Existió una vez un pueblo que amaba a Dios con todo su corazón y trabajaba todos los días para complacerlo.
Un día, un hombre despertó y decidió ir en busca de Dios x para que le explicara la razón de su existencia.
Pasaron largos días y noches hasta que finalmente, situado en la montaña más alta,encontró la casa donde Dios se encontraba.
En la puerta se encontró un anciano muy débil que solía vivir en el pueblo.
-Dios es de papel; regresa al pueblo y nunca vuelvas-dijo el anciano,pero el hombre no lo escuchó y decidió entrar a la casa de todos modos.
Una vez ahí, encontró a Dios y descubrió que no era de papel, sino mucho peor,era de carne.
La pila de carne estaba pudriéndose sobre una silla, por lo que el hombre, asqueado,la desechó.
El hombre se sentó entonces la silla,y,desde ese día,el pueblo sólo trabaja para si mismo.
