Triángulo Amoroso. [Stylinson, Malikson]

[CAP 20]

Louis no encontraba forma alguna de conseguir dinero hasta que recordó  a su cuenta de ahorros en el banco, el siempre había querido viajar a Japón, su cultura, tradiciones, gastronomía todo en general le llamaban la atención prácticamente desde que era pequeño gracias a varios programas y caricaturas que pasaban por la televisión, por supuesto que al crecer había investigado y devorado Miles de páginas web, libros y revistas acerca del tema que solo habían conseguido alimentar sea deseos de conocer aquel mítico lugar razones por las cuales había comenzado a ahorrar desde muy pequeño. Louis Recordó la cantidad exacta que yacía en dicha cuenta y no pudo estar más feliz de haber ahorrado todas su vida ya que si bien ese dinero no sería ocupado para un viaje, sería ocupado en algo mucho más importante que eso, sería ocupado en la salud y bienestar de Harry Styles el chico que lo tenía loco de amor.

La voz de Jade interrumpió los pensamientos del castaño. —Tienes frío?.— Susurró la chica mientras extendía una acolchada manta de colores que tenía en la mano para posteriormente colocarla sobre el cuerpo pálido del chico. —Deberías ir a tu casa ya estuviste dos días aqui, te ves bastante cansado y cuando el despierte no le gustara verte así.

—Gracias pero no pienso moverme de aquí sin el, supongo que me quedare un día mas.— Respondió el castaño abrazando la cobija con una diminuta sonrisa.

—Supuse que dirías eso, espero que te ayude a no tener frio mientras duermes.— Dijo señalando la cobija.

—Muchas gracias.— Hablo el castaño mientras en la mente lanzaba Miles de cumplidos a aquella chica que tenía frente a el.

Louis ya había intentado dormir por mucho tiempo y solo lo había conseguido por media hora para después terminar despertandose por culpa de un mal sueño, quería ver a Harry por lo cual se levantó de su lugar y cuando se aseguró de que no había nadie viéndolo volvio a subir a la habitación del rizado no sin antes cerrar la puerta con seguro.

—Hazza como estas?.— Dijo sintiendo su amino subir al notar que su rizado no tenía la máscara de oxígeno puesta.

—Estoy bien, los doctores me dijeron que querías verme y que no parabas de molestar.— Respondió el ojiverde para después sonreír dejando ver sus hermosos hoyuelos.

—Necesitaba verte, la primera vez que vine fue sin permiso lo recuerdas?.— Susurró tomando la mano del contrario.

—Lo recuerdo, pero lou tienes que ir a casa, te vez muy cansado y tienes el trasero negro.— Dijo el ojiverde soltando una carcajada.

—No te gusta como me veo?.— Dijo sonriendo y modelando de extremo a extremo de la habitación.

—Claro que me gusta, la pintura resalta tu trasero.— Harry levanto una ceja y después paso la lengua por sus labios.

—Pervertido.— Respondió Louis mordiendo su labio.

—Si no estuviera "delicado" te tendría ahora mismo en la cama.

—Ya extrañaba al harry pervertido.— Dijo mientras reía.

—He vuelto.— Sonrió.

Una enfermera movió el pomo de la puerta y al darse cuenta de que no estaba abierto comenzó a dar pequeños golpesitos en esta con la intención de recibir alguna explicación, al no recibir ninguna ya que Louis y Harry estaban atacados de risa la enfermera comenzó a amenazar con correrlos no solo de la habitación sino del hospital, al final Louis cedió a la precion y abrió la puerta mirando con una enorme sonrisa a la chica.

—Lo siento pero ustedes me obligaron, quería ver a mi chico y no me dejaron ¿no han estado enamorados alguna vez? una persona es capaz de hacer todo por el amor de su vida, y no me dejaron otra opción mas que entrar sin permiso.— Louis se encogió de hombros. —En fin tengo que irme, ya vi a mi Harry, eso era todo lo que quería.— El castaño se dió media vuelta para lanzarle un beso a Harry quien lo acepto y le devolvió otro para después salir de la habitación con las manos dentro de sus bolsillos.
El ojiazul ya estaba más tranquilo, después de ver a su amado y saber que todo estaba bien, no tenía nada de que quejarse ahora solo quedaba pagarle al hospital y esperar a que dieran de baja a Harry para por fin poder llevárselo de ese frío lugar. Cómo era de esperarse los doctores estaba comenzando a pedir el pago de la operación por lo cual Louis les entrego su tarjeta de crédito y la deuda quedó finiquitada al final. Las hora siguientes fueron un auténtico aburrimiento, personas llegaba y se iban del lugar no sin antes dirigirle una mirada de compacion a Louis ¿Tan mal se veía?, Nisiquiera había oportunidad de platicar con jade por qué su turno ya había terminado y no volvería hasta la mañana siguiente. No quedo nada mas que hacer excepto dormir.