Capítulo II

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"—No puedes decir nada Dyl— Susurra su padre mirándolo con los ojos bañados en lagrimas llenos de angustia.

—Papá, yo puedo soportarlo, puedo hacerlo solo — Solloza Dylan tratando de soltarse de las manos que le sostienen las mejillas mojadas.

—Hijo,prometemelo —

—No diré nada— responde dudando y el mayor lo mira fijamente —Lo prometo —"


Dylan abre los ojos sobresaltado, con el corazón latiendole fuertemente contra el pecho. Mira a su alrededor y se da cuenta de que está medio acostado en el sofá de su sala. El control de la TV se le está clavando en el costado así que lo quita de ahí y lo coloca en la mesita frente a él. Quizás se había quedado dormido luego de que Tyler abandonará su casa a las 8 de la noche.

"—Me quedaría, pero mamá quiere que cenemos todos juntos y ya voy tarde, muy tarde, demasiado tarde, joder, todo es tu culpa— regañó el ojimarron antes de levantarse rápidamente— No me extrañes — Lo abrazó y entonces salió del lugar"

Los números en la esquina de la pantalla marcan la hora,4:34am lee lee el moreno. Se levanta. Camina hacia la cocina y bebe un poco de agua. Definitivamente ya no podría volver a dormir,así que decide ducharse y desayunar mientras termina de amanecer del todo.

A las 6:00am el sol ya está brillando tenuemente. Toma su celular,un abrigo y sale del departamento para dirigirse a ese pequeño parque cerca de su edificio.

Al llegar toma asiento en una banca y se pone sus audífonos para escuchar música en su Iphone a un volumen bajo. Entonces el recuerdo de su sueño lo estremece,hace 5 años ya que no veía a su padre,pero aun así seguía manteniendo la promesa que le había hecho. Decide olvidarlo antes de ponerse a llorar en medio del parque como todo un idiota.

Siente a alguien sentarse a su lado pero no le presta mucha atención y sigue mirando a las personas pasar frente a él,muchas de ellas se dirigen al trabajo o la escuela,otras simplemente corren con sus perros; los cuales orinan las llantas de autos ajenos.

—Vaya,las personas aveces pueden ser muy desconsideradas —

El moreno gira su cabeza al escuchar la voz por encima de la música para encontrarse con un niño sentado a su lado,observa detenidamente su cabello pelirojo y sus ojos oscuros por un momento y estos le devuelven la mirada causándole un extraño cosquilleo en el estomago.

—¿Que has dicho? — Pregunta todavía mirándole

—Esas personas,dejan que sus perros orinen los autos de desconocidos como si nada, quizás no es muy importante que se ensucien unas llantas,pero si yo tuviera un auto no me gustaria que 10 perros diferentes orinaran en mis llantas, digo, lleven a sus perros a orinar a otra parte,aparte hay arboles,aunque pensándolo bien eso no es justo para los árboles tampoco. Vaya,no hay manera de que todos ganen. Pobres llantas,pobres árboles y pobres perros si no tienen donde hacer su pis. - Suspira el niño

—Uh, ¿Ok? — Dylan rasca su cabeza un poco confundido por ese discurso tan extraño

—Lo siento — El pelirojo suelta una risita totalmente adorable.

—¿Por qué?

—Por hablar tanto — se rie de nuevo.

—Está bien,creo—

—Bueno, soy Thomas — Se presenta éste extendiendo su mano

—Dylan — Responde estrechándola,lo que causa de nuevo esa sensación en él.

"Qué coño Dylan?" piensa para si mismo



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⏰ Última actualización: Dec 28, 2015 ⏰

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