Capitulo 2

56 3 11
                                    

Lo único que veo son calles con nombres extraños, y casas muy hermosas, sé que ninguna de ellas es de mi tía.

Miro hacia el cielo lamentando mi penosa vida, y lamentando el hecho de haber comido una hamburguesa, unas papás, una soda, y un paquete de fritos antes de venir.

Ya sé lo que quiero para navidad, un baño. Me paseo por más calles. Es todo, aquí llego.

Una bomba nuclear se desatará en Chile, si no encuentro un baño dentro de 1 minuto. Adiós mundo cruel.

Miro hacia el azulado cielo, perdiéndome en las nubes y sus formas. Y comienzo a hacer un baile para lograr no soltar la bomba. Creo que funciona, así Cara, con estilo.

Giró y en una mala pisada pierdo el equilibrio, balanceándome hacia atrás. Cierro los ojos, este es el fin de Cara Devine; Aquí yace una más de los Delevingne's. Hija, nieta, sobrina.

Causa de muerte: Una hormiga cabezona se le atravesó.

Me preparo para el impacto, pero algo lo detiene, más bien alguien. Abro los ojos y veo unos verdes oscuros.

-Cuidado, rubia-Sonríe el chico ojiverde.

-Ahora es cuando dices "Fue mi culpa, perdóname" Luego me sonríes y me das tu número. ¿No crees que es muy cliché?-Me incorporo débilmente, sacudiendo mi ropa, escucho al rizado reír. Ahora que lo noto, tiene muchos rulos.

Y su risa...Es idiota, parece cebra al reírse. ¿Qué? ¿Pensaron que diría que es hermosa?- Quizás podría ser algo como "Disculpa, no te vi" Y luego me golpeas, sería más original, ¿No?-Continuo, arreglando mis audífonos.

-Primero que nada, no te pediría disculpas. Tú caíste, yo te atajé. De nada-Dijo él, recalcando la palabra "De nada" Rodé los ojos e hice una pequeña reverencia.

-Gracias por salvarme-Reí junto con la risa de Cebra.

-Segundo-Prosiguió, apuntándome con un dedo. Dios, que grosero ¿Acaso su madre nunca le enseñó que eso era de mala educación?-; No te golpearía-Frunció el ceño-, nunca le haría eso a una mujer.

-Seguro, campeón-Respondí, comenzando a avanzar. Debo buscar la maldita casa amarilla.

-Espera-Murmuró el rizado, siguiéndome- ¿A dónde vas?-Apuntó a mis maletas.

A un baño.

-A casa de mi tía-Respondí con simpleza, mirando un cartel en inglés-Vive en Miguel Arcángel ¿Sabes dónde queda?-Me giré para verlo. Este fruncía el ceño.

-No. Eso no queda aquí.

Maldición, no. ¿Estoy perdida?

- ¿Me equivoqué de ciudad?-El chico rio. Dios mío que molesto es.

-Te equivocaste de país, rubia-Ya estoy harta de que digan que estoy en otro país-Esto es Londres-Apuntó atrás de mí-Que no estoy en...Oh...Atrás de mí se encontraba una pequeña bandera del Reino Unido, diciendo abajo "You is there".

¿Eso siempre estuvo ahí?

- ¿No estoy en Chile?-El chico negó. Ups- ¿Esto es Londres?-Ahora asintió. Doble Ups- ¿Aquí no vive mi tía July?-Negó. Triple Ups- ¿Moriré?

-Tal vez.

No. ¿Porque tengo tan jodida suerte?

Cerré los ojos. Ya se me ocurrirá algo....

-Gracias, cebra-Comencé a avanzar. Una mano me detuvo, que molesto...

-Puedes quedarte conmigo

-No gracias-Respondí y volví a caminar-Nuevamente me detuvo. Cuenta hasta 10000, Cara. No quieres estar en la cárcel.

-Está bien, aunque si cambias de opinión...-Rebuscó en su pantalón y sacó una boleta de alguna cosa que habría comprado, seguramente cerveza. Anotó algo y me lo pasó-Lo tomé, solo por no ser mal educada, ya lo botaría por ahí.

- ¿Ves? Si fuimos cliché, me diste tu número-Comenté, rodando los ojos.

-Ese no es mi número, rubia-Sonrió y giró sobre sus talones. -Cuidado con las piedras.

- ¡Ellas se me atraviesan!-Me excusé. Sentí su risa de cebra, y comencé con mi travesía, quizás escriba un libro. "La suerte de Cara" Sería un éxito de ventas.

Caminé y caminé, creo que estoy dando vueltas en cuadrados, si, no en círculos.

¿Qué hago, maldita sea? Mordí mi labio inferior. Ni muerta llamaría al chico de los ojos verdes y cabello rizado, ahora que caigo en cuenta, nunca me dijo su nombre.

Me encogí de hombros, como si me importara...

Me senté en la callé, dejé mis maletas a un lado. De repente la música de mi celular cesó ¿Y ahora qué? Revisé el porqué, la batería había muerto. Maldita sea ¿De qué te sirve tener e IPhone 6?

Es todo, lloraré para ver si una familia se apiada de mí y me adopta. Pondré mi mejor cara de perrito mojado.

Nadie transitaba por las calles, ¿Quién lo haría? Se acerca navidad, ya todos están instalados con sus amigos y familiares. Y yo aquí, junto a un árbol.

- ¿Quieres pasar la navidad junto a mí?-Le pregunté al árbol.

Tomaré eso como un sí. Me acerque a él y lo abrace.

-Ahora nadie nos separará. Seré Cara árbol. Señora de Míster árbol. Tendremos 2 arbustos: Árbol Junior y la pequeña Hojitas locas. Seremos una linda FamiBosque-Un perro se acercó y comenzó a orinar a mi esposo- ¡No! ¡Vete!-Grité, ahuyentándolo con ambas manos. El perro ni se inmutó y continuó con su vaciada de tanque- ¡Maldito, me has dejado viuda!-El perro se alejó, feliz- ¡Si, vete cobarde!

Me quedé unos minutos más ahí. Miré el cielo, mi celular muerto, mis maletas, el árbol. Metí mis manos en los bolsillos, encontrándome un papel ¿Qué es esto? Inmediatamente recordé al chico, abrí el papel por curiosidad.

De igual forma no tenía como llamarlo.

"Av. Porlant 3112. Búscame si hay problemas, rubia" Leí una y otra vez el papel. Es una calle... ¡Una maldita calle!

Espera Cara, ni siquiera lo conoces. Podría ser un secuestrador de unicornios y el culpable del calentamiento global.

Continué leyendo una y otra vez el papel, analizando mis reducidas opciones.

Alcé la vista y leí el cartel rojo "Avenida Porlant" Oh...Que lindo nombre, Porlant. Podría llamarle a mi hijo así: Porlant Devine.

Agité mi cabeza, debía concentrarme. Volví a leer el papel "Av., Porlant 3112". Espera...

Miré el cartel. "Avenida Porlant" y luego el papel.

¡A la mierda todo! Prefiero ser secuestrada y tener un techo, que estar aquí, sin dinero.

Caminé solo unos minutos más y me encontré con la casa roja, 3112, ponía a su lado izquierdo de la entrada.

Aquí estoy. Soportaré a un odioso por dos días, solo eso. Nada más pasará.

�� ��%{x{�(�


Navidad con One DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora