Capitulo 1

581 15 1
                                    

Es una mañana nublada veo a muchos niños jugar en la plaza corriendo de un lado a otro, aun sabiendo lo que ha pasado ¿o acaso es que no lo saben? Hay muchas personas hablando de niñas que han desaparecido de la nada y yo estoy sentada en una banca, pero no tengo nada que perder, no tengo ya nada. Aun así me gusta despertar cada día y venir aquí a observar a las personas...espero que sea así hasta el día de mi muerte. Es extraño pensar eso solo tengo 13 años.

El cielo se oscurece, el sol se va dándole paso a la luna para que pueda iluminarlos en la noche. Debería irme a casa ahora mismo. Voy caminando por un callejón, tal vez no debería, pero es mejor acortare tiempo en llegar, además ya puedo ver la salida.

Pero de repente...mis vista comienza a nublarse ¿Qué es esto? Escucho unos pasos muy cerca de mí, cada vez se escuchan más cerca ¿Quién es? Volteo para tratar de visualizar algo, pero solo veo una sombra y en ese momento...todo se oscurece.

Mis ojos comienzan a abrirse lentamente, tengo la sensación de que ya ha pasado mucho tiempo, puedo escuchar voces, especialmente de dos hombres. Parecen un poco alterados por lo que alcanzo a notar.

-oye niña ¿me escuchas?

Asiento con la cabeza pero aun sigo sin poder notar su rostro ¿Quién es?

-¿Cuál es tu nombre?

Tardo un poco en contestar pero al final respondo a su pregunta

-Cassandra...Feldman

En eso el otro hombre se acerca, ya puedo verlos mejor uno lleva lentes y es un poco calvo y le pregunta al hombre a su lado más joven al parecer, ¿si funcionara?

-no te preocupes Paulo ella es perfecta solo falta quitar esos recuerdos que tiene

-señor... ¿usted está seguro de eso? Podría causarle mucho daño

-o tal vez no, Paulo solo sigue mis órdenes no voy a esperar más tiempo para encontrar a una chica que sea idéntica a...

El hombre se detuvo y su rostro cambio de expresión, en ese momento salió de la habitación y el hombre de lentes se acerca y me inyecta algo.

Y pienso que tal vez si tenía algo que perder, mis recuerdos todos los días en la plaza, los rostros de mis padres ¿Qué estoy diciendo? Realmente no los recuerdo pero sé que los tuve o si no como llegue a parar aquí.

Abrí los ojos y desperté en una gran habitación, mi habitación, estoy por levantarme cuando alguien entra por la puerta.

-buenos días ¿ya despertaste?

-ah sí, siento que he dormido mucho

-y lo has hecho pequeña Cassandra

-(Cassandra...) si padre

Esa palabra se salió de mis labios sin darme cuenta, pero si es mi padre ¿cierto?

-linda ¿qué te pasa? luces pálida, mejor ven a desayunar, te dejo para que te cambies

Entonces cerró la puerta mi padre Antón Feldman un reconocido hombre por su gran fortuna. Deje de pensar y me levante de la cama dirigiéndome a un gran armario blanco con detalles en dorado que se entrelazaban hasta llegar arriba donde se encontraba una rosa roja. Abrí el armario y escogí un vestido color rosa pálido con una rosa roja en la parte derecha superior de mi pecho y mis rizos caían en mis hombros haciéndose más largos hasta la cintura.

Salí de mi habitación y me encontré con un gran pasillo, me dirigí rápidamente a las escaleras para bajar donde me encontré a mi padre de nuevo, extendió su mano ante mí y me llevo hasta el comedor.

Después de eso salimos afuera, donde pude ver un gran jardín, era hermoso, quede muy asombrada pero no debería estarlo después de todo esta era mi casa, aun así me despertaba una emoción al verlo.

-Cassandra ven aquí quiero hablarte sobre un viaje

Me dirigí hacia donde estaba el.

-¿un viaje? ¿A dónde?

-a un lugar muy lejano de aquí tienes que ver a Henry, el debe extrañarte mucho

-lo siento pero no recuerdo a ningún chico llamado así

-¿estás segura de eso? Debe ser por el golpe que te diste en la cabeza

-ah...si supongo que fue por eso

En ese momento solo quise pensar que fue así.

-¿te quedas callada de nuevo?

-¿eh? No, bueno estaba pensando cuando iremos

-¡ahora mismo!

Se levanto y comenzó a alejarse diciendo que arreglaría las cosas para el viaje. Mis ojos se abrieron, era demasiado repentino, pero solo sonreí sin decir nada.

Entre a la casa de nuevo y subí a mi habitación, mi armario estaba casi vacío solo había un vestido que no había visto antes de color rojo con encaje negro y algunos detalles en dorado, después de verlo leí una pequeña nota cerca del vestido. Era de mi padre quería que lo usara para el viaje. Entonces fui a tomar un baño.

Cuando salí me puse el vestido y peine mi cabello sentada frente al tocador y mire mi reflejo un poco. No puse demasiada atención, pero de repente mi mano tenía una herida y al voltear a verla, no tenía nada.

-no pasa nada, no pasa nada.

Entonces mire de nuevo hacia el espejo, subiendo mi mano para ver el reflejo de esta en el pero ya no había nada, se había esfumado.

- ¿habré visto mal? Es lo más seguro

Salí de ahí.

En la habitación principal

-Antón debes escucharme lo que estás haciendo no está bien

-de nuevo tu Paulo diciéndomelo lo mismo

-tengo razón, pero tú no quieres entenderlo

-lo único que tengo que saber es que tengo a mi hija

-ella no es tu hija, ni siquiera la conoces solo porque es idéntica, además la llamaste Cassandra y ese si es su nombre

-¡Si lo es! De ahora en adelante, no quería ser tan malo con ella por eso la he llamado por su nombre

-Antón...se que lo que paso...

-¡CALLATE! No quiero oírte, ya nos vamos así que ve con el chofer y dile que ya vamos

-como tú quieras

-y Paulo, no menciones nada de esto en frente de ella

Paulo solo se retira sin decir nada.



Cita con el pasado (COMPLETA)Where stories live. Discover now