Ya estábamos aquí en el tan esperado baile, Will bailando con Alexis, Diana y Als con chicos que obvio no conozco igual que a la mayoría y yo obvio sentada en la barra con un trago en la mano y James al lado insistiendome para bailar
- James si tantas ganas tienes de bailar ve con alguna de todas las chicas que te están mirando esperando que bailes con ellas- dije cansada y tomando lo ultimo de mi trago - ¿podría darme otro?, un poco mas fuerte- le pedí al chico que estaba secando una copa y el asintió con la cabeza
- Si, pero yo no quiero bailar con ellas, quiero hacerlo contigo- dijo lloriqueando
- pues que lastima, yo no tengo ganas ahora, tal vez después- dije recibiendo el trago que me entregaban - gracias- dije mirando al chico que me hiño el ojo
-cuando quieras linda- dijo el chico y sigo con su labor
-esta bien, dejo de molestarte- dijo y yo sentí paz de que iba a poder tomar tranquila al menos por un rato
Seguí tomando el trago hasta que se acabo y pedí otro, no pienses que quiero emborracharme o algo, para mi suerte tengo mucha tolerancia al alcohol. Luego de unos seis vasos de... no estoy muy segura que era, solo que estaban muy buenos y que quiero otro ahora
- Vamos a bailar Nere, ven dale- me grita Als sobre la música tironeando de mi brazo
- Bueno esta bien, pero solo porque vos lo pedís- dije desenganchando los tacones de la silla, pero al pararme me di cuenta que seis tragos muy fuertes son medios difíciles de aguantar y me costaba bastante caminar, sin embargo seguí caminando y vi como James me miraba mientras bailaba con una rubia y yo solo le sonreí y me puse a bailar con Alice y Diana, sabia que Will se había ido con Alexis hacia un rato, pero me importaba poco eso ahora, solo quería bailar, sentí como me agarraron de la cadera y alguien empezó a bailar conmigo, no le di importancia y seguí bailando como si nada, pero me di cuenta que esa persona ademas de bailar conmigo de a poco me iba sacándome de la pista donde estaban todos, pero no me importaba yo solo seguía bailando, no me sentía muy bien y de pronto cuando ya había dejado de bailar solo trataba de mantenerme de pie y me dolía mucho la cabeza, solo sentía como la persona que por la fuerza supuse que era un chico me seguía llevando, sin embargo pude ver como salíamos por la puerta de atrás y no por la la principal por donde habíamos entrado
- espera yo quiero seguir bailando- dije sin fuerzas para separarme
-vamos nena ayuda un poco.¿quieres?- y ahí me pare en seco y trate de separarme de el, si algo había aprendido en la mierda de vida que tengo es que si una persona o en peor caso un chico te saca por la puerta de atrás y cuando habla la voz no la conoces, no es que quiera llevarte a casa o tomar un café, así que reaccione y trate de con todas mis fuerzas sacarlo, pero apretaba mis brazos muy fuerte.
-Me sueltas, ahora- ordene tratando de soñar demandante, sin embargo no podía, los tacones no me dejaban pararme bien, el alcohol parece que había sido bastante y la fuerza del chico no sabia que hacer
-tranquila, no va a pasarte nada-dijo y siguió tironeando
-No quiero esto, suéltame ahora, me quiero ir, basta!- y ahí fue cuando grite y seguí forcejeando hasta clavarle la punta del tacón el el pie
-AH, deja de moverte, vamos, la pasaremos bien- dijo sin soltarme, no era suficiente y yo solo quería irme
- ¿Que haces idiota?, la sueltas ahora- dijo una voz que lamentablemente reconocí y le dio un puñetazo a el que chico, en cuanto dejo mis brazos sueltos me aleje para ver mejor, Dominic estaba encima de el chico, el chico era de la escuela de eso estaba segura y seguro estaba borracho, luego de unos golpes mas Dominic vino conmigo se limpio la mano con sangre del chico en la remera y me agarro de los brazos con cuidado - ¿Estas bien?- me pregunto asustado con los ojos bien abiertos, como amaba ese color azul- Nerea tienes que contestarme!
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La chica mala
Novela JuvenilNerea, es una chica alta, morocha de ojos azules. Vivía en Nueva York con su padre y sus dos hermanos menores gemelos. Al fallecer su madre, su padre no dejaba de trabajar, y sus reglas eran muy estrictas. Nerea, había sufrido, y cuando creyó que h...