Papas fritas

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Tuvo que pasar un día para que Yonam me perdonara por lo que hice, dando la condición que él solo iba a armar el árbol porque tenía mucho expresar. Yo acepté sin peros y me ofrecí para hacer la cena de navidad. Pasó otro día en calma y todo parecía marchar tranquilo en la ciudad.
Había oído rumores sobre una web famosa entre la mayoría pero no le tomé importancia hasta que Yonam también la usó.
-¿Qué haces?- le pregunté curiosa mientras desayunaba. Él me miró vagamente y siguió tecleando en tu laptop.
-Es una página- susurró sin despegar su rostro de la pantalla -Creo que ya la oíste por ahí-.
Supuse que era demasiado entretenida pues lo veía muy inmerso en ella y no insistí.

Le avisé que iba a salir un rato a pasear y que si él tambien salía, dejara las llaves en el compartimiento secreto de los escalones, para no tener que buscarlo. Recibí un gruñido como respuesta y me bastó para tomar mi chaqueta y salir.
La nieve no era tan abundante en la ciudad, por lo que no necesitábamos barredoras o algo por el estilo. Pero el frío era palpable y por precaución debíamos mantenernos abrigados.

Llegué a mi lugar favorito como de costumbre y ordené un té verde con limón junto a un panquecito. Sentía como si hubiera habido una gran fiesta ayer pues no había mucha gente caminando, considerando que era domingo.
No le di importancia hasta que noté como los de mesas cercanas llevaban sus laptops o celulares consigo.
-Loü- me dijo Ximena al ingresar. Le di una cálida sonrisa como respuesta y la invité a sentarse.
-Hola Xime, ¿Qué tal estás?-
-Vivita y coleando- canturreó feliz -Ayer fue divertido hablar contigo. No sabía que eras así de ocurrente-
Fruncí el ceño al no entender y Ximena al darse cuenta me lo aclaró -En Omegle-.
Me perdí más de lo que había hecho y pensé en cómo estaba yo en esa famosa aplicación.
-Pero Ximena, yo no tengo cuenta en Omegle-
Ella rió y sacó su celular -No necesitas una cuenta. Solo le pones el interés y eliges si deseas Texto o Chat. Todo es anónimo-.
Me sorprendí aún más y saqué mi celular para revisar el historial. No estaba la página en ningún navegador -Pero yo ni siquiera sé como manejarlo-
-Entonces alguien se pasó por ti- dijo restándole importancia -Sea quien sea, era muy divertido o divertida-
-¿Te puedes pasar por quien quieras?-
-Supongo que si- murmuró -Pero la mayoría no lo hace. Prefiere quedarse en anónimo y eso lo hace más divertido. Puedes decir lo que sea, nadie sabe quien eres-
Asentí comprendiendo y decidí descubrir como funcionaba eso y de paso saber quien se pasó por mi.
Me despedí rápidamente de Ximena y corrí directo a mi casa.

Yonam me abrió a los segundos y se volvió a acurrucar en el sofá con una manta y la laptop en las manos. Me senté en el sillón del frente y lo miré espectante.
-Dime que quieres- dijo al notar que esperaba que se diera cuenta de mi presencia. Le di una enorme sonrisa digna de comercial de pasta dental y me paré para darle dramatismo.
-Quiero que me enseñes a usar Omegle-. Él enarcó una ceja ante mi repentino interés y esperó por si deseaba explicarle a que se debía esto
-Alguien se pasó por mi- aclaré.
-No me sorprende, mucha gente puede pasarse por quien sea ahí-
-¿Pero entonces como sabes que son ellos?- interrogué dudosa.
-No lo sabes realmente. La idea es hablar con extraños pero como todos nos conocemos aquí, el hablar con alguien y no saber quien es lo hace más interesante-
-¿Y si quiero decir mi nombre?-
-Pues lo dices- dijo como si fuera la cosa mas obvia del mundo -Si quieres dices que eres tú y ya. Así conversas libremente sobre lo que desees. Los chats son aleatorios por lo que no siempre te tocará con la misma persona-
-¿Como un sorteo?- pregunté.
-Como un sorteo- segundó.
Asentí al comprender todo y corrí escaleras arriba para bajar mi laptop. Una vez que la tuve lo intenté a su costado y le pregunté si estaba bien. Él revisó todo y me dio datos extras como que si querías podías cambiar de "Interés" y encontrarte con más personas. No le molesté más y me dirigí a mi habitación para poder por fin ingresar.

Lo intenté unas tres veces y revelé mi nombre al presentarme. Los desconocidos me dijeron que les caía bien y acto seguido me desconectaron el chat. Comprendí que realmente no querían hablar conmigo, por lo que quedé en no decir mi nombre en los próximos chats.
Me había encontrado con Mikey y Nay intentando suerte y conversé poquísimo con cada uno de ellos. Nay terminó sabiendo que era yo y platicamos un poco más. Recordé que el gato también estaba en la web, por lo que decidí buscarlo.

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