El joven disfruto mucho ese hermoso pero muy corto
lapso que pudo compartir con ella y el niño como si
fueran una familia de verdad. Sin embargo el tiempo
cruel sigue transcurriendo y él no pierde la fe de que
llegue el día en que ese loco amor que un día nació de
la pasión que los dos se entregaron sea una realidad
en sus vidas.
Es por eso que el joven no puede decir "¡Adiós!",
porque su alma y su corazón están allá con ella, y él
sabe que vivirán solo para amar a esa mujer sublime
llamada Lucy. Mientras tanto él tendrá que soportar
su vida llena de infelicidad y dolor al no volver a
verla. La verdad de toda esta historia es que ese joven
infeliz soy yo, Diego, y creo que siempre estuve
enamorado de ella, pero había dudas que no me
permitían amarla de lleno.
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LO PEOR QUE ME PUDO PASAR
RomanceNunca olvido un beso que a llegado hasta el museo de mi alma.