La infancia social de aquel chico, empezó en una escuela inicial que quedaba justo en frente de su propia casa, este niño, de estatura regular para su edad, y muchas ganas de aprender, cruzaba la calle de la mano de sus padres o sus abuelos, y el resto ocurría durante las sesiones educativas de las maestras de aquel colegio.
Unos pocos saludos y otras intromisiones en juegos ajenos, bastaron para conseguir algunos amigos, teniendo solo dos años y medio, los primeros buenos amigos llegaron, y la convivencia entre ellos era estupenda, sobre todo en el pequeño cuarto de juegos que aguardaba a los exteriores de aquella edificación, un juego muy chistoso, dos niñas y tres niños, eran el grupo central que predominaba en la memoria de aquel chico, juegos distintos cada día, y el favorito que era "Los perritos", donde las niñas, supuestamente millonarias, le dejaban a aquel chico que cuidase a sus dos compañeros que eran los perritos mascota de aquellas chicas, raro, pero divertido para unos niños pequeños.
Un estudioso, un joven carismático y un deportista eran los futuros de aquellos tres chicos, y de las chicas ni hablar.
Ser un niño es algo normal, una etapa inocente en que la gente solo busca la diversión, el color, dulces, alegría, y para entonces, en inicial, correr por el patio de juegos, o colorear en libros de texto básicos eran suficiente para creer tener la vida perfecta.
Fue la primera graduación del desdichado chico, el cual sonreía con una larga túnica roja y un birrete de esos que usan los universitarios, el niño sonreía mirando a sus amiguitos hablar con sus padres tras haber acabado la primera etapa de educación en sus vidas, muchas luces, medallas y diplomas, el olor a perfume de la maestra de este grupo de alumnos se sentía con fuerza en la habitación.
Salió del nido aquel niño, ya por entonces de 5 años, cruzando la calle, y sus amigos partiendo en diversos caminos, el niñito miraba a su casa, agarrado por sus padres. Y vean que la inocencia del pequeño era tal que al día siguiente cogió su mochilita de "Buzz Lightyear" y cruzó la calle esperando que la maestra le abriera la puerta y pudiera entrar a jugar con sus amigos.
No sabía que su graduación sería la última vez que vería a sus amiguitos de la infancia, solo para un día más volver a verlos.
Ver que ellas, no te reconocían.
Ver que él te era distante
Ver que otro chico solo te quiso usar de marioneta
Ver que quizá la amistad no es eterna...
El niñito cruzó la calle mirando hacia atrás, al nido cuya puerta no volvería a cruzar.
