* Flashback*
Leila y yo cumplimos los 5 años y mi papa ya no podía quedarse a cuidarnos, una mujer llego y papá nos dijo de que ella sería nuestra institutriz, me había imaginado a la típica institutriz vieja, vestida de negro y con un horrible carácter, pero ella es completamente diferente, no pasa de los treinta años, tiene la piel color caramelo, la cara completamente perfecta exceptuando una pequeña marca en el costado derecho de la mejilla, sus ojos son como el color de la miel, usa un vestido blanco de manga larga y su cabello de un color avellana, el cual está recogido a la perfección con un chongo.
Mi padre nos presento empezando por nuestro nombre y edad, a lo cual ella nos correspondió con una leve sonrisa y dijo: -Mucho gusto, mi nombre es Sara, pero pueden llamarme como ustedes quieran, Después de un tiempo decidimos llamarla "Nana" a lo que ella solo nos correspondió con una pequeña sonrisa.
*Fin de Flashback*
Desde que tengo memoria ella ha sido la que ha velado por nosotras, puesto que mi madre falleció desde que nacimos, pero... si realmente soy sincera siempre he deseado tener la típica experiencia de salir de compras con mi mamá, que ella me ayude a vestirme, que me aconseje cuando llegue el momento de tener mi primer novio, que sea me confidente... Mi amiga, pero bueno sé que eso nunca va a pasar, a pesar de eso tengo la suerte de tener a Nana.
El sonido de la puerta al abrirse retumbo por toda la habitación principal -Buenos días -Dijo Nana con un tono de desaprobación -¿Qué es lo que usted hace aquí joven?- formulo la pregunta con un tono demasiado "diferente" a que suele usar.
-Nana, ¿Qué acaso ya no le agrada verme?- Esa voz... era de...
-Joven Sean, es un placer contar con su presencia, pero... su padre... ¿sabe de esta visita tan... inesperada? -Dijo de una manera tosca, al intentar moverme para acercarme para escuchar mejor hice rechinar las escaleras asiendo que la atención de ambos se posara sobre mí.
-Pero Nana, ¡por supuesto!-Dijo con un tono sarcástico.
-De acuerdo y... ¿a que debemos su visita?-Dijo Nana, con tanta indiferencia y poco interés hacia mi presencia que, realmente me sentí algo ofendida y aliviada a la vez, Sean ignoró descaradamente la pregunta de Nana y empezó a caminar así donde me encontraba, se volvió así a Nana y dijo:
.-Ya me ha hecho el favor de abrir, así... que voy a pasar, ¡Maia! ¿Cómo has estado. El me estaba hablando a mí, siempre se había llevado más con Leila, por supuesto, si son casi como hermanos, ellos han sido mejores amigos desde salió la primera película de Harry Potter.
Para Leila... eso... es lo único que él es, un amigo pero... para mí... es algo mucho más íntimo, que tan solo un amigo, el me ha gustado desde que tengo nueve años, claro que a quien no le gustaría alguien como Sean.
el es un joven alto, con el cabello lacio y de un color caoba, ojos tan azules como el mar en la mañana y con una piel perfectamente bronceada, el era sin duda el más guapo de la preparatoria Evermoor.
