me lleve directo al prisionero. Total, cometerá un error y cuando lo haga estaré listo.

Era hora de analizar los documentos del paciente. Debería haber un registro psicológico del prisionero, supongo que por el asesinato de 7 personas en plena vía publica debió haber un análisis de por medio. Siempre hacen ese tipo de cosas y me ayudara a saber cómo actúa y donde buscarlo.

"Amanda"- llame por el teléfono

"Detective"- respondió muy formal- "¿En qué puedo ayudarlo?"

Me hacía gracia que actuara así siempre cuando estábamos en el trabajo, todavía recuerdo cuando les tenía miedo a las arañas y me llamaba gritando para que la matara. Eso hace ya más de 20 años.

"Necesito que solicites al departamento estatal el análisis psicológico de nuestro prófugo: Sirius Black."- sonreí- "Es tiempo de ponerse serios en este asunto ¿no crees?"

La escuche reir por el micrófono

"Por supuesto señor"- exclamo- "ahora mismo busco esos documentos y por cierto su hija me dejo dicho que deberá llegar a casa temprano, nada de trabajo después de las 10 pm."

Me rei

"Dígale a mi hija que no se apure, ya estoy mucho muy grande para este tipo de desvelos"- respondí- "nos vemos en casa hija."

"Claro papá"- corto la llamada.