Capitulo 8

70 3 0
                                    

Narra Karen

Esto está funcionando muy bien, ahora solo falta enterrarla, sería una lástima que despertara en un ataúd.

Narra Paulo

El señor Antón está bloqueado, su cara no demuestra nada más que tristeza, yo no me creo que la niña está muerta, pero él se lo trago todo en fin no puedo asegurar que lo que digo es cierto, lo que sí puedo asegurar es que esa señora es una maldita bruja.

Han dejado a la niña acostada en una cama ¿ya van a enterrarla? Antón no puede escuchar nada más que las palabras de esa mujer, está totalmente fuera de sí. Perece que el va a buscar a Isabel para decirle lo que ha pasado, reviso a la niña para ver si está muerta...no lo está pero su pulso es muy débil.

-¿Qué haces aquí?

Me ha visto, ahora que puedo decirle

-señora Karen solo quería saber que había pasado

Me voltee un momento para luego sentir un dolor intenso en la cabeza, esa maldita me había golpeado, no creyó lo que le dije. Aun soy consciente, me lleva a rastras a su habitación y la cierra con llave. Nunca saldré aquí, debo decirle a mi amigo que está viva, su hija está viva.

Narra Karen

Muy bien Karen, después de esto tendrás todo para ti, espera falta mi querida amiga Isabel, de seguro Antón ya le habrá dicho de la muerte. O tal vez no, en ese caso puedo meter mis manos, vamos a buscarla entonces.

-quédate aquí niña aunque así como estas no puedes ir a ningún lado.

Ya sé donde debe estar, voy caminando y fijándome en las habitaciones parece que Antón aun no la encuentra debe estar moviéndose los dos como locos, que tal si la puerta se cierra y queda atrapado por un momento.

-la puerta, maldita sea ¿Dónde estás Isabel?

Y ahora a buscar la que falta. Estoy furiosa llevo mucho tiempo buscándola pero simplemente no la encuentro, no puede ser, esto esta retardándome.

Narra Isabel

Por fin he encontrado, a esa enferma mental que mato a su propio esposo, esta mirándome, la sonrisa en su rostro no significa nada bueno.

- por fin estas aquí, tenía que hablar contigo

-¿lo mataste?

-oh, que sorpresa pensé que no lo habías visto, pero de eso no quiero hablarte

-entonces

-Antón y yo estamos juntos, si amiga tus sospechas eran ciertas, yo no podía estar lejos de él ese fue un grave error o tal vez algo totalmente voluntario, claro que el tenia que negarlo

-eso no es cierto, eres una mentirosa

-¿acaso te mentí con los de mi difunto esposo?

-pero eso no puede ser verdad, ¡no quiero que sea verdad!

-por cierto, el no te amaba ni a ti ni a tu hija

-Dominique ¿Dónde está?

-digamos que ella está dormida, pero jamás va a despertar

-tu... ¿la mataste?

-si no crees puedes preguntárselo a tu esposo, o debería decir al mío

-¿Dónde está?

-ven conmigo...

Narra Isabel

Sigo a Karen para saber si es cierto lo que me dijo, trato de contenerme no quiero que ella me vea así, no quiero darle esa satisfacción. Hemos llegado esta cerrada la puerta.

-Antón cariño Isabel esta aquí yo se que le quieres decir algo

-¡Isabel! ¿Estás ahí?

-solo responde ¿Dónde está nuestra hija?

Tomo un respiro para finalmente contestarme con la voz temblorosa

-Dominique...esta...muerta

Era cierto, lo que dijo Karen era cierto, pero ¿Cómo era posible? Ya no pude más y demostré lo que sentía, tantas emociones a la vez, comencé a golpear la puerta desesperada, ella solo me veía con una cara triunfante, pero no ya no puedo perder nada. Le quite las llaves a Karen para abrir la puerta y saque unas tijeras sin prestar atención a aquel que se había vuelto un extraño para mí de un momento a otro. La golpee tantas veces que casi le deformo la cara.

-¡¿QUE ESTAS HACIENDO?!

Mi mirada había cambiado, había lágrimas en mis ojos, pero mi mirada estaba perdida. Solo la escuchaba gritar una y otra vez, no podía liberarse de mí, no ahora. Antón trataba de detenerme y yo solo quería terminar con su vida, la vida de ella.

-estoy haciendo lo mismo que tu a tu esposo, ya tendrás tu final feliz

Y le clave las tijeras una y otra vez por todo el cuerpo, solo quedaba en mi el deseo de terminar con todo y cuando la mate, voltee a ver a Antón por última vez para decirle ¨asesino, mataste nuestra alegría¨ para finalmente suicidarme, encajando las tijeras en mi corazón y tirándome desde el balcón para finalmente morir.


Cita con el pasado (COMPLETA)Where stories live. Discover now