Cuando menos me di cuenta el viejo borracho me estaba llevando a otro lugar, yo simplemente tiraba desesperada pero nadie me veía ya que estaban en sus propios asuntos. Tratando de visualizar a alguno de mis amigos sentí que el agarre del viejo se suavizaba hasta ya no sentirlo mas.
-Lo siento- escuche a Harry y me agarro de la cintura para dirigirnos afuera del bar
-¿Porque?- le pregunte
-Por dejarte sola asi- me dijo
Vi que escribía en su celular algo
-No hace falta que me cuides- le dije enojada. Recién lo conocía y nose quien se creía
-Cálmate linda solamente estoy tratando de ayudarte- dijo divertido. Juro que pude ver que se le hizo una media sonrisa, pero al instante la saco cuando vio mi cara.
-No necesito ayuda, no necesito nada de ti enserio-me miro- Gracias por ayudarme la otra noche y esta, pero ya no necesito nada mas de ti- le dije dando media vuelta pero al instante sentí que me tiro junto a su pecho
-Creo que me tendrías que dar algo a cambio ya que te ayude, tu sabes- me susurro al oído
Trate de zafarme pero era en vano, este chico tenia una musculatura que se le remarcaba en toda la remera.Me vino una duda a la cabeza, de que trabajara o ira al gimnasio.
-Si me ibas a ayudar me podrías haber dicho que ibas querer algo a cambio- agarre su brazo- Suéltame
Con un simple movimiento me giro y me agarro la cintura. Lo tenia tan cerca que podía oler su perfume.
-Deja de olerme- dijo gracioso -
Agradecí la poca luz que había en la calle porque ya me había puesto mas roja que un tomate.
-Harry, basta no voy a tener sexo contigo- dije irritada mirando para otro lado.
Estaba el viejo borracho bailando y cantando solo. Pasaban chicas al lado de él y le tiraba un intento de piropos. Me reí. Harry me agarro el mentón y me hizo mirarlo. Que hermosos ojos, con la poca luz que había le brillaban como un rubí verde.
-¿El viernes haces algo?- me pregunto
-Si- le dije. Era mentira pero ojala me crea
-A las ocho de paso a buscar- me dijo.
Se acerco a mis labios lo que provoca que yo bajara la vista hasta estos y quisiera besarlos. Él simplemente sonrió y me dio un beso en la mejilla y se fue. Bien tenía una cita con Harry. Mierda. Fui hacia adentro del bar y vi a mi amiga bailando, me acerque a ella y me agarro la cintura poniéndose atrás mio mientras me hacia mover las caderas. Me puse a bailar junto a ella tratando de olvidarme de Harry por un momento. Le pregunte a Jess si sabía donde estaba William y me lo señalo. Se estaba divirtiendo junto a un chico dos cabezas mas alto que él.
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Luego de bañarme, decidí ir al mercado a comprar un poco de comida. Luego de que volviéramos del bar con Jess y un borracho William que hablaba de lo increíble que había sido estar con ese chico bailando, hasta le paso el número. Si recuerdo bien creo que se llamaba Marco el chico. Jess me estuvo preguntando toda la noche donde había estado y yo simplemente le dije que me encontré con Harry y estuvimos charlando un rato, pero no le dije nada de la cita, luego se lo diría.
Guarde todo en la lacena y en la heladera para ponerme a preparar un poco de pastas. Los deje cocinando y me puse a limpiar el departamento tratando de no despertar a Jess que estaba tirada como una rana en el sillón. Luego de comer puse en un plato para dejarle comida a Jess y lave bien los utensilios que había usado. Me cambie la ropa por una deportiva para agarrar mi celular y salir a correr.
HarryPOV
-Gracias, Harry- dijo la morena tetona que no recordaba su nombre- Sabes que me puedes llamar cualquier cosa
-Lo tendré en cuenta- le guiñe un ojo y cerré la puerta atrás mío.
Anoche luego de haber dejado a la rubia y haber quedado en una cita con ella, me volví a mi departamento. Llame a una de mis putas que no recuerdo bien el nombre y me la cogí con una sola cosa en la cabeza, tratar de sacarme a ese cuerpo chiquito con unas caderas perfectas que encajaba tan bien con mi cuerpo. Pero fue en vano mientras mas tocaba a esa morena mas se me venia a la cabeza. El simple hecho de pensar de tenerla abajo mío pidiendo que le de más provocó una semi erección en mi. Decidí por tomarme una ducha y comer algo. Hoy tenía que ir a trabajar. Me puse el uniforme y fui a trabajar.
Hoy tuve una jornada larga y dura que consistió en carreras de escape, tiro a mano alzada, construir bunkers bajo tierra, técnicas de escape y buscar las debilidades de nuestros oponentes. Mi tío, el coronel, me dijo que las jornadas que voy a tener va a ser de alrededor de un mes, corta pero con mucha acción por asi decirlo. Ya que los mexicanos quieren entrar y atacar nuestras fronteras.
Me fije le hora y ya tenía que ir a buscar a la rubia. Toque la puerta de su departamento y me abrió una Maia toda despeinada y en pijama.
-Ha-rry- largo un bostezo- Lo siento me re olvide que venias, pasa
Entre y estaba todo ordenado, no como la vez anterior que tranquilamente se lo podría comparar con un basurero, bueno no tanto.
-Pensé que ya estabas lista- le dije estirándome en el sillón de forma despreocupada. La vi por el rabillo del ojo, estaba irritada. Punto para mi
-Es que me puse a estudiar y me dormí en el intento- dijo rascándose la nuca.
Tenia puesto un buzo grande de Mario que la hacia ver tierna.
-Me voy a vestir y ¿vamos?- me pregunto
-Apúrate que no me gusta esperar- le dije
Ella hizo oídos sordos y se dio media vuelta dejándome una increíble vista de su trasero. Cerro la puerta y yo prendí la televisión. Pura mierda daban en la tele asi que me pare y fui a su habitación. No había nadie, debe estar en el baño. Me dirigí hacia donde guardaba la ropa y me puse a ver su ropa interior y lo que menos esperaba vi. Eran todas culotte ninguna tanga, lo que desearía poder verla asi.
-¿Harry que mierda haces?- me pregunto agitada sacándome todo de la mano.
-Solo estaba viendo tus calzones de abuela ¿que hay de malo con eso?-le pregunte riéndome
-Ey no son de vieja- dijo ofendida
Me agarro del brazo y salimos de su departamento. Yo solo me reía.
