Estúpido diario:
Sé que se supone que debería escribir una entrada cada día, por eso de que se llama diario y tal (diario, de día, ya sabes), pero en los últimos tres días no me ha pasado nada interesante ni he sentido la imperiosa necesidad de desahogarme por nada en concreto. Así que, como llevo unos días saltándome nuestra cita, trataré de describir el día de hoy en más de una palabra (aburrido, por ejemplo).
Esta mañana ha venido el adolescente hormonado al loft. Sí, EL adolescente hormonado, no hace falta matizar. Claro, que tú no sabes de quién hablo, estúpido diario. Hablo de Stiles Lunares Stilinski. A veces me saca de mis casillas, pero suele ser más soportable que el resto de los mocosos. En realidad me hace bastante gracia, y es muy inteligente. Como este diario caiga en manos de alguno de ellos, me pegaré un tiro. Con una bala de acónito. En fin, me hace gracia, sí, a veces. Pero tiene la manía de hacerse el listo y... le ha puesto sus manos llenas de lunares encima a mi hija. Es su novio. Por naturaleza tiene que caerme mal. ¿Pero qué ha podido ver Malia en él? Tampoco es que ninguno de la banda de Scooby-Doo sea santo de mi devoción, evidentemente, pero... ¿Stiles? ¿El chico delgaducho, blancuzco, lleno de lunares y socialmente nulo? No creo que se haya fijado en él por su sentido del humor, porque mi hija ha vivido la mayor parte de su vida sola en una cueva transformada en un coyote y digamos que aún no se ha acostumbrado a la civilización. El sarcasmo, el tacto y... podría decirse que cualquier emoción humana no son lo suyo. Gracias Talia, hermanita mía, por asegurarte de mantenerla lejos de mí. Has hecho un trabajo magnífico protegiendo a la pobre niña de sus malvados padres. En fin, volviendo al tema, Stiles se ha pasado a ver a Derek esta mañana. Derek se ha pasado toda la mañana con su cara de estar oliendo a pedo, los brazos cruzados, todos los músculos tensos... es decir, como siempre. Rodaba los ojos a cada dos palabras que pronunciaba el adolescente (cosa que no le puedo reprochar, pues yo hacía lo mismo), pero a mí no me engaña. Aunque haya perdido toda la confianza que mi sobrino tenía en mí hace años, me trate de castigar con su indiferencia y ya no me cuente nada, sé que le tiene mucho cariño a ese chico. Lo sé desde que se conocieron, aunque aparentemente se odiaran.
Aquí tengo que hacer un inciso, estúpido diario. El otro día hablé de un incendio. Ese incendio quemó nuestra casa con casi toda nuestra familia dentro. Derek y su hermana Laura no estaban en la casa, así que sobrevivieron (aunque recientemente yo maté a Laura. Es una larga historia que contaré en otro momento), y de los que estábamos dentro los únicos que sobrevivimos fuimos Cora y yo. Ella ilesa y en secreto; huyó a Sudamérica y no apareció en años. Yo acabé muy quemado y en coma en una pequeña habitación de hospital. Sin embargo, el factor curativo de los hombres lobo permitió que me fuera recuperando poco a poco con los años. Para poder llevar a cabo mi venganza sin interrupciones, fingí que seguía en estado vegetal mientras me reponía del todo. Derek venía a visitarme regularmente, asegurarse de que todo estuviera en orden, de que no me faltara nada, y contarme su vida como solía hacer años atrás. Y yo, desde mi silla de ruedas, obligado a mantenerme inexpresivo y a babear y sin poder mirarle directamente salvo cuando me daba la espalda, noté en su voz y en sus palabras cuánto había cambiado mi dulce sobrino a raíz de aquel maldito incendio, y oía cómo vivía, qué le pasaba, cómo envejecía, sin poder intervenir en su vida. Desde el día en que conoció a Scott y Stiles, me empezó a hablar de ellos. No pasaba un día que viniera a visitarme en que no mencionara a Stilinski (de Scooby me hablaba bastante, pero no tanto). Era como el típico protagonista de una estúpida comedia romántica adolescente; no paraba de quejarse del otro y a cada palabra que decía se notaba más lo mucho que se preocupaba por él. Cuando al fin salí de aquella habitación de hospital para siempre, vi incluso cómo Derek protegía al adolescente con su vida. A veces actúan casi como enamorados. Y ahora sí que tengo que asegurarme de que este diario NUNCA llegue a manos de Derek, porque me gustaría conservar mi preciosa cabeza pegada al resto de mi perfecto cuerpo.
Bueno, decía que Stiles se presentó en el loft esta mañana. Vino con la ridícula excusa de que había oído a una chica decir que había no sé qué bicho en el bosque. "Tendremos que investigarlo, Derek. Esto es Beacon Hills. Vamos, si vivieramos en cualquier otro lugar del mundo no me preocuparía, pero ya sabes que este lugar atrae a los bichos raros... No es que tú seas un bicho raro... Bueno, tampoco es que los hombres lobo sean lo más normal del mundo, o que tu familia sea muy convencional. Peter no me mires así, no te tengo miedo. Sigo sin tener miedo. Me da igual cómo me mir- ¿Derek? PETERNODESUNPASOMÁS." Todos sabíamos por qué había venido en realidad: hace un par de días, mi sobrino se enfadó con él por una tontería que no consigo recordar, o eso creía Stiles. Yo no estoy tan seguro, la verdad. Claro, que es difícil saber cuándo se enfada Derek a no ser que intente arrancarte alguna parte del cuerpo porque siempre tiene la misma cara de estar enfadado con el mundo (en serio, no me puedo creer que los demás no se hayan fijado, pero es clavadito a un gato que es muy famoso en internet, se llama grumpy cat y me alegro de que no tengamos uno de esos porque no sería capaz de distinguirlo de mi sobrino), y nunca haría daño al pobre e indefenso Stiles. En fin, el adolescente vino con su historia para averiguar si Derek seguía enfadado con él (si es que de verdad lo ha llegado a estar); tras una hora de ponernos de los nervios debió de darse por satisfecho porque nos dijo que si no volvía a su casa a estudiar pronto, su padre lo esposaría de nuevo al escritorio hasta que acabara todos sus trabajos pendientes, y se fue con una gran sonrisa tortuguil. Puede que la amenaza de las esposas fuera real, porque juraría que oí cómo rodaba por las escaleras apenas unos segundos después de desaparecer tras la puerta. Tampoco es que me importe. Mientras no manche demasiado las escaleras que tengo que pisar todos los días, puede comérselas siempre que quiera.
A parte de eso, creo que no tengo nada más que contar. Bueno, que mis sutiles indirectas no han surtido efecto y Derek sigue sin hacer la compra. Mi gran intuición lobuna me dice que si quiero comer algo decente en un futuro cercano, tendré que ir yo al supermercado. Tal vez pueda hacerme el enfermo y mandarlo a por caldos, a ver si de paso compra algo más. La verdad es que se me da bien, y a lo mejor se lo traga a pesar de lo mucho que desconfía de mí ahora, pero es muy probable que le de exactamente igual que su pobre tío se encuentre terriblemente enfermo. Me dirá que es cosa del karma, o algo así. O que me busque la vida. Sí, es más que probable. Bueno, estúpido diario, hasta otra. Cambio y corto.
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Estúpido diario:
FanfictionPeter Hale es un hombre lobo que decide empezar un diario a pesar de detestarlos y de tachar de idiotas a todos los que llevan uno, ya que no tiene a nadie con quien desahogarse. Es un "villano" rodeado de "héroes" que no hacen más que estropear sus...