Capítulo 35: Capítulo final, la última batalla

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TODAVÍA NO PONGAN LA CANCIÓN!!!

(Narra _____)

Cuando sentí la presión espiritual de Raiko supe que era el momento. Me despedí de Yoruichi y me alejé del escondite de entrenamiento que según ella había sido también usado por Ichigo en algunas ocasiones. Luego de unos segundos de recorrido hacia el Monte Sokyoku, me encontré frente a frente con Grimmjow, quien parecía haberme estado esperando desde  hacía tiempo.

Yo:- No tengo tiempo para perder contigo, Grimmjow...

Grimmjow:- Yo tampoco quería acabar contigo, _____, pero Lord Aizen nos dio la orden de matarte, y no lo decepcionaré *corre hacia mí*

No estaba ni siquiera a un metro de distancia, cuando la ayuda llegó.

Ichigo:- Getsuga Tenshou!

Yo:- Ichigo!

Ichigo:- Descuida, yo me encargo de él! Tú encuentra a Raiko!

Yo:- De acuerdo, gracias!

Seguí mi camino hacia el Sokyoku. Me preocupaba un poco por Ichigo, pero sabía que iba a estar bien y que debía enfocarme en Raiko. Cuando llegué, pude ver que todos los capitanes y tenientes estaban allí. Caminé hacia ellos con calma, pero cuando escuché un alarido comencé a correr en dirección al acantilado. En cuanto legué a la multitud, Unohana y Soi Fong me sujetaron de los brazos, impidiendo que avanzara.

Soi Fong:- _____, no vayas, no debes!

Yo:- Por qué? Raiko está ahí, tengo que ir!

Unohana:- Capitana, por favor, conténgase.

A duros pasos conseguí llegar a la punta, pero cuando llegué, quedé totalmente paralizada con lo que vi. Toshiro estaba parado, con los ojos en blanco, siendo atravesado por diez afiladísimas puntas de las astas de un hombre con la máscara de un ciervo. El cuerpo inmóvil cayó como un muñeco que cae de la mano de un niño dormido. El hombre deshizo su resurrección y dejó ver su cara, en la cual se notaba una leve sonrisa y un brillo de venganza en sus ojos negros.

Al principio caí de rodillas sobre la tierra, siendo todavía sujetada, y llorando en silencio. Pero cuando las lágrimas dejaron de caer, un aura oscura y muy poderosa comenzó a rodearme y envolverme, haciendo que mi Bankai y mi máscara surgieran solos.

Soi Fong:- *Se sobresalta* Capitana Unohana, suéltela, es muy peligroso!

No llegaron a soltarme cuando yo ya me había liberado, arrojándolas por los aires con una fuerza que daba miedo.

Yo:- RAIKO!!!

Yamamoto:- *Abre bien sus ojos* Será posible?

Kyoraku:- *Se queda boquiabierto* No puede ser verdad...

Soi Fong:- NO! _____! *Alguien la toma del brazo*

Byakuya:- *Bastante más asombrado de lo normal* Calma, Soi Fong, estará bien. Además, si nos ponemos en frente probablemente nos mate.

Soi Fong:- *Muy sonrojada* Byakuya...

Raiko:- Es... Imposible...

Yo:- *Abro las mandíbulas, de manera que se pudiera ver como los dientes, antes lisos, se iban transforman en afilados y puntiagudos colmillos*... Raiko, pagarás por todo por lo que mi hiciste pasar, por todo el dolor que me hiciste sentir, y por todo lo que me quitaste! *Le atravieso el pulmón con la espada, pero se regenera*

Raiko:- Eso será más difícil... Embiste, venado... *Vuelve a su resurrección* Ya verás, niña!

Yo:- No lo creo... Degrada, dragón! *Fui envuelta en llamas y sombras, hasta que un dragón del tamaño de un caballo salió de las llamas de un salto, en dirección a los cuernos de su enemigo*

Un Amor Inesperado (Toshiro y Tú) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora