"La mayor aventura es la que nos espera. Hoy y mañana aún no se han dicho. Las posibilidades, los cambios son todos vuestros por hacer. El molde de su vida en sus manos esta para romper."
-El Hobbit de J.R.R. Tolkien.
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En la habitación de un chico que se encuentra muy desordenada, con todo tipo de cosa tiradas por doquier. En una esquina se encuentra durmiendo el dueño de tal desorden, enterrado bajo ropa y mucho más.
papeles que estan esparcidos por el lugar y demas objetos ligeros que posaban en el suelo, empiezan temblar como si hubiera un terremoto, por energia estática comienzan a girar en sentido de un torbellino, donde en el centro se puede divisar unos pequeños chispeos que se van convirtiendo en miñiaturas de rayos que forman la silueta de personas.
Los rayos van creciendo su tamaño hasta que en un destello enseguesedor estos desaparecen por completo siendo reemplazadas por personas de carne y hueso.
Regresando todo a la calma se puede apreciar el trio que apareció sustituyendo los rayos anteriores. Las tres personas se encuentran en medio de la habitación, la primera, una joven, no para de fijarse en el descontrolado desorden del lugar con bastante desdén.
La segunda chica joven no para de curiosear con mucha intriga la habitación del chico. Inclusibe, llevada por la curiosidad se acerca cara a cara al joven dormido, aproximando sus ojos azules al muchacho y dejando caer uno de sus rubios mechones en la cara de este.
En cambio el hombre entre las dos jovenes no se mueve ni un centimetro, ni deja de centrar sus ojos brillantes de un color azul electrico en el muchacho moreno, que seguia dormido y sin inmutarse por el escandalo hecho.
—Es muy lindo -Dice la rubia ahora acariciando delicadamente al chico. —Mira hasta tiene una cicatriz en la frente -Sonrie hacía las otras personas y deja ver una ilera perfecta de dientes blancos.
—Es un desordenado sin disciplina -La otra chica ahora posa sus ojos verdes esmeraldas sobre el chico con una mirada muy rigurosa. —¿Padre estás seguro de el?
—Artemisa dejalo de mirarlo tan mal, lo vas a despertar con la mirada -La rubia le acomoda un mechon de de pelo negro que se le cruza por el rostro mientras lo mira con unos ojos azules como el oceano.
—¡Basta! para eso te traje aquí, Afrodita llevalo a un sueño profundo -La voz del hombre ahora imponía respeto, a juego con su apariencia de hombre poderoso, hombre de cuarenta y tantos, pelo y barba canosos y perfectamente peinados, de traje echo a la medida. -Era la voluntad de Leo Artemisa, no voy a desobedecer su ultimo deseo... y es nuestra ultima esperanza.
—Esta bien padre, lo siento, no voy a descofiar de el -La ojiverde baja la cabeza y cambia su actitud. —Afrodita apresurate.
La rubia vuelve a acercarse al muchaho moreno esta vez mucho más, tanto que chocan sus frente y sus labios estaban a escasos centímetros, la muchacha cierra sus ojos y los habre ahora mostrandolos del mismo color que lo tenia antes, pero con un brillo poderoso muy característico. Ahora al abrir la boca comiensa a soplar delicadamente sobre la cara del muchacho exalando un ligero vapor de color azul que el joven aspira. La chica terminando su labor se levanta y se aleja del chico un poco tambaleante.
—Listo, tendra un lindo sueño -Guiña el ojo a la morena.
—¿no te exediste verdad? -pregunta la oji verde un poco preocupada, mas que por el chico, por la debilidad de su compañera.
-Tranquila me canse porque es un poco duro, aparte quería que tenga dulces sueños -la rubia mira de reojo al chico durmiente.
—Gracias Afrodita, vamos a comprobar los que nos trajo aquí. -el hombre se aproxima al chico.
El hombre posa su mano aspera sobre la frente del chico y empieza a decir unas palabras en un idioma cercano al griego antiguo.
Mientras las dos espectadoras miran el espectáculo y aprobechan para hablar por lo bajo en casi unos susurros.—¿Y si se equivoca? -pregunta la ojiverde mostrando su preocupación y despectiva a la apariencia del muchacho.
—¿Y si no?
—No seas imprudente
—Me gusta, no creo que sea débil -Inquirió la rubia mientras mira al chico.
—¿Quien no te gusta? ¿Y si resulta un completo inútil? El único que necesitamos es Hermes, una en un millón.
—Con eso basta -Comenta la ojiazul sin preocupaciones.
—¿Y si no da el talle?, lo mas seguro es que no pase de un inútil.
—No estoy confiando en el, lo estoy haciendo el la última esperanza de nuestro hermano -La rubia por fin mira con ojos de seriedad a la morena que queda impactada, y solo se conforma en asentir con la cabesa.
Era la segunda vez en la noche que la hacian retractarse, artemisa era muy orgullosa pero no soberbia, sabia cuando admitir una equivocación.
-¡Hijo de zeus... Guardian! -El hombre dijo sus ultimas palabra para luego ver al muchacho.
Este abre los ojos para mostrar unos ojos azules profundos y los vuelve a cerrar sumergiendose nuevamente en su sueño.
—Afrodita examinalo y busca una marca -Ordena el hombre con seriedad.
La rubia destapa al chico hasta las rodillas y comienza a buscar con sus ojos, y sus manos siguiendolos a la par, a media que mira pasa sus delicados dedos por el cuerpo del joven buscando una marca, la chica busca por todo el cuerpo y al no encontrar nada inclusive busca debajo de la ropa interior, acto que hace que la hermana se ruborizara un poco pero lo ocultara por su orgullo.
No se encontraba ninguna marca, no solo la que ellos esperaban, de niguna clase.
—Esto es humillante, rechazó el poder y no obtuvo ninguna marca, me hubiera quedado con un perro -Comenta la ojiverde.
—¿Es posible rechazar una marca?
El hombre canoso no se digna a musitar ruido alguno, lo invadía una terrible decepción y pena. Solo cierra los ojos y gira sobre sus talones dandole la espalda al chico para irse de donde vino y reflexionar la situación.
-Afrodita nos vam.. -ordena el hombre cuando es súbitamente interrumpida por su misma hija
-¡Alto! -La rubia llama la atencion del hombre que ahora la mira buscando una respuesta. -Esto de aquí no es ¿una marca? -La chica apunta hacia ahora el tobillo desnudo del chico, el cual tenía el tatuaje de un ala naciendo del talón.
—Efectivamente, ya había visto una asi, idéntico a su padre efectivamente es la marca de Hermes -El hombre no puede evitar mostrar una ligera sonrisa maracando aun mas sus fuerte rasgos. —Vamos chicas quiero que se preparen, tengo una tarea que solo a ustedes les puedo confiar.
—¿Que es padre? -Pregunta ansiosa la chica morena-
-Es hora de que tengan un compañero con utedes -Es la primera vez que sonrie aunque forzosamente. —Como dije son las unicas en las que puedo confiar, no aceptaré un no por respuesta -enseguida volvió su vos imponente y su semblante autoritario.
A la ojiazul le agrado la idea, parecia que se hiba a divertir y sacar algo bueno de todo esto. Mientras que la ojiverde se iba a excusar en el primer instante. Pero al escuchar las ultimas palabras de Zeus tuvo que tragarse absolutamente toda la defensa que tenia preparada para negarse.
Los tres se pusieron en fila mientras no dejaban de mirar al muchacho y empesaba a aparecer estatica alrededor de ellos. Se notaba la mira esmeralda de sorpresa que despedía el rostro de la joven, y en los ojos azules eléctricos del hombre un gran interes.
—Ciao -Se despide la rubia mientras lo saluda con la mano.
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Angel Hunter: Cazador De Dioses
Fantasy¿Que harías si el mundo que conocieras fuera una mentira? ¿Si de la nada te enteraras que los monstruos que no te dejaban dormir de niño existieran en verdad? El único motivo por el cual nadie se entera de esto es porque hay un selecto grupo de pers...