No La Mires

Capitulo 3

Me desperté en un cuarto blanco con solo una gran ventana alado de ella un sillón y yo estaba en una cama, con muchos cables conectados a mi cuerpo, supuse que era un hospital, puesto que de repente entro una enfermera.
-como te sientes?-pregunto aquella enfermera que para mi se me hacia conosida, me tomo la mano y senti un alavio instantanio.
-que me paso?- comente con la poca voz que me salia
-pues llegaste muy mal Anna, tienes dos costillas rotas, la herida que tienes en la mejilla es muy profunda, por suerte estas viva- comento aquella enfermera.

la enfermera comenzo a inyectarme algo en el suero, de pronto senti un alivio en todo en mi cuerpo, y ya no supe mas me quedo dormida, de pronto despere en un cuarto en donde solo estaba una cama,  todo se volvio oscuro, una joven en una cama, estaba abusando de ella
-noooooooooo- la joven gritaba- por favor dejenme, yo no soy una bruja por favor- gritaba la joven, por dios como le pueden hacer eso solo es una joven, yo queria ayudarla pero no podia tenia las manos atadas, y un hombre se para frente ami, porque esta pesadilla otra vez.

Desperte en medio un grito, porque me pasa esto ami, de pronto tocaron la puerta,
-pase- comente tratando de sonar lo mas tranquila posible, cuando abrieron la puerta dejandome ver a mi madre
-Mi amor, como estas, estaba tan asustada no sorportaria perderte no ati- por primera vez sentia el cariño de madre, que en estos momentos mas necesito, pero aquien mas perdio.
-mama-dije con lagrimas en los ojos, necesitaba tanto un abrazo, que como puede me levante y solo la abrase hace tanto tiempo que no me sentia aliviada, lagrimas caian de mis ojos es algo que siempre habia anelado, pero todo duro muy poco mi madre al darse cuenta del pequeño dije que colgaba de mi cuello.
-como pudo llegar eso ahí- comentó mi madre con sierta curiosidad

Después de que mi madre se fuera me quede en ese cuarto de hospital Solá, una horrible sensación de que algo me observaba desde la esquina del la ventana, no podía respirar me falta el aire, necesito tocar el botón para llamar ala enfermera, pero al tratar de tomarlo me topé con una mano fría como un trozo de hielo, subí la mirada y me tome con unos ojos verdes una joven tenía destrozado el rostro, me miraba con una rabia que me causaba temor
-por qué no me ayudaste- aquella chica solamente aventó un suspiro pero su voz era tan tensa tan llena de rabia que nada más de oírla tenía ganas de vomitar, empezó a sentir un dolor de cabeza que apenas soporto, sentí que algo entraba en mí como si aquella chica se estuviera metiendo en mi cuerpo, se oyó el ruido de la puerta abrirse, todo volvió ala normalidad pero quién era el chico que entraba en mi habitación, era el que me rescato
-Hola- comentó acercándose a mi cama