Mir me había llevado a una cafetería que quedaba cerca de la plaza. Todo él camino me había sujetado la mano, recuerdo que la gente nos miraba raro, pero al parecer a Mir no le importaba la gente....si no yo
¿De verdad puedo importarle a una persona que me humilló durante tanto tiempo, pero que luego se me declara? ¿es correcto?
-oye- dice Mir sentado al frente de mi sacandome de mis pensamientos
-¡oh! Mmmm dime- dije algo avergonzado
-¿Que vas a pedir?- me preguntó con una sonrisa
-creo que una malteada de chocolate y un tarta- dije mirando él menú
-esta bien, jaja, esperemos a que venga la camarera- dijo aun sonriendo.
-ok, por cierto, ¿Que ordenaras tu?- pregunté
-un smoothie de fresa y una torta de vainilla.
-te tengo una pregunta..- empezó diciendo nervioso
-soy todo oídos - dijo gracioso
-¿Por que siem-
-Hola buenas tardes, soy Gley su camarera, en que puedo ayudarles- me interrumpió una señora de 27 años más no menos, vestida de camarera.
-Quisiera una malteada de chocolate, un smoothie de fresa, una torta de vainilla y una tarta- dijo Mir pidiendo la orden
-Ya te lo traigo mi amor- dijo mirando a Mir coquetamente
-Creo que le gustas a alguien...- dije gracioso
-Solo tengo ojos para ti.
No dije nada, simplemente le sonreí y me sonroje. Recuerdo al antiguo Mir, él que todos los días me molestaba, él que siempre me humillaba, me molestaba por placer, se reía de mi, pero...¿Por qué cambió tan repentinamente?
-Aquí están sus órdenes- dijo de nuevo la señorita odiosa llegando con nuestros aperitivos.
Dejó todo en la mesa, y le entregó un pequeño papel a Mir, este le sonrió, ella se sonrojó y luego se marchó.-¿No era que tenias ojos solo para mi?- dijo algo celoso y molesto.
-¿estas celoso?- me pregunto pícaro.
-¿Y-yo? N-no como crees...
-lo estas- dijo con una sonrisa mientras comia su torta de chocolate
Me sonrojé y solo me limite a ver hacia un lado y empezar a comer.
-¿Esta buena tu Malteada?- pregunto de la nada. Yo simplemente lo ignore
-¿Me vas a ignorar?- dijo mirándome fijamente
Yo simplemente lo seguí ignorando. Por una parte lo ignoraba por que le sonrió a la camarera odiosa, y por otra parte me causaba gracia ignorarlo.
Una vez terminamos de comer, esperamos a que la camarera odiosa nos trajera la odiosa cuenta. Mir me seguía insistiendo sobre no ignorarlo, pero yo seguía haciéndolo.
-oye, si esto es por que le sonreí a ella, te había dicho que esperaras- dijo preocupado señalando a la camarera mientras se acercaba lentamente.
-¿esperar que?- pregunté
-ya verás- dijo divertido
Volteé los ojos en otra dirección y me dediqué a mirar por la ventana de la cafetería. Sentí como la camarera llegaba y empezaba a coquetear con Mir, yo solo me sentía mal al ver esa escena, ella adulándolo y posando de ves en cuando, y él siguiéndole él juego sonriendo.
-Cuando quieras puedes llamarme cariño- dijo guiñándole él ojo a Mir
-no gracias- dijo rápidamente para luego besarme en frente a ella y de todos. Fué un beso corto pero lo suficientemente impactante para todos- soy gay, y me encanta este chico, así que puedes ahorrate él cambio - dijo dejando él dinero en la mesa y él papel que le había dado. Me sujetó de la mano y nos fuimos de ahí.
-¿Ya viste? Sólo tenias que esperar- dijo mientras caminábamos hacia donde él iba.
-lo siento- dije apenado.
-¿Por que?
-Por haberte ignorado- dije con la cabeza gacha
-oye, mirame- dijo deteniéndose para que lo mirara, lo cual hice- no hace falta que te disculpes, yo debo disculparme por no haberte dicho lo que iba a hacer, haciendote pasar un mal rato- dijo tocandome la mejilla gentilmente
Le sonreí tiernamente y él hizo lo mismo, dirigió su mano desde mi mejilla hasta mi mano, y así seguimos caminando.
-Quiero mostrarte algo
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¿Qué me hiciste? (Yaoi)
RomanceSer maltratado no es algo muy bonito ¿verdad? Y mas si es en la escuela. Soportar tantos tratos sin poder defenderte es algo agotador. Así lleva años, pero... Las mentiras no duran para siempre...