Caminaba entre el bosque de bambú más próximo a los cultivos. La leve brisa recorria todo mi cuerpo colándose entre mi humilde ropaje.
Oía en torno alrededor mía el sonido de la naturaleza, me hacía sentir libre, única.De pronto distinguí un sonido distinto. Los «fuurin» indicaban que el viento venía del Este, al igual que aquel sonido estremecedor. Olvide el tema y volví a lo mio, mi descanso acababa, debía de regresar a los campos de cultivo.
El leve resplandor del sol al salir de aquella insaciable sombra forestal me cegó por completo y me obligó a caminar con un brazo por encima de la mirada, de mis ojos color cían. Las callejuelas del barrio comercial de "Heian-kyō", junto a los cultivos, estaban perfectamente organizadas para ser tan estrechas y haber tanta gente comprando para preparar el almuerzo o el té de media tarde.
Atravesé la ciudad a paso acelerado, siempre intentado esquivar a la gente aunque no puedo jurados que no choque más de una vez..¡perdón pero es que se entrometían en mi camino! De pronto me topé con una gran aglomeración de gente en torno a muchos samurai, aquellos jinetes a caballo diestros en el uso del arco, que al parecer regresaban de la guerra que en esos momentos libraba nuestro emperador. De pronto todo cobró sentido, el ruido de antes debió de ser la alarma de que llegaban a la ciudad.
Al llegar a los campos de cultivos, ya nombrados mas de una vez anteriormente, me dirigí hasta la cabaña-despacho de nuestro "jefe-supervisor" para indicarle que ya estaba allí, pues lo tenía que apuntar o me descontarían del jornal el precio de mi descanso alargado.
-Llegas tarde, son las 14:01-indicaba Makoto -tendré que decírselo a mi padre, Toranosuke, el tomará medidas pues yo ya estoy cansado de pensar si descontar o no el sueldo a los criados, ya fui bueno contigo una vez dejándote ir y así me lo pagas, es más, ya lo he decidido yo, te descontaremos mil yenes, la mitad del sueldo de este mes, espero que no vuelva a ocurrir, puedes marcharte.
Yo me quede callada, pues el siempre se lo decía todo el solo, era mejor no intervenir o habría peores consecuencias. Así pues me puse inmediatamente a recoger los cultivos y plantar más, si hacía una buena cosecha quizá eran buenos y me daban cien yenes de mas este mes, pues me harían falta.
Al terminar lo que me correspondía "volé" hasta la despensa de mi habitación compartida en la casa que compartíamos todas las criadas que trabajábamos en los cultivos. Me tomé una taza de té sentada junto a la mesita baja al lado de todas las demás.
-Hoy han regresado los samurai, hay muchos que son guapísimos- cuchicheaba con tono burlón Nana mientras que las otras estallamos en risas
-¡La verdad es que no les falta de nada!- seguía otra con la gracia- son atractivos, fuertes, atléticos y además ...¡¡¡¡ muy muy ricos!!!!- nadie podía parar de reír
-Puede.. pero si os digo la verdad hoy uno me ha guiñado el ojo,¡ creo que le gusto!
-Ve a por todas Daichi aunque seguramente sea que estas más ciega que el señor Ichijō- carcajadas
-No seas mala Akari.. pobr-
-A que sí Yumi- interrumpe Daichi- eres una burlona Akari
-No, si lo decía por el pobre del señor Ichijō..- contesta Yumi mientras se muere de la risa- ¡po pobrecito!
Las risas no paraban de sonar por toda la habitación, yo era obviamente una de ellas. La conversación siguió durante horas y horas, la verdad es que nos hacía falta algo de diversión. Cuando terminé el té me fui con Akari, mi compañera de habitación, a las termas más cercanas, necesitaba lavarme una barbaridad. La dulce masa de aire caliente que salía del agua me hacía sentir estupendamente.. Me desnudé y poco a poco fui introduciendo mi cuerpo en el agua caliente, poco a poco...
Al regresar me tomé junto a Akari, otra vez con ella, un cuenco de arroz y me subí con ella, otra vez, a la habitación donde me quede dormida profundamente, deseando que no llegasen las seis y media de la mañana para tener que volver a los cultivos, otra vez...
Pero en vez de eso, a media noche noté que alguien me cogía y me llevaba a rastras... y me desperté
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El Imperio del Sol del Este
Science FictionUn reino.., una capital.., Heian-Kyō.. Una historia, no, muchas historias que se unen y que tiene lugar en el antiguo Japón. Un universo paralelo que nos traslada al antiguo Japón aportándonos hechos y nombres tanto reales como inventados e imaginad...