Lluvia.

292 36 7
                                    

El sol no sale más porque él ya no está. La lluvia se lo ha llevado todo y yo insisto en buscar algo que sé que no voy a encontrar acá.

Camino las mismas rutas que alguna vez recorrí con él, pero ahora todo es diferente, mi mano se siente vacía al caminar y como una pesada roca sobre la espalda, la angustia me acompaña desde aquella llamada en la madrugada, ocurrida unos días atrás.

Porque todo lo que veo es él, en todo lo que sueño está él, su recuerdo me tortura con dulzura y de a poco va destrozando y haciendo pedazos las partes de mi alma que la lluvia aún no había podido corromper.

Y ahora que estoy completamente hundida lo sé, sé cómo encontrar lo que me hacía falta desde hace varias semanas atrás. Me debo ahogar, debo sucumbir a la lluvia. Sé que él me está esperando allá.

Camino a través de una calle sin nombre bajo un cielo gris y tormentoso, miles de recuerdos me invaden como un puñetazo en el estómago, corro lo mas rápido posible en este sombrío laberinto sin sentido fijo y por fin cuando mis pies no pueden más, recupero el aliento y observo a donde he llegado . Frente a mí se levanta una pastelería, cuyo color con la lluvia se ha marchitado, la observo detalladamente y algo en mi cabeza hace un Clic, mis ojos se humedecen y entonces visualizo el día en el cual nos conocimos.

« Eran las cinco de la tarde de un miércoles, estaba condenadamente atrasada para ir a la fiesta de despedida de una chica de mi clase y yo debía llevar el pastel.

-¿Para qué demonios quieren un pastel si no es su cumpleaños? -pensé

La fila de clientes en la caja fue desapareciendo poco a poco y en eso de 10 minutos ya era mi turno.

-Un pastel para 20 personas, por favor -Solicité educadamente a la chica con cara de aburrida que atendía la caja y le entregué el dinero.

-Retire por el mesón -dijo cortante y sin levantar la vista de la maquina. Yo no entendía a cuál mesón se refería y antes de que siquiera pudiese pronunciar algo, la chica suspiró y añadió-. Aquel mesón frente a la entrada principal, ahora, adiós y que vuelva pronto -trató de esbozar una sonrisa, logrando solo una mueca extraña.

Mirando a los comensales a mi alrededor me percaté de un chico con apariencia fantasmal, lo cual me llamó un poco la atención y lo observé unos segundos más, pero tan pronto como me acordé de mi atraso, corrí hacia el mesón, no sin antes pasar a llevar a una camarera y que esta, debido a mi imprudencia, dejase caer el trozo de pastel del 'Chico fantasma' sobre la cabeza de este mismo.

Reprimí las ganas de soltar una carcajada y como una bala saque dinero de mi bolsillo, se lo pasé a la camarera y mientras me alejaba pronuncié.

-¡Lo siento, con eso te pago un pastel nuevo!

El día siguiente había insistido en ir para disculparme debidamente con la chica porque, probablemente, el chico no estaría, pero no, ahí estaba él, en el mismo asiento de ayer, junto a la ventana.»

Lo había olvidado, había olvidado que lo buscaba a él. Las lágrimas me quemaban mientras se deslizaban por mi rostro. no se como consolarme, ya empiezo a resignarme, estoy agotada casi a punto de caer, pero cada recuerdo y cada te amo dicho por él me sostienen.

"No me rendiré"-me dije.

Con la frente en alto, sequé mis lágrimas y me dispuse a seguir con mi búsqueda, pero ya no había nada que buscar. En la vereda de en frente estaba él, vestía su típica polera blanca y jeans, nada en especial, pero de algún modo parecía iluminar su alrededor, él era mi única luz en las tinieblas y, sin pensarlo siquiera, corrí hacia él y me arrojé a sus brazos, lo besé y permanecí abrazada a su cuerpo, de la misma forma en la que lo he hecho cientos de veces antes, solo que esta vez, sería para siempre.





Emm hola soy algo nueva en esto, de primera, gracias por el leer :) y bueno cualquier cosa u objeción dadla a conocer en los comentarios. Nos leemos.



Lluvia (L)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora