Capítulo 1.-

19 1 0
                                    


Todo alrededor se movía con rapidez aquel día.

Los arboles bailaban más rápido, los coches avanzaban sin ser apenas distinguidos y las personas aceleraban el paso a cada segundo.

Y Lauren, desde marte, se reportaba en medio de todos, mirando con cautela como el tiempo corría igual de rápido que las personas.

No era la primera vez que la pequeña niña se perdía mirando su alrededor, por lo que su madre no se sorprendió de verla parada en medio de la muchedumbre en cuanto escaneo el lugar con la vista. Llevaba ropa azul en mayoría y se mordía las uñas a con los ojos bien abiertos, distraída por su alrededor.

-¿hay vida en marte, Lauren Jauregui?- decía su madre cada que la niña entraba en ese estado, y Lauren le respondía

-claro que la hay, madre. Esa soy yo- y sorprendía a cualquiera, pues su aspecto de muñeca distraída se difuminaba al verle con la cabeza alta y la voz fuerte y clara.

Le tomó la mano e hizo la pregunta, la menor le respondió y ambas caminaron hasta aquel edificio en el centro de la ciudad en silencio, la de ojos verdes aún algo perdida.

En cuanto entraron al cálido edificio y las puertas del elevador se abrieron frente a ellas, Lauren se sintió mareada. Nada se movía con rapidez ahí, más bien, se movía como si disfrutaran perder el tiempo.

-ella es Chelsea- le advirtió su madre en cuanto llegaron al piso y una mujer pelirroja se posó frente a ellas. –Será tu psicóloga, ella te ayudara a volver de marte- le sonrió arrodillándose frente a ella. Pero Lauren no quería volver de marte, a ella le gustaba ahí.

De todas formas, la niña solo asintió y se dejó guiar por la mujer hasta una sala completamente blanca con un escritorio, dos sillas, dos sillones y un armario lleno de cosas que solo la misma psicóloga sabría. "niños, tal vez" se dijo Lauren antes de sentir un escalofrío recorrer su cuerpo.

-ya te lo dijeron, pero prefiero hacerlo algo personal, así que soy Chelsea y seré tu psicóloga hasta que... pues hasta que veamos una mejora en ti, ¿está bien para ti?- Lauren negó internamente y miró alrededor sin responderle a la pelirroja.

-mamá quiere que "vuelva de marte", ella cree que siempre y cuando hable de esa forma yo no entenderé, pero sé que ella cree que estoy fuera de mis casillas... tengo nueve, no tres- la mujer observó cómo Lauren tomaba asiento en uno de los sillones y dejaba sus pies colgar –pero yo no quiero volver de ahí, es un lugar bueno-

-se directa- le respondió con la ceja fruncida. Lauren suspiro

-"marte" es perfecto para mí, no hacen las cosas con rapidez como ahí fuera, pero tampoco lo hacen como aquí sin disfrutar... hacen todo lento y no para perder el tiempo pero porque nunca sabes cuándo será el último paso que darás... en mi mente todo está perfecto, quiero decir... ¿no me ven? Soy de ahí-

-pero en marte estas sola-

-tal vez es porque eso es lo que yo quiero. Quiero estar sola porque ahí no hay otras personas que influyan en lo que hago... es fácil, solo intente comprenderme-Chelsea anotó algo en la libreta y asintió.

Lauren la veía todos los fines de semana y le contaba sobre su semana y sobre cómo iban las cosas en su casa. Así, nacieron sus hermanos, su abuelo murió, se mudaron de casa, visitó a sus amigos en Miami, conoció a Camila Cabello, acabó la escuela primaria, y la psicóloga se rindió.

-ella está bien- les aseguró a sus padres –ni siquiera le afecta, vea todo el tiempo que ha estado aquí y ella no se ve afectada en ningún aspecto... ¡ni siquiera le faltan amigos! Estoy segura que Lauren Jauregui está perfectamente bien en su cabeza, incluso si ella pasa más tiempo en marte que en casa...-

Y como no era una mentira del todo, sus papás estuvieron de acuerdo.

-deberían intentar con alguien más, es decir, ¡mírala Mike! Esa niña no puede ser catalogada como normal- dijo su tía Leonor en cuando le vio sentada leyendo con los audífonos en la cabeza bajo un árbol en el parque de diversiones mientras todos disfrutaban de un juego

-no es catalogada ni por normal ni por anormal ni por nada, es una persona y lo seguirá siendo incluso si prefiere leer y escuchar música antes que ir a subir a maquinaria en compañía de su familia... es una persona, Leonor, no lo olvides. Y por favor ten más respeto, es mi hija de quien hablamos- y así le decía a todos. Digamos que Mike ni siquiera la podía culpar, pues si algo aprendió de su infancia era que era preferible ser tranquilo a un desastre; y no es que el fuera tranquilo.

Muchos cortos años después, marte explotó.




Let's Go Back To MarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora