Promise

Hi

Son las 4:15 de la madrugada, el aroma a café invade la casa, a pesar de ser tan temprano. Es un olor delicioso y hace querer quedarse todo el día frente a la chimenea, pero no era posible hacerlo ese día. Harry temblaba de nervios y estaba muy concentrado en lo que iría a hacer más tarde. Ni siquiera pensaba en los deliciosos cup cakes de la pastelería en la que trabajaba, y eso que era su pensamiento preferido. Estaba sentado en el sofá de su sala, esperando a su madre para que terminara de arreglarse. Traía puestos unos tenis morados, unos pantalones cafés bastante holgados, una playera blanca y un abrigo, además de una bufanda morada para hacer juego con sus tenis y por supuesto, sus característicos rizos que se movían con cada vibración de su cuerpo al temblar.

-Estoy lista, cariño, vámonos- Le dijo su madre muy cariñosamente, casi parecía que cada suspiro que liberaba era para darle ánimos a su pequeño Hazza.
-Vamos- repondió Harry y no dijo otra palabra.

En la camioneta dominaba el silencio hasta que Anne decidió encender la radio, donde se escuchaba ''Jump" de Van Halen, lo cual calmó los nervios de Harry por un momento y por fin dijo algo.
-Mamá... sentir miedo es algo bueno?
-Algunas veces, nos ayuda a no cometer estupideces y puede salvar vidas, pero no es bueno cuando te invade y te impide hacer lo que más deseas.
-Tengo miedo de hacer el ridículo allá.
-Harry, el miedo es humano, pero tú eres un pequeño angel, así que el miedo no existe en ti, algún día cuando te presentes frente a miles de personas, recordarás mis palabras y tus alas saldrán de su escondite.
-Ja!, dices cosas muy lejanas mamá- Respondió riendo un poco.

Al cabo de una hora y después de unas 15 canciones de los Rolling Stones, llegaron a su destino: Los estudios de The X factor.
A Harry le otorgaron una calcomanía con su número de participante y se formó en una fila larguísima junto a Anne. Después de 10 minutos formados, la vejiga fe Harry comenzó a pedir piedad, por lo que tuvo que huir a buscar un baño, total que aún faltaba mucha gente antes que el para audicionar.
Al fin encontró un baño portátil y comenzó a hacer lo que todos hacemos cuando tenemos la vejiga llena. Tanta era su prisa que no le puso seguro a la puerta, lo que obviamente provocó algo que cambiaría su día... su audición... su vida.
Un joven de estatura baja que casi parecía un niño abrió repentinamente la puerta con la misma necesidad que Harry.
Ambos gritaron estrepitosamente del susto. Tal fue el impacto que Harry volteó y orinó encima del joven que también gritaba de miedo, pero de asco al mismo tiempo.

-Oops!- Dijo Harry esperando la ira del joven al cual orinó accidentalmente.
-Hi- Dijo el joven mientras sacudía sus manos que tenían un poco de "Orina Harry". -Me llamo Louis- Dijo.
-Lo lamento mucho, Lou... no era mi intención... pero tenía muchas ganas de... ya sabes... regar las plantas- Dijo harry ruborizado.
-No hay problema... cómo dijiste que te llamabas?- Dijo Louis.
-No lo dije, lo lamento, me llamo Harry... Harry Styles.
-Bueno "Harry Styles"- Dijo Lou con un poco de sarcasmo, pero de manera agradable.-Terminaste? Tengo que mandarle un fax al diablo, si tú me entiendes-.
-Claro! JAJAJA!- Rió Harry y salió del baño para que Louis pudiera pasar.
-Dame un momento, no te vayas, Harry- Dijo Lou mientras entraba y cerraba la puerta del baño con seguro.
-Jamás me iré, Lou- Dijo Harry con una sonrisa.