Perdida

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— Ven Zoha, mira.— Fuí corriendo hacia ella y me alzó en sus brazos para que viera mejor. Un elefante, mi animal favorito, estaba tomando agua de la pequeña laguna artificial.
—Mira, mami, mira— dije dándole pequeñas palmadas en el hombro —; está tomando agua con su nariz, ¿No se va a ahogar?
—No linda —rió, y la miré —. Está agarrando agua para después colocarla en su bo...
Paro de hablar, ¿Por qué? Una sonrisa se formó en ella —. Míra Zoha.
Coloqué la vista donde estaba apuntando y de un segundo a otro mis ojos me dolian de abrirlos tanto. El elefante estaba en frente mio, del otro lado de la cerca, pero en fin frente a mí.
De sorprendida pase a feliz, una enorme sonrisa inundó mi boca y mis ojos se volvieron achinaditos, como decia mi mami.
El elefante era hermoso, sus ojos eran muy grandes y brillantes, pero lo que mas resaltaba era su negrura, nunca habia visto unos ojos tan oscuros, hasta me podía ver en ellos. Tambien su piel tenia arrugas y no era completamente gris como se veia de lejos, tenia manchitas de color marron clarito y tierra, mucha tierra. En un libro, leí que los elefantes se bañaban con ella y lo usaban como protector solar, entonces se me ocurrio algo.
—Mami —le susurré, para no molestar al el elefante y que se vaya.
—¿Qué hija?— respondió susurrando también.
—¿Me prestas tu cartera?
—¿Para qué?
—Porque necesito algo—. La miré con cara de gato con botas, me decían que me salía parecido.
Mi mami giró los ojos y me sonrió.
—Bueno —...Me besó la frente y me bajó para sacarse la cartera, en cuanto me colocó la cartera empecé a buscar el protector solar.
—Te amo hija— dijo mi mami y me volvió a besar la frente.
¿Qué es te amo? Yo había escuchado que decían eso en una película y mi mamá me lo había dicho antes, pero nunca supe que significaba esa palabra. Así que pare de buscar el protector y la mire. Sonreí.
—Yo también —dije, ya que eso era lo que siempre se respondía y regresé la atención a mi búsqueda.
Lo encontré y volví mi vista al elefante, pero ya no estaba allí, este estaba caminando hacia una pelota. Quería llorar.
—Mami, ¿Por qué se fué el elefante?
Tenía un nudo en la garganta, yo lo quería aquí, conmigo. Mi mamá no contesto, me giré hacia ella.
No estaba.
—¿Mami? —. Empecé a llorar.— ¿Mami dónde estás?
¿Dónde estaba? Mi mamá no se iría sin mi.
—¡Mami! —grite, pero nadie me escuchó, todos veían al elefante, qué estaba moviendo la pelota con la trompa y cuando la levantó, todos gritaron. En el medio de la emoción alguien me dio un codazo en la nuca, muy fuerte.
Mis lagrimas empezaron a salir y no paraban, ¿Dónde estas mami? El barullo de la gente se estaba volviéndo ensordecedor y el dolor aumentaba, me sentía mareada.
—Mami... ¿Dónde estás?— dije casi sin voz antes de que todo se volviera negro.

Me desperté sobresaltada, tenía todo el cuerpo sudado y mis manos estaban temblando. Di un par de bocanadas de aire, por que al parecer no estaba respirando. Ese sueño otra vez, lo odiaba, luego de tenerlo me sentia triste todo el día.

Estaba inquieta, tratando de recordar algo del sueño, pero no, nada. Solo recordaba una voz dulce: "Te amo hija". Otra vez esa palabra, te amo, ¿Qué significa?

Escuché unos pasos corriendo, cada vez estaban mas cerca, tomé lo que tenía mas cerca para defenderme, que en este caso era un tronco puntiagudo. Me paré de la cama y me prepare para atacar en cuanto entrase. Las pisadas eran fuertes, estruendosas, la puerta se abrió y logré ver la cara preocupada de Peter.

—Zoha!— gritó e inmediatamente solté mi arma y fui corriendo hacia él, que me atrapó en un protector abrazo. Sin darme cuenta empecé a llorar, a veces un abrazo en vez de mejorar las cosas, las empeora.
Odiaba verme asi, débil, vulnerable, triste.

Yo en general no era así,  peleaba por lo que quería y no me dejaba pisotear por nadie. Pero cuando despertaba así, no era yo, la tristeza me invadía, lo peor era que no sabía por que, recordaba muy poco del sueño y lo que recordaba era una voz lo cual no ayudaba mucho.

—¿Estás bien?

La voz de Peter me recordó donde estaba, me fuí separando lentamente.

—Sí— respondí susurrando.
Susurros. Algo en mi se rompio cuando pense esa palabra y volví a largarme a llorar, mis piernas se debilitaron y Peter me sostuvo antes de que me caiga. Me volvió a abrazar y yo a él.

Es el único amigo que tengo, que conoce como son mis sueños, aunque no estoy muy segura desde hace cuanto tiempo somos amigos, ya que recuerdo muy poco desde antes de mi llegada aqui.
Es como si mi cerebro hubiera eliminado esa parte de mi vida, como si la hubiera bloqueado.
No se cuanto tiempo me estuvo sosteniendo Peter, pero cuando ya me sentia mejor me separe y le di una gran sonrisa.

—Gracias—hablé— sos un buen amigo

—Eso ya lo sé— dijo con la misma gran sonrisa que yo. Mantuvimos la mirada por uno segundos más hasta que decidí romper el hielo.

—¿Cómo supiste que estaba mal?

—Tus gritos no son algo que se pueda ignorar Zoha— habló con pena, como si se sintiera mal por algo.

—Perdón, te interrumpí en lo que estabas haciendo— Me sentía realmente mal, en otras circunstancias mi respuesta hubiera sido otra.

—Está bien, no es como que bajar a Kirly del arbol fuera algo importante— dijo con desinterés.
En ese momento casi sin pensarlo le pegué fuerte en brazo. Ni siquiera le dí tiempo a protestar, por que le empecé a gritar.

—¿¡ QUE KIRLY ESTA DONDE?! — grité mientras el se frotaba el brazo.

—¿Jugando con Karla?— habló haciendose el inocente con una sonrisa.

Lo fulminé con la mirada y salí a buscar a Kirly. En cuanto salí, ví a casi todos los niños perdidos mirándome, algunos con miedo, otros con intriga.

—¿Qué hacen todos aquí?— pregunté con el ceño fruncido.

Luego de haber dicho eso me golpeé la frente con la mano, estaban espiando.

—Oh Peeter— Canturrié con una sonrisa malévola.

Las caras de los niños pasaron de miedo a horror y las de intriga, tambien a horror. Mi sonrisa se hizo mas grande aún.

—¿Qué pasa?— dijo despreocupado.

—Creo que tienes que traer la medicina.

—¡NOOO!— El grito de todos los niños sobresaltó a Peter.

—Claro— habló él con la misma malévola sonrisa— ahora regreso.

—¡NOO!— lloriquearon todos, y Peter se dio la vuelta- Por favor Peter, ¡No!

Todos los niños se arrodillaron y Peter fué corriendo adentro a buscar la medicina.

—Por favor madre— hablo Muze— yo te quiero.
Muze era el mas pequeño de todos y no creo que el haya espiado, aparte, no me podia resistir a su angelical cara, así que le susurré para que nadie oyera mi plan.

—Bueno, no vas a tomar medicina—. Una sonrisa de felicidad se planto en su cara— pero me tenes que llevar a donde esta Kirly.

El asintió muchas veces, me tomó de la mano y me guió al árbol en donde estaba Kirly lloriqueando.

N\A

Espero que les haya gustado, no olviden comentar que les parecio y si debería seguirla, no estoy muy segura :/

En cada capitulo va a haber una frase o foto nueva, tengo muchas en mi celular :>

Pd: FELIZ 2016!!

Besos de alfajores!!!

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