Guia para Semes: ¿Qué hacer para enamorar un Uke?

Short Soriver #2 ♥

Este Short no es tan... Corto xD y además es más serio de lo que usualmente escribo. Así que esperó que lo disfruten.

A donde vayas tu, voy yo [Parte 1]

Siglo VI A.C

La multitud gritaba entre las gradas "¡El Español! ¡El Español!", todos aclamaban al gran Gladiador que era aquel joven de rubios cabellos que caían sobre su frente con suavidad, como queriéndole tapar aquellas heridas hechas en el rostro.

Había acabado la primera fase del torneo que había organizado Lion, el fiel sirviente del Rey Cláudio, quien era un tirano sin comparación. No había campesino que haya sobrevivido callendo en sus manos, pues no tenía piedad alguna y detrás de esa mueca por sonrisa se ocultaba un ser engendrado del mismo demonio.

-No podemos seguir arriesgando a nuestros mejores Gladiadores, Avalon.

Lucas era el fiel amigo de Avalon, una joven que sin duda nunca se quedaría atrás en combate de cuerpo a cuerpo.
La joven Avalon estaba a punto de tragarse las manos de los nervios, su amigo, a quien le llamaban El Español, acababa de salir de una pelea y simplemente estaba devastada con todo lo que estaba pasando:

-Crees que no lo se, Lucas?

En ese momento, Lion entró a la sala de los entrenadores, con una ceja fruncida.

-¿Me estáis diciendo que es un desperdicio?- Dice Lion, en tono de burla.

Ambos entrenadores callaron al escuchar al calvo que servía al emperador.

-Si no quieren sacar a los Gladiadores, les sugiero que tomen sus cosas y se marchen.

Avalon le miro con rabia, ese maldito le asqueaba demasiado, era un lacayo, sin vergüenza, un miedoso, eso era.

-Lion, ya va a empezar la segunda fase - Le llamó un soldado.

-En seguida voy. Si me disculpan mis pobretones amigos, me tengo que ir.

Lucas agarró el brazo de Avalon antes de que esta se quisiera lanzar encima de ese estupido lacayo, con el intento de asesinarlo.

×××

El rubio guerrero estaba anclado a la pared con cadenas, tan fuertemente apretadas, que dolían, pero no le dolía más que ver a su amado en las mismas condiciones, incluso peor.

-... Sora.

El pelicastaño levantó la mirada y se vio que estuvo llorando, pues habían caminos que limpiaban la suciedad de sus mejillas descendiendo de sus ojos verdes.

-Si?

-...Lamento haberte traído aquí conmigo...

Sora se sorprendió, no era la culpa de él, era culpa del injusto emperador que se llevaba a los más pobres para luchar a muerte.

-No es nada... Estoy bien, yo vine por mi propia voluntad.

-Porque lo hiciste?

-Porque contigo me voy hasta el final.

El Español sonrió ante las palabras de su amante, de repente se sintió más tranquilo, a pesar de la situación en la que estaban.

-Oye.

El rubio levantó su vista hasta encontrarse con la de un niño curioso, que le veía tras una reja que los separaba.

-Que quieres?

-Eres El Español?

El guerrero sonrió, y su amado también sonrió ampliamente, por un momento, esas lágrimas que se divisaban habían desaparecido.