Mis manos están cubiertas de sangre, mis ropas rasgadas y mi rostro empapado en heladas lágrimas... Es duro mirar al horizonte y descubrir que no te queda absolutamente nada, tan solo el silencio de la eterna soledad. Ha pasado demasiado tiempo desde que todo se acabó, tanto que conozco este sentimiento demasiado bien. Quisiera poder ver a esas personas de nuevo y decirlas que por fin he cambiado, que ya no ocurrirá, pero, es tan difícil que es imposible.. porque ya no están aquí, nunca más lo estarán, por eso lo único a lo que puedo acudir es a una pistola o un bote de pastillas, y así por lo menos no notaré el vacío que hay en mi corazón.
Lo siento, Gilbert.
Estaban en diciembre, a unos pocos días de Navidad. Las calles estaban siendo decoradas para las fechas y las tiendas se llenaban con la multitud, parecía que Rusia había dejado de lado la tristeza y había dado comienzo un tiempo de "felicidad", o al menos eso era lo que aparentaba. Todos sabían que tras los días navideños todo volvería a ser cruel, desolado y de nuevo racionado. Sin embargo no era nada nuevo, todos los años ocurría lo mismo, simplemente se trataba de un envoltorio de caramelo con un dibujo bonito, todo habitante de Moscou, de Rusia, tenía conocimiento de ello, sin embargo, al menos lo tomaban como escusa para disfrutar y poder dibujar una sincera sonrisa en esos serios rostros.
Se situaban en el año 2067, la tercera guerra mundial había finalizado hacía apenas cuatro años, aunque se mantuvieron con ella una década entera. Ahora el gobierno ruso se mantenía en una dictadura bastante extrema donde el cabecilla o mas bien presidente tan solo daba un respiro en esas fechas, se trataba de Nikolay Braginski, el peor de todos los manda más de aquel temido país.
El nuevo estado de gobierno se resumía a una sumisión total de los habitantes; debían pensar como Braginski, actuar como él y obedecer cualquier ley por absurda que pudiera parecer, a pesar de ello debían acatarlas o se castigaría con la pena de muerte. Las comidas eran racionadas al igual que cualquier producto que quisiera ser adquirido. Además tenían que llorar si el presidente lo ordenaba, reír o sonreír, solo les estaba permitido mantenerse serios u/o derivados. La vestimenta tenía que ser obligatoriamente de colores sucios y oscuros, como gris, azul oscuro o negra, siendo estrictos con el género de la persona, faldas o vestidos para el sexo femenino y pantalones para el masculino.
La sexualidad se hallaba restringida, eso quería decir que la heterosexualidad reinaba, si no era de ese modo se fusilaba tanto al "culpable" como a la familia del susodicho. Esto desencadenaba múltiples cadáveres a lo largo del mes, obligando a las personas incluso a suicidarse para evitar la muerte de sus familiares, esto convertía aquel país en un lugar desalmado, del cuál no podías escapar, ya que Rusia se tenía prohibido la salida de a países extranjeros -exceptuando a los políticos importantes o militares, incluyendo a las personas de mayor rango-
Así era la nueva Rusia y así se mantendría durante el mandamiento de Braginski, el más horrible dictador conocido en el país más grande de todo el mundo.
