Las personas duelen.
Raúl me entiende,
y no lo tendría que hacer.
No lo merece.
Raquel me ha dejado a solas con Raúl.
Me ha llevado a una sala y ha puesto un cassette en el que sonaba ''apologize'' creo.
Y hemos bailado, como si mañana no fuesemos a estar vivos;
y quien sabe si lo estaremos.
Nos hemos perdido en esa pequeña sala, y a la vez yo en sus ojos negros como el carbón.
Y por primera vez, en mucho tiempo, he sido feliz.
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Diario de una suicida.
Teen FictionMi nombre es Maya, tengo 16 años, y tengo un problema. Como muchas personas, que tienen este problema, yo me intento suicidar, por varios motivos, no exijo que los entendáis, ni que me consoléis, simplemente que sepáis mi historia. Que muchas person...